Resumen historia económica y social Argentina
Enviado por karlo • 16 de Noviembre de 2018 • 7.824 Palabras (32 Páginas) • 491 Visitas
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Se esboza entonces la hipótesis de que el costo de instalación de una estancia era el del ganado que debía poblarla; el de la tierra no era ni aún tomado en cuenta. Era precisamente ésta una de las consecuencias de que la expansión ganadera se realizase mediante apropiación de nuevas tierras. En cuanto a la industrialización de productos ganaderos, su tasa de ganancia parece haber sido decreciente: Las ganancias iniciales pueden ser altas porque derivan de obtener provechos adicionales en la explotación de un ganado cuyo nivel de precios deriva de una etapa en que aún ese rubro de industrialización no había sido explotado; pero la industrialización misma conduce a un reajuste de ese nivel de precios, que comprime las ganancias del industrializador. Esta disminución de ganancias puede corregirse mediante la incorporación de nuevos rubros a la industrialización (es el caso de las graserías que los saladeros instalan luego de 1830); o puede verse agravada por la aparición de industrias rivales (el caso de la industria saladeril porteña luego de 1845 respecto de la de Entre Ríos y Rio Grande).
Las altas ganancias son entonces uno de los rasgos dominantes de esa expansión ganadera: explican no solo el triunfo de las inversiones en el sector rural sobre los modos de inversión rivales, sino también el brusco aumento en la demanda de capitales que esa expansión provocó, y se tradujo de inmediato en una subida de las tasas de interés corrientes. El interés subirá durante largos años por encima del 18% anual. El interés en la inversión rural va acompañado, y es en parte consecuencia, de la crisis que la revolución provocó en los modos de inversión de capital más prestigiosos en los últimos tiempos coloniales (comercio de importación y exportación, fincas urbanas, compañías metropolitanas). Solo los que se adaptan a un papel subordinado y complementario al lado de los comerciantes ingleses logran sobrevivir a ese proceso. De este modo las formas de inversión tradicionales o pierden atractivo o hallan en la inversión ganadera su complemento necesario. La revolución abre otro rubro de inversión: la inversión especulativa, que más que rival de la pecuaria o comercial, se vuelve complementaria.
Este carácter dinámico de la economía resuelve a lo largo de su expansión sus desequilibrios originarios, y también lo hace en el plano social, en donde la expansión ganadera da lugar en el ámbito porteño a una sociedad más homogénea que la colonial.
Schmit: Analice las características de la expansión de la campaña bonaerense y compárela con el resto de las provincias. (Bs. As. Baja inversión y mucha ganancia, el litoral se relaciona con este proceso, pero no así córdoba, el norte y cuyo, generando una fragmentación)
A partir de la segunda década del siglo XIX la economía ganadera de Buenos Aires inició un ciclo de crecimiento ligado con la plena inserción de la producción pecuaria porteña en el mercado atlántico. De esa manera fue posible que la campaña rural bonaerense sostuviera un exitoso crecimiento, que se evidenció en una expansión territorial, económica y comercial. A partir de 1820 Buenos Aires comenzó un proceso de expansión de la frontera rural, que a partir de 1833, se consolidará con la campaña militar de Rosas. Esta nueva disponibilidad de tierras para la producción le permitirá a la provincia incrementar su producción (cueros, segbo, carne salada, luego lana y cereales) en base a una baja inversión (bajo precio de tierras y poca tecnificación) y una alta tasa de ganancias. Unido a ese despegue de la economía ganadera, el Estado bonaerense iniciaba una transformación de sus estructuras financieras para sanear los gastos de la etapa revolucionaria y comenzaba a definir su política de ingresos. El nuevo eje estaba basado en el reemplazo del fuerte peso de las remesas metálicas altoperuanas por los ingresos aduaneros. Aquella interpretación explica el desarrollo del proceso económico de varias provincias litoraleñas, pero lo que no resulta tan evidente es la naturaleza de los nuevos estados provinciales posrevoluciarios.
Luego de la ruptura del eje comercial entre Buenos Aires y Potosí, se entretejieron nuevos nexos comerciales, en donde el territorio bonaerense-litoraleño, por sus recursos y posibilidades económicas, fue el más beneficiado por el nuevo rumbo del comercio rioplatense. De todos modos, las provincias del litoral (Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe) no vieron cambios significativos en los primeros tiempos, ya que las reformas de libre comercio solo involucraron a los puertos de Buenos Aires y de Montevideo, y no a aquellos situados en los ríos Paraná y Uruguay, generando un esquema de concentración comercial en el puerto de Buenos Aires.
En el litoral hubo en el período poscolonial un ciclo con dos momentos diferentes. La crisis desatada por las guerras de independencia y la inestabilidad política de las provincias parece haber afectado la circulación mercantil y la producción hasta 1825. Luego se inició un largo período, aunque con fluctuaciones por los bloqueos comerciales, de un alza sostenida en la producción de la región bonaerense-litoraleña.
La evolución económica de la provincia de Entre Ríos muestra similitudes con la porteña, aunque más retardada. Solo a mediados de la década de 1830 comenzará a crecer a un ritmo más sostenido, y desde 1840 mostraría una acelerada expansión. La campaña entrerriana aportaría al mercado atlántico un conjunto de productos idénticos a los bonaerenses: cueros vacunos, carne salada, sebo y lana.
Fueron los correntinos los que se sinitieron más incómodos con el nuevo esquema posindependentista. La provincia de corrientes tenía una economía bastante diversificada, con producción de textiles burdos, yerba mate y tabaco, junto a una joven producción ganadera en el sur del territorio. Pero la apertura librecambista de los porteños representó un problema para la economía correntina. Esto llevó a los líderes provinciales a discutir con los porteños sobre políticas arancelarias del comercio y la libre navegación de los ríos interiores. Luego de la firma del pacto federal en 1831, las disputas por la libre navegación de los ríos continuaron presentes en los enfrentamientos políticos y militares que mantuvieron los correntinos con el sistema político rosista hasta mediados de la década de 1840. De todas maneras, los productos correntinos se vieron superados por el comercio brasileño, y solo los productos ganaderos tuvieron algo más de éxito. Hubo desde 1830 una temprana expansión de la producción y del comercio de cueros correntinos. Pero la disponibilidad de tierras aptas para la ganadería era mucho menor, por lo cual el crecimiento no pudo
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