Teoría Política y del Estado La elite del poder – Charles Wrigth

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Wright menciona como un ejemplo de todo lo anterior con el hecho de que Estados Unidos nunca pasó por una etapa feudal. Esto en palabras del autor es gracias por la autoridad que la alta burguesía ha logrado monopolizar en la sociedad norteamericana y que se ha contrapuesto a cualquier oposición que pudiera arrebatarle el poder. En otra línea se habla en el texto sobre la importancia y el poder que tienen cada individuo en el que la minoría rica no debe ser considerada como mejor o más noble que la mayoría, es decir no importa su poder económico desde un punto de vista de humanista y es aquí y con estos actores donde nace la idea de contra–elite, en donde el explotado busca dar su opinión y busca quitar la idea de la elite como una clase social que sobre todo busca expulsar ideas diferentes a la suya y hasta que esta se deje de ver así no cambiará. Todo lo anterior se podría traducir a la elite en palabras del autor como “Una serie de altos círculos cuyos miembros son seleccionados, preparados y certificados, y a quienes se permite el acceso íntimo a los que mandan las jerarquías institucionales impersonales de la sociedad moderna.” (22).

Es por eso que como conclusión de este capítulo el autor nos menciona que la cima del poder al menos en Estados unidos es fuerte y firme, consolidado, mientras el fondo de la pirámide de poder esta fragmentado y con una unificación muy lejana lo que no les permite a los que están esa situación darse cuenta que son más importantes de lo que ellos mismos creen y que se dejan engañar por los medios de poder y no les permiten intervenir en las tomas de decisiones que se hacen en la cima.

Cap 12. Este fragmento del texto comienza diciendo que el sistema de poder en los estados unidos no se ha visto violentada su legitimación. Y si es así sólo ha sido en casos muy específicos. Lo que ha permitido la permanencia y la expansión de las instrucciones más importantes por lo que para el autor la elite ha pasado por cuatro y se dirige hacia una quinta época diferente de las cuales hablaremos más adelante.

La primera de ellas abarca aproximadamente desde la revolución hasta la administración de Jhon Adam, la cual tenía a las instituciones principales como básicas pero unificadas pero siempre por detrás del poder político. Con esto la elite se comenzó a posicionar pero sin lograr cuajar. La segunda por otra parte hablaba de la extensión del poder económico como punto importante de la evolución de la sociedad pero si que hubiera un total control de los medios de producción lo que dejaba a la elite como un grupo aún bastante “flojo”. Ya la tercera parte ponía la supremacía económica en el país con las elecciones de 1866 lo que dio apertura a una época de corrupción en donde los jueces o allegados tenían un poder superior al de otras instituciones, el sector militar seguía en la sombre del poder político al igual que las épocas pasadas y que concluyo hasta los años 20 en donde el poder propuso la trasparencia política. La cuarta y última época llegó con el nuevo trato en los años 30 y 40 en donde se instituyó al “Estado benefactor” con el fin de mediar y controlar el equilibrio que se debía mantener.