Alcoholismo ¿una enfermedad mental?
Enviado por Antonio • 8 de Abril de 2018 • 2.535 Palabras (11 Páginas) • 494 Visitas
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En cuanto a lo que se refiere la disponibilidad, es obvio que en un ambiente donde no hay alcohol no se puede desarrollar la conducta de consumirlo.
Por su parte la cultura es un factor que influye en el consumo de bebidas alcohólicas en los individuos, e.g. Gradillas (2001) señala que hay cuatro tipos de culturas que van desde las prohibitivas hasta las supra permisivas. En las prohibitivas no se permiten ingerir ningún tipo de bebidas alcohólicas, en las permisivas se aprueba el consumo prudencial y hasta el abuso en ciertas ocasiones pero no se acepta la embriaguez, en las ambivalentes se permite el consumo excesivo pero no la dependencia.
Gradillas (2001) señala también que en culturas donde se permite el consumo de bebidas alcohólicos en cantidades moderadas e incluso a los niños hay porcentajes bajos de alcohólicos, mientras que en culturas donde a los niños se les prohíbe el consumo de estas bebidas pero se acepta la embriaguez en ocasiones de personas adultas hay porcentajes elevados de alcohólicos. También Velasco, (1988) señala que entre las características de grupos sociales con menor número de alcohólicos se encuentran las siguientes: se permite a los niños ingerir bebidas en pocas cantidades y diluidas y siempre dentro del grupo familiar, suelen consumir bebidas con baja concentración de alcohol, se consideran como alimentos y son consumidas con comidas, los padres son bebedores moderados lo cual proporciona un ejemplo para los hijos, no se le asigna un valor es decir que no se considera no virtuosos ni vergonzoso ingerirlas, se acepta socialmente la abstinencia pero no el exceso.
Respecto al aprendizaje desde el enfoque conductual el consumo de esta sustancia y su mantenimiento en la vida del individuo se debe a los reflejos condicionados que resultan de la ingesta alcohólica, es decir, la persona puede asociar los estímulos ambientales, como el lugar, los sonidos y las personas que lo rodean cuando consume alcohol, con los efectos que resultan al consumirlo y que son placenteros para él.
De acuerdo al condicionamiento operante las consecuencias que mantiene el consumo de alcohol son aquellas que resultan agradables para las personas que lo ingieren, o pueden ayudar a evitar aspectos desagradables de la vida, estas consecuencias que sienten estarían reforzando el consumo. De esta manera “el abuso del alcohol se consolida y se vuelve comportamiento aprendido, formando un hábito fuerte en la vida de la persona.” (Gradillas, 2001).
Beber para evitar o minimizar los efectos de los acontecimientos y circunstancias estresantes son las justificaciones que muchas personas dan cuando se les pregunta por qué beben. Señalan que lo hacen para aliviarse de sentimientos y pensamientos desagradables como la tristeza, tensión emocional, el enojo, vacío existencial, aburrimiento, cansancio, estrés etc. Consideran que consumir alcohol los aleja de la realidad que les genera angustia, sin embargo el problema radica cuando las personas comienzan a abusar de su consumo debido a que presentan tolerancia por lo que cada vez necesitan aumentar la cantidad de alcohol para sentir los efectos.
En una investigación realizada por Guibert, Cobas, Reyes, & Govin, (1999) sobre los comportamientos que tienen los individuos al ingerir bebidas alcoholicas se encontró que el 30% de la población estudiada reportaron beber como medio de diversión en su tiempo libre, y 24.4% porque en su trabajo tienen contancto directo con esta sustancia, y el 23% reporto que lo usan para “aliviar las tensiones de la vida diara”.
En cuanto a la genética estudios señalan que puede influir en el desarrollo de alcoholismo en una persona, “estudios rigurosos con personas adoptadas en su infancia y con hermanos gemelos ponen de manifiesto la importancia del factor genético en la etiología alcohólica” (Gradillas 2000). También se ha encontrado que la severidad con que se presenta el alcoholismo en una persona es un factor que influye en los parientes que la presentan “pacientes hospitalizados un 50% de los familiares de primer grado padece o padecerá alcoholismo” (Velasco). También hay estudios en los que se ha encontrado que hijos de padres biológicos alcohólicos a pesar de haber sido criados por padres no alcohólicos han presentado tal problema, esto debe considerarse como una predisposición genética a desarrollar tal problema.
En lo que refiere a la personalidad a pesar de que se han realizado investigaciones para determinar si las personas que presentan problemas de alcohol tienen ciertas características de personalidad que los predispongan a consumir en exceso tal sustancia, no se ha encontrado resultado alguno que lo afirme.
Por otro lado también se sabe que existe comorbilidad con otros “trastornos mentales” o mejor dicho con otros problemas de conducta, se señala que la ansiedad, la personalidad evasiva y la fobia social, las personales disóciales, el trastorno depresivo, los esquizofrénicos residuales son más susceptibles a presentar un problema relacionado con el alcohol. Esto puede relacionarse con los motivos de consumir alcohol para evitar los aspectos desagradables que genera por ejemplo la depresión.
Otros efectos que causa puede ser que los individuos se sientan más sociables, funciona para adormecer el dolor, puede actuar como un sedante que induce al sueño. Pero en sus efectos negativos las personas pueden llegar a sentirse más deprimidas o llegar a ser violentos (Davidson, 2000).
Entre las consecuencias negativas es decir las que son problemáticas se pueden señalar las siguientes: enfermedades como cirrosis, gastritis, corre el riesgo de presentar cáncer de esófago o de estómago, ulceras estomacales, a nivel de sistema nervioso genera déficit cognitivos, amnesia grave y cambios degenerativos en el cerebro (DSM, 2013); en el aspecto social puede generar problemas en las relaciones familiares, con amigos etcétera, por haber actuado agresivo, faltar al trabajo o a la escuela, etcétera.
Resulta extraño que a pesar de todas las consecuencias negativas que genera consumir constantemente el alcohol las personas sigan bebiendo.
Conclusión
El alcoholismo comienza siendo una conducta socialmente aceptada pero cuando el individuo continúa bebiendo y comienza a presentarse como un hábito comienza a sobrepasar los límites de lo que es aceptado, y llega a convertirse en un problema tanto para el individuo que la presenta como para quienes lo rodean. Si la conducta sigue sucediendo por un periodo prolongado durante la vida del individuo puede llegar a presentar el síndrome de abstinencia
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