Cualidades de un buen líder: Los Buenos Jefes y investigaciones

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En Los Buenos Jefes los mejores ejemplos concretos de tácticas de influencia empleadas por líderes en la historia se viene de las dos figuras históricas: Churchill y Eisenhower. Estos dos hombres destacados como líderes mostraron a través de sus estrategias militares y sus conductas en situaciones de alta presión su capacidad inmensa de liderar a subordinados e implementar tácticas de influencia eficaces para conseguir sus objetivos.

Según la investigación, los jefes tienen tendencia a, en situaciones de necesidad de dirigir sobre subordinados era la asertividad y la.

Cuando hablamos de influencia, la idea de liderazgo en equipos se surge. Un elemento importante del liderazgo en equipos del cual el libro habla, es la resolución de conflictos. Lo que uno espera entre otras cosas de un buen jefe es un buena capacidad a resolver problemas de manera efectiva y eficaz. La lógica y la racionalidad tienen sin duda un rol importante en la eficacidad de resolución de conflictos.

Para conseguir una posición de influencia en situaciones de conflicto, el rol de mediador racional será esencial.

En los buenos jefes el autor nos plantea esas carreticas para ser un buen mediador : “conocer, apreciar y gestionar las diferencias para tratar de llegar a acuerdos que minimicen las perdidas y danos colaterales de todos y cada uno de los implicados en dicho conflicto.” La descripción del mediador y los métodos de mediación nos hacen pensat a la descripción en la investigación. Las táctica de sanción y de racionalización son relacionadas con el “intercambio de ofertas y contraofertas” mencionadas antes.

En general, las tácticas que se ven usada con más frecuencia tienen las características de buenos jefes mencionadas en el libro. Ser un líder trae casi siempre la utilización de unas de las tácticas de influencia incluidas en la investigación.

La segunda investigación se llama, “Estrés de rol y satisfacción laboral: examinando el papel mediador del engagement en el trabajo” de Alejandro Orgambídez-Ramos, Pedro J. Perez-Moreno y Yolanda Borrego-Alés. El estudio se trata de investigar los estresores psicológicos que son asociados con los puestos de trabajo. El estudio identifica varios problemas que pueden surgir de un rol en un puesto trabajo como el conflicto de rol, la ambigüedad de rol, o la sobrecarga. Propone que estos estresores puedan añadir a los sentimientos negativos hacia el trabajo, contribuir al proceso de burnout y causar insatisfacción en general.

El estudio específicamente destaca dos procesos asociados al trabajo: el burnout y el engagement. Luego, se trata de investigar lo que influye la aumentación o la disminución de los dos. El proceso de engagement, se atribuye con la dedicación al trabajo, lo que crea pensamientos positivos, el entusiasmo, y alta energía en general. Mientras tanto, el burnout se atribuye con la insatisfacción tremenda en el trabajo y la degradación psicosocial cómo efecto secundario. Plantean como hipótesis que el rol que jugamos en un ambiente de trabajo, y el valor de ese rol, afecta mucho a los niveles de nuestro engagement, satisfacción y posibilidades de burnout. El objetivo del estudio se suma en lo siguiente:

“analizar el papel mediador del engagement entre el estrés de rol—conflicto, ambigüedad, sobrecarga—y la satisfacción con el trabajo”.

Según la investigación, la ambigüedad, la incertitud y la falta de claridad son cosas relacionadas negativamente con el engagement. La aumentación de esos sentimientos y el estrés laboral en general tiene efectos negativos en el estado mental de uno.

Además, una falta de ayuda de una organización o de un jefe no ayuda a la situación. Resulta en la infelicidad de un empleado y la posibilidad de sentirse mal en el trabajo

Los investigadores proponen que es la responsabilidad de las organizaciones y de los jefes de prevenir estos tipos de demandas psicosociales pesadas y proponer el engagement positivo en el trabajo. Son la solución o reglas a seguir para uno que se quiere ser buen líder de cualquier organización y prevenir el deterioro de su equipo se pone en Los Buenos Jefes. El libro describe ciertas cualidades de buenos jefes o en este caso directivos, que tratan de una manera activa de evitar las demandas estresantes y tratar activamente que sus empleados se sienten valorados y útil en su equipo o organización. El sentido de ser valorado viene de la adquisición de tareas importantes y con eso viene el funcionamiento eficaz de un equipo.

Para un jefe, el bien estar de sus trabajadores tiene que ser unas de sus prioridad. El estudio pretende que un bajo sentimiento de bien estar se repercuta sobre la eficacidad de un trabajaor . Además el funcionamiento de todo el equipo va a bajar. Para un buen jefe el objetiva final sería el funcionamiento más eficaz posible, y para conseguir esto el bienestar de sus subordinados tiene que ser prioridad y tiene que guiar al equipo. Si no estan feliz y no pueden dedicarse al trabajo. Se no tiene esa felizidad sus capacidades psicológica y física son menos buena, el bienestar mental es entonces una cosa primordial en un equipo de trabajo.

En el libro los buenos jefes el tema de los requisitos para satisfacción laboral de empleados es unos de los temas abordado. Sostiene que la satisfacción laboral viene del reconocimiento de su trabajo por parte de sus superiores. Cuando sus jefes muestran aprecio obvio del trabajo, el empleado está orgulloso de sí mismo et del trabajo que hace, esta orgullosita se repercuta en el ambiente al trabajo. En el libro, se habla de las características de los buenos líderes de trabajo y cómo hacen que sus subordinados sienten valorados y bastantes involucrados en las tareas. Todo está relacionada con un tipo de ciculp de realimentación positiva. El entusiasmo y esfuerzo que tengan los empleados cuando sienten reconocimiento por sus jefes, crea motivación y movimiento de buen rendimiento. El bucle continua cuando los jefes vean ese engagement en el trabajo y son motivados a continuar de proponer cosas positivas en el ámbito de trabajo. En mi experiencia como trabajadora en una cafetería, veía esa interacción y cambio de energía positiva entre directivos y subordinados. Cuando uno tenía un buen estado de ánimo y mostraba mucho esfuerzo, los efectos buenos pasaron al otro. Por el otro lado, cuando yo experimentaba el sentido de que mi esfuerzo y trabajo en general estaban valorados por mis superiores, me dejé de preocupar de mi eficacia. Cuando trabajaba mi meta principal era hacer de lo mejor que podía para ser buena cajera, limpiar los