Desarrollo Piagetiano

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Ejercicio 4: se le entregaron 30 botones, todos con características diferentes. Los repartió en 9 grupos diferentes, los cuales les dio los nombres de: flores, círculos planos, círculos grandes, círculos parados, círculos pequeños, formas, místicos y unitario. Explicó que la división fue según las formas y/o imágenes que tenían en común o similares.

Observaciones: En varias de las preguntas, la niña utilizó sus dedos para comparar tamaños, tanteó los objetos con las manos y usó mecanismos de conteo para llegar a las conclusiones.

Discusión:

Los resultados obtenidos en el experimento los niños mostraron la relación entre la edad y el desarrollo respecto a las características medidas con cada una de las tareas impuestas. La literatura mostró que la aparición de características como la conservación y la centración indican un desarrollo cognitivo en los niños (Richmond, 1993).

La práctica con el niño de 3 años efectivamente mostró lo que indicaba la teoría ya que reveló que para esta edad el niño aún no ha desarrollado la conservación del número al no poder identificar que el aumentar la distancia entre las monedas no aumenta la cantidad de estas, ni la conservación de la cantidad ya sea para líquido o para sólido. Para este último caso donde se evidenció la no adquisición de la conservación de la cantidad podemos comprobar como a la edad de 3 años el infante no fue capaz de notar el cambio que se realizó y que se fijó tan sólo en el nuevo tamaño de los objetos utilizados al responder en base a la altura del líquido de un vaso con respecto al otro y el largo de la culebra de plastilina frente a la bola, revelando así una de las características típicas para la edad según la teoría piagetiana, la centración, dirigiendo su atención tan solo a una característica sobresaliente en los objetos (Gerric, et al, 2005).

Gerric et al (2005) dijeron en su libro como piaget divide en etapas el desarrollo cognitivo con el paso de los años, los resultados con el niño de 3 años se ajustan perfectamente con esta división al ubicarlo dentro de la etapa preoperacional debido a las características mencionadas en el párrafo anterior las cuales describen el modo en el que funciona el niño en este momento de su vida.

La dificultad para agrupar los objetos en base a sus características es otra manera en la que podemos notar que no han aparecido las operaciones concretas, en nuestro caso el niño señala que todos tienen la misma forma lo cual es suficiente para mantenerlos unidos en un mismo grupo, al no notar otra característica se evidencia lo que la teoría afirma y se acepta en mayor medida su ubicación en la etapa preoperacional.

El periodo de 5 años de edad también fue estudiado y los resultados aunque evidenciaron la teoría piagetiana no fueron tan claros como sí lo llegaron a ser los resultados para el niño de 3 años.

Nuevamente la conservación de la cantidad para el líquido y el sólido, los vasos con agua y la plastilina respectivamente, no se han adquirido, como era de esperarse. La noción de que el cambio de forma no cambia a su vez la cantidad no hace presencia en la forma en la que el niño ve el mundo, el vaso donde el agua tenía una mayor altura se convertía por esto mismo en el vaso con una mayor cantidad de agua y la plastilina cuya forma era más larga se asumía como la que poseía una mayor cantidad de material. La irreversibilidad como lo mencionan Gerric et al (2005) no ha hecho presencia y es por esto que el niño no comprende que la plastilina que fue modificada para pasar de bola a culebra sigue teniendo la misma cantidad y que en un pasado tenía la forma de bola, forma que para él sí tenía la misma cantidad al lado de otra bola del mismo tamaño. Ocurre de igual manera con la no apreciada conservación del líquido.

Si bien como en uno de sus trabajos Meece (2000) informa que para Piaget la adquisición de la conservación del número aparece a los 7 años cuando inicia la etapa de operaciones concretas la últimas investigaciones indican que los primeros inicios de los conceptos del número y el conteo pueden aparecer durante la etapa preoperacional lo cual se ajusta al resultado obtenido con nuestra muestra.

El niño de 5 años en nuestra práctica fue capaz de responder acertadamente cuando se distanciaron las monedas y se le preguntó si ambas filas tenían la misma cantidad; para poder hacerlo el niño recurrió al conteo lo cual no se esperaría desde la perspectiva de la teoría piagetiana pero que se ha comprobado en otras investigaciones (Meece, 2000).

Se pudo apreciar al momento del último ejercicio una complejización en la clasificación de los objetos con respecto al niño de 3 años. Notamos varios grupos separados a diferencia del único grupo propuesto por el niño menor pero se evidenció la teoría al saber qué característica se había utilizado para diferenciar los objetos, tan solo el color. La teoría nos dice que para esta edad aún hay dificultad para la clasificación y que es imposible para el niño poder agrupar en base a más de una característica relevante (Meece 2000) y para nuestro caso a pesar de que dentro de los grupos de colores se podían crear nuevos grupos en base a su tamaño o forma, para el niño sólo existía una característica al momento de la clasificación.

Gerric et al (2002) señala las características de la etapa preoperacional donde encajaría nuestro niño, además de su edad, las cuales a excepción de la conservación del número encajarían con la teoría.

Para el caso de la niña de 7 años podemos ver que está en un proceso de transición, según la teoría de Piaget, que marca la etapa preoperacional en un periodo que comprende desde los 3 hasta los 7 años, y la etapa de operaciones concretas entre los 7 y los 11 años de edad.

Es posible evidenciar esta transición en los resultados, encontrando características de ambas etapas, por ejemplo, en el primer ejercicio se encuentra un manejo de conservación numérica, y de los conceptos numéricos que como fue explicado anteriormente, en algunos casos, se presenta en la etapa preoperacional. A su vez, en los ejercicios de conservación de sustancias no se evidencia la irreversibilidad, también mencionada previamente, mientras que una de las limitaciones explicadas por Meece et al (2000) que es la centralización está presente, lo cual quiere decir que el infante se enfoca en un estímulo, en estos casos la apariencia, sin hacer inferencias sobre las transformaciones de la materia.

Por otro lado, en el tercer ejercicio muestra habilidades de clasificación que son para Piaget indispensables a la hora de entrar