El lenguaje del cambio
Enviado por Sandra75 • 24 de Abril de 2018 • 2.309 Palabras (10 Páginas) • 342 Visitas
...
Las lesiones del hemisferio derecho producen perturbaciones en las concepciones de las imágenes y del espacio y en la percepción general de la figura. Queda muy disminuida y hasta desaparece del todo la capacidad de síntesis y de integración.
4. Comprobaciones experimentales
Los pacientes pueden dar la impresión superficial de normalidad incluso cuando presentan graves lesiones en un hemisferio cerebral o cuando han sufrido la separación del cuerpo calloso.
Un experimento realizado por el investigador Galin, dejo fuera de toda duda el hecho de que las dos manos del paciente son dirigidas, por asi decirlo, por dos cerebros distintos, uno de los cuales domina con facilidad la concepción y reproducción de un conjunto, mientras que la mano derecha fracasa en el empeño.
Al igual que la capacidad manual condicionada por los hemisferios, se da también en cierto modo una capacidad óptica, es decir, las señales de las mitades derecha e izquierda de nuestra retina van a los hemisferios contralaterales (opuestos) de nuestro cerebro.
Lo mismo puede afirmarse, respecto del oído.
Se realizaron experimentos es pacientes que habían sido sometidos a comisurotomias, es decir la separación de trabecula o el cuerpo calloso.
Como era de esperar, la dificultad (o el impedimento) de la integración de los dos hemisferios causada por la separación del cuerpo calloso produce fenómenos de interferencia y conflictos.
Las consecuencias que se siguen de la comisurotomia demuestran que nosotros poseemos dos cerebros que pueden funcionar con mutua independencia. Esta diferenciación de las funciones cerebrales implica no solo que las dos mitades no responden de la misma manera a unos mismos incentivos del medio ambiente, sino que, además, cada una de ellas solo reacciona a aquellos estimulos que caen bajo su competencia. Todo intento por influir en uno de los dos hemisferios debe utilizar su “lenguaje” especifico, para que la señal o respectivamente la comunicación alcance su objetivo.
Podría replicarse que estos hechos, por muy interesantes que puedan ser, se refieren, sin excepción, al comportamiento de pacientes gravemente dañados.
Podemos, pues, sospechar que en los casos normales los dos hemisferios pueden conseguir un alto grado de integración y complementaridad no a pesar sino precisamente a causa de sus distintas especializaciones. Podemos además suponer, que probablemente cada hemisferio toma, por asi decirlo, la dirección en aquellos casos en los que, en virtud de su especialización, es mas competente que el otro para dominar una situación concreta.
Aduce Galin, dos nuevos modelos de interaccion hermisferica que contienen, con todo, el germen de conflictos entre los dos hemisferios:
- El hemisferio alcanza mas rápidamente la solución del problema, domina la eferencia y determina por tanto el comportamiento solucionador del problema
- El hemisferio que obtiene mas éxito en la consecución de recompensas se hace cada vez mas dominante
Galin propone para este modelo de interaccion la denominación “solución por motivación”, con lo que intenta decir que toma la iniciativa y determina el comportamiento el hemisferio para el que resulta mas importante alcanzar el resultado correspondiente.
Esto equivale a decir que vivimos la caleidoscópica variedad y multiplicidad del mundo de dos formas vivenciales no solo no son intercambiables sino que ni siquiera resulta posible traducir la modalidad de una a la de la otra.
Se halla aquí el germen del conflicto y la de la patología. Todo tiende, efectivamente, a indicar que la conexión interhemisferica a través de la trabecula es débil compara con la conexión intrahemisferica, y que en unas concretas y determinadas situaciones conflictivas los dos hemisferios quedan separados desde el punto de vista funcional y pueden entrar en mutua colision.
Las comunicaciones contradictorias provocan la comisurotomia funcional, creando asi conflictos de todo tipo.
La teoría de los hemisferios sugiera la hipótesis de que la separación conceptual entre procesos conscientes e inconscientes, asi como todas las secuencias que de aquella distinción fundamental se le derivaban a la patología y la terapia, están necesitadas de urgente revisión, que poseemos mas bien dos conciencias que, en el caso ideal, colaboran y se complementan en integración armonica en orden a la comprensión y adeciado dominio de la realidad, pero que, en los casos conflictivos, no pueden comunicarse entre si, porque les falta un lenguaje común.
5. Concepciones del mundo
Quien acude a nosotros en busca de ayuda, es porque, de alguna manera, sufre bajo el pedo de su relación con el mundo. Que sufre bajo el peso de su concepción o imagen del mundo, bajo la no resuelta contradicción entre lo que las cosas son y lo que, de acuerdo con su visión del mundo, deberían ser.
Quedan dos posibilidades:
- Una intervención activa, que acomoda en mayor o menos grado el medio ambiental a su visión del mundo
- Proceder a la inversa, es decir, acomodar su visión del mundo a los datos inmóviles.
La primera de estas dos soluciones puede muy bien ser objeto de consulta y asesoramiento, pero difícilmente de la terapia en sentido estricto: la segunda es, en cambio, el objetivo y la meta propia del cambio terapéutico.
¿Cómo actuar, pues cuando la realidad que debe cambiarse no puede concebirse objetivamente y existe siempre la posibilidad de ser diferente? Según Aristoteles, el consejo ofrece aquí una posible salida: Acudimos al consejo de otros en las decisiones importantes, cuando no confiamos en tener por nosotros solo el recto conocimiento. El consejo, es, pues, una tentativa por buscar soluciones a los problemas.
Ya decía Epicteto: “No son las cosas las que nos inquietan, sino las opiniones que tenemos de las cosas”; o en palabras de Hamlet: “en si las cosas no son buenas ni malas; solo el pensamiento las hace tales”. Según esto, habría una realidad, que es objetiva, porque existe fuera y con independencia de mi; y habría además otra realidad subjetiva, que es el resultado de mis opiniones y de mi pensamiento sobre la primera, es decir, de mi concepción de ella.
Las concepciones del mundo se sustraen a todo tipo de objetivación científica
...