LINGUÍSTICA Y DISCURSIVIDAD SOCIAL
Enviado por monto2435 • 1 de Abril de 2018 • 7.425 Palabras (30 Páginas) • 464 Visitas
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- PRIMER PRINCIPIO: LO ARBITRARIO DEL SIGNO.
El lazo que une el significante al significado es arbitrario, o sea, el signo lingüístico es arbitrario. Se accede en conjunto, no por separado.
Se ha utilizado la palabra símbolo para designar el signo lingüístico pero el símbolo tiene por carácter no ser nunca completamente arbitrario; no está vacío: hay un vínculo natural entre el significante y significado. Ej.: El símbolo de la justicia, una balanza, no podría reemplazarse por otro objeto cualquiera.
Cuando se dice arbitrario se quiere decir inmotivado, arbitrario con relación al significado, con el cual no guarda ningún lazo natural en la realidad.
- SEGUNDO PRINCIPIO: CARÁCTER LINEAL DEL SIGNIFICANTE.
El significante se desenvuelve en el tiempo y toma sus caracteres: a) Representa una extensión y b) esa extensión es mensurable en una sola dimensión; es una línea.
Los elementos del significante se presentan uno tras otro; forman una cadena.
NATURALEZA DEL SIGNO LINGÜÍSTICO. (BENVENISTE)
Saussure: El lazo que une el significante al significado es arbitrario, o sea inmotivado. No tiene nexo con la realidad. Las expresiones varían en el tiempo y en el espacio, y en consecuencia no tienen con aquella ninguna relación necesaria.
Entiende por significado al concepto, declara que “el signo lingüístico no une una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica” pero luego dice que la naturaleza del signo es arbitraria porque no tiene nexo natural en la realidad.
Benveniste: Ese razonamiento está falseado por un tercer término. Ese término es la cosa misma, la realidad. Si se plantea en un principio que la lengua es forma, no sustancia, hay que admitir –y Saussure lo afirma- que la lingüística es ciencia de las formas exclusivamente.
Entre el significante y el significado el nexo no es solidario; es necesario. El concepto (significado) es por fuerza idéntico al conjunto fónico (significante). Los dos juntos han sido impresos; se evocan en toda circunstancia.
El propio Saussure dice que “psicológicamente, nuestro pensamiento no es sino una masa amorfa e indistinta y los lingüistas han reconocido que sin el auxilio de los signos, seríamos incapaces de distinguir dos ideas de manera clara y constante. El pensamiento es como una nebulosa en donde nada está necesariamente delimitado. No hay ideas preestablecidas ni nada es distinto antes de la aparición de la lengua.”
Benveniste: A la inversa, el espíritu no adopta más forma sonora que la que le sirve de soporte a una representación identificable para él; si no, la rechaza. Entonces, el significante y el significado son en realidad dos caras de una misma noción y se componen como incorporante e incorporado.
El significante es la traducción fónica de un concepto; el significado es el correlato mental del significante. Esto asegura la unidad estructural del signo lingüístico.
Saussure dice de la lengua que es también comparable a una hoja de papel: el pensamiento es el anverso y el sonido el reverso; no se puede cortar uno sin al mismo tiempo cortar el otro. No podría aislarse el pensamiento del sonido ni viceversa.
Benveniste: Lo que es arbitrario es que tal signo, y no tal otro, sea aplicado a tal elemento de la realidad, y no a otro.
Saussure muestra que puede hablarse a la vez de inmutabilidad y mutabilidad del signo. Inmutabilidad porque, siendo arbitrario, no puede ser puesto en tela de juicio en nombre de una norma razonable; mutabilidad porque, siendo arbitrario, siempre es susceptible de alterarse.
Benveniste: No es entre significante y significado donde la relación al mismo tiempo se modifica y permanece inmutable, sino entre signo y objeto; es la motivación objetiva de la designación sometida a la acción de diversos factores históricos. Lo que Saussure demuestra sigue siendo cierto pero acerca de la significación, no del signo.
La elección que recurre a tal segmento acústico para tal idea no es arbitraria; este segmento acústico no existiría sin la idea correspondiente y viceversa. En realidad, por más que hable de “idea”, Saussure piensa siempre en la representación del objeto real y en el carácter no necesario, inmotivado, del nexo que une el signo a la cosa significada. La prueba de esa confusión está en cuando dice que si este no fuera el caso, la noción del valor perdería algo de carácter ya que contendría un elemento impuesto desde afuera.
Benveniste: elemento impuesto desde afuera es la realidad objetiva. Si se considera el signo en sí mismo, y en tanto portador de un valor, la arbitrariedad queda eliminada ya que los valores quedan enteramente “relativos”, pero se trata de saber cómo y en relación con qué. El valor es un elemento del signo; si el signo no es arbitrario se sigue que el carácter “relativo” del valor no puede depender de la naturaleza arbitraria del signo.
Debe considerarse el valor como un atributo de la forma y no de la sustancia. Los valores son relativos los unos con respecto a los otros. Esta es una prueba de la necesidad. Ya no se trata del signo aislado sino de la lengua como sistema de signos. Quien dice sistema dice ajuste y adecuación de las parte en una estructura. La relatividad de los valores es la prueba de que dependen estrechamente uno del otro en la sincronía de un sistema.
Los valores son de oposición y no se definen más que por su diferencia. Se mantienen en mutua relación de necesidad. Una oposición está sostenida de necesidad.
El signo encierra un significante y un significado cuyo nexo debe ser reconocido como necesario.
Principio estructural de la lengua: El carácter absoluto del signo lingüístico así entendido rige a su vez la necesidad dialéctica de los valores en constante oposición.
EL VALOR LINGÜÍSTICO
- La lengua como pensamiento organizado en la materia fónica
La lengua tiene dos elementos en su funcionamiento: ideas y sonidos.
Psicológicamente nuestro pensamiento no es más que una masa amorfa e indistinta. Sin la ayuda de los signos, seríamos incapaces de distinguir dos ideas. El pensamiento es como una nebulosa donde nada está delimitado. No hay ideas preestablecidas, nada es distinto antes de la aparición de la
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