La fórmula para el ÉXITO EN EL TRABAJO

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11. ¿Qué enseñó Pablo respecto del servicio prestado bajo un patrono, un jefe, capataz o supervisor? Colosenses 3:22-24; Tito 2:9-10.Aunque las instrucciones de Pablo iban dirigidas especialmente a los cristianos esclavos, los mismos principios son aplicables a nuestro desempeño en un empleo. Cualquiera que sea nuestra labor asignada, cumplámosla como si nuestro jefe inmediato fuera Jesucristo: Hagámoslo “de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Cooperemos con entusiasmo. Procuremos agradar al jefe haciendo las cosas como él dice. Estemos dispuestos a hacer más de lo exigido.

Recuérdese también que para conservar el empleo una de las cosas más importantes es tener buenas relaciones con los demás. No hay que ser adulador ni hipócrita, pero sí cooperar y mostrar una actitud sincera de interés por el patrono, el supervisor y los compañeros de trabajo. Nuestra actitud positiva y nuestro buen ánimo ayudarán a los demás a desempeñarse mejor también.

12. ¿Hemos de esperar una buena remuneración si no la merecemos? Ver el principio en Marcos 4:24. Si nosotros no escatimamos nuestro trabajo, el patrono tampoco escatimará el sueldo. Si lo hace, seguramente habrá otro dispuesto a pagar lo que vale nuestro trabajo.

La manera de ganar un sueldo mejor es valer más. Sea un empleado valioso. No arrastre los pies con actitud de aburrimiento y fastidio por la misma rutina. ¡Sea enérgico! ¡Produzca! Estudie para superarse. Tome cursos nocturnos o busque libros que le enseñen más acerca de su campo de trabajo.

Aplíquese de todo corazón y demuéstrele al jefe que tiene el deseo y la capacidad de trabajar y de desempeñarse a la maravilla. Haga su parte y Dios lo bendecirá.

13. ¿Cómo es el perezoso para quienes lo contratan? Proverbios 10:26.

Esta persona sencillamente no cumple sus tareas. Por lo tanto, si logra conseguir un puesto no recibirá gran sueldo.

14. ¿Qué debe hacer el perezoso para aprender a tener iniciativa? Proverbios 6:6-9.

Muchos no comprenden el punto principal de este pasaje. Habla, ciertamente, de la diligencia. Pero nótese el versículo 7. La hormiga no sólo trabaja sino que lo hace sin tener “jefe, ni capataz, ni amo” (Biblia de .Jerusalén).

Nosotros que tenemos la capacidad de pensar y razonar debemos hacerlo mucho mejor que un simple animal que actúa movido por el instinto. El empleado debe ser previsivo, sabiendo de antemano lo que habrá que hacer y trabajando diligentemente aunque el jefe no esté observándolo.

15. ¿Quién es el empleado que terminará dirigiendo a los demás? Proverbios 12:24. ¿Cuál será el destino del holgazán? Mismo versículo, última parte.

Trabajemos sin esperar que se nos mande, o bien cumplamos nuestras funciones tan pronto como se nos indique la manera. Hagámoslo bien la primera vez. Sea usted una persona que aumenta la producción de su jefe y de sus colegas. Cuando lleguen los ascensos y los aumentos de sueldo, se tendrá en cuenta a una persona así.

16. El individuo que realmente se aplica, ¿llegará a estar en compañía de los notables? Proverbios 22:29.

17. ¿Fue José un joven industrioso que recibió grandes responsabilidades? Génesis 39:2-6, 22-23; 41:39-44.

¿Estamos dispuestos a hacer el esfuerzo de imitarlo’? José fue un trabajador diligente, que sirvió y obedeció a Dios. Y aunque sufrió duras pruebas, hizo siempre lo mejor que pudo, aun en circunstancias limitadas. Obedeció a Dios y Dios lo bendijo abundantemente. Llegó a ser primer ministro de Egipto (ver Hebreos 11).

Si verdaderamente le creemos a Dios, si nos proponemos aplicar los principios bíblicos que acabamos de estudiar y si tratamos de agradar a Dios en otros aspectos de nuestra vida tal como lo revela su Palabra, ¡El promete bendecimos!

El apóstol Pablo lo resume así en Hebreos 11:6: “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.