PSICOLOGÍA ANORMAL: EL PROBLEMA DE LA CONDUCTA INADAPTADA

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Varios autores han propuesto diversos criterios de normalidad. Ardila (1993, como se citó en Mustaca y Gandolfi, 1995) presenta 3 criterios que separan la línea que hay entre lo normal y anormal; el primero es el estadístico, que entiende por normal el término medio, es decir “la persona que se comporta como los demás de su grupo de referencia”. (Ardila, 1993 en Mustaca y Gandolfi, 1995). El segundo criterio es el teleológico; que sigue los hábitos e ideales de su propia cultura y, el tercero y último es el clínico, el cual entiende que es normal aquella conducta que no presenta signos ni síntomas de enfermedad y presenta una buena adaptación consigo mismo y con los demás. (Ardila, 1993 en Mustaca y Gandolfi, 1995).

Sin embargo es necesario resaltar que no hay ningún criterio que defina como tal la anormalidad-normalidad, es evidente que ninguno de los criterios es capaz de abarcar por si solo la amplitud de lo que es realmente considerado normal-anormal, aun así son sumamente necesarios y al mismo tiempo insuficientes para poder definirlo. Así lo sugieren Belloch, Sandín y Ramos (1995) al afirmar que sería deseable un único criterio de anormalidad, pero ninguno por separado resultaría suficiente para tomarlo como punto de referencia para la determinación del objeto de la psicopatología.

Partiendo de las cuestiones ya expuestas, podría decirse que hoy más que nunca se ha popularizado y difundido deliberadamente definiciones del entorno psicológico. Sin embargo, no todo el mundo sabe identificar apropiadamente lo que es normal a lo que es anormal. En otras palabras el manejo de criterios “científicos” para diferenciar una condición psicológica adecuada de lo que sería una condición psicológica inadecuada, no es de uso común. Esto se hace evidente cuando coloquialmente utilizamos calificativos equivocados como “loco” “enfermo mental” para referirnos a diferentes condiciones psicológicas o a diferentes patrones de comportamiento. Como ya lo hice notar desde un principio, en la psicología no se ha encontrado una definición satisfactoria y exacta de lo que es considerado normal- anormal, esto, por la diversidad de enfoques y criterios ya existentes que se basan en opiniones y por qué no? (tal vez) en prejuicios del observador. Terminare diciendo que más allá de utilizar los términos exactos que desde las diferentes modelos psicológicos y escuelas se puedan elaborar. Siempre estaremos refiriéndonos a un estado de nuestro ser en la cual prevalecen pensamientos sentimientos y emociones.

Referencias

Belloch, A., Sandín, B., Ramos, F. (1995) manual de psicopatología v. 1, Madrid: Mc Graw Hill.

Fuentenebro de Diego, F., Vázquez, C. (1990) Psicología médica, psicopatología y psiquiatría Madrid: McGraw – Hill.

Mustaca, Alba Elisabeth; Gandolfi, Enrique; (1995). El problema de la conducta normal. Revista Latinoamericana de Psicología, 103-112.

Szasz, T. (2001) ideología y enfermedad mental. Amorrortu,