¿Por qué el histérico y el obsesivo son la pareja perfecta?

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que las personas estén sumamente interesadas en su vida.

Después de esto es probable que surja la duda de ¿Cómo es un obsesivo? Y ¿Cómo es que estas dos estructuras se pueden llevar tan bien?

“El individuo obsesivo está envuelto en un conflicto entre obediencia y desafío. Es como si constantemente se estuviera preguntando. ¿Debo ser bueno, o puedo ser malo?” (MacKinnon, 1988)

Lo que provoca este conflicto es que la persona esté en un constate cambio de pensamientos, sentimientos y emociones como miedo e ira. Podemos ejemplificar estas emociones con las acciones que les gustaría hacer.

Es muy probable que sienta miedo por un desafío que lo llevará, inmediatamente, a la obediencia. Mientras que la ira aparecerá por tener que cumplir con las órdenes de las demás personas, dejando a un lado lo que esta persona le gustaría o quisiera hacer.

También es importante distinguir que, para el psicoanálisis, el obsesivo tiene a flor de piel las pulsiones de vida y de muerte, el problema aquí es que no puede haber un equilibrio entre ambas, lo que hace que exista un desajuste e inevitablemente suelan tener más peso o poder las pulsiones de muerte. Esto lleva a dichos sujetos a ser en algunas ocasiones impulsivos o muy reservados.

“La persona obsesiva ha de mantener sus emociones contradictorias y de hecho todas las emociones en general lo más secretas posible, y aun secretas no solamente frente al terapeuta, sino también frente a sí mismo. Esto conduce a uno de sus mecanismos de defensa más característicos, esto es: el aislamiento emocional. Prefiere operar, en efecto, como si la emoción no existiera, y trata de sentir con la mente” (MacKinnon, 1988)

El obsesivo suele usar el intelecto a su favor para ocultar a la perfección sus sentimientos, haciendo notar más lo que sabe y la forma en la que realizó alguna acción o logro importante, que lo qué lo llevó a realizar dicha acción u actividad.

A los obsesivos, les gusta tener el control en todo, aprovechan las relaciones sexuales para poder ser personas dominantes sin problema alguno, consideran la cama como el mejor terreno para demostrar de qué están hechos sin tener que demostrar ningún tipo de sentimiento.

“Incapaz de experimentar cariño y afecto, el obsesivo los substituye por respeto y seguridad. Esto conduce a un deseo de apego dependiente a otros, pero es el caso que esta dependencia es percibida como una forma de sumisión y falta de adaptación” (MacKinnon, 1988).

Suelen estar sumamente al pendiente de sus parejas poniéndoles toda la atención que ellos pidan o necesiten, lo que los hace ser un poco posesivos.

“Tanto en la histeria como en la obsesión el goce inconsciente en juego es de carácter narcisista. Pero mientras en la histeria se expresa en la alienación al deseo del otro –la histérica está a merced del deseo del otro para colmar imaginariamente su falta– el obsesivo se retrae, se aísla emocionalmente para defenderse.” (Wechler, 2016)

Aquí podemos ver un claro ejemplo de su forma de ser la pareja ideal, la histérica empezará por darse a desear por tener una actitud sumamente seductora, para que el obsesivo empiece a sentir interés por ella y de esta forma ponga toda su atención en ella, con esto ella muestra solo la parte de sus falsas emociones y, esto le ayuda al obsesivo a enfocarse solo en ella y de esta manera ocultar todo lo que pueda llegar a sentir.

“Puede reemplazarse una forma de amor por otra, pero no es posible para el ser humano realizarse plenamente sin amor. Por este motivo todos aspiran a amar y a ser amados. Por desgracia, no todos logran esto con la misma felicidad y muchos fracasan por completo.” (Lepp, 1991)

Con esto podemos decir que estas dos estructuras buscarán satisfacer sus deseos, de formas distintas, según sus propias necesidades e intereses, si esto se logra hacer de manera satisfactoria ambas estructuras, habrán encontrado el amor según su propia definición. Esto no será fácil para ninguno de los dos, pero es probable que sea más fácil estar juntos por las características antes mencionadas, que con parejas con sus mismas estructuras que estarán buscando las mismas cosas que ellos buscan y que por ende no podrán resolver de forma efectiva.

De forma tortuosa la relación podría manejarse de una manera similar a esta: ella será una eterna insatisfecha, mientras que el hará todo por complacerla y hacerla sentir amada. Y seguirán en ese juego en donde ella pide más y más, mientras que el buscará satisfacer sus necesidades y además podrá estar eternamente al pendiente de su pareja.

Bibliografía

Anaya, N. C. (2011). Diccionario de psicología . Bogotá : ECOE EDICIONES .

Lepp, I. (1991). Psicoanálisis del amor . Argentina: Carlos Lohlé.

MacKinnon. (1988). Psiquiatría clínica aplicada. México : Interamericana .

Nasio, J. (1990). El dolor de la histeria . Buenos Aires : Paidos .

Vacarezza. (2002). El trabajo analitico . Síntesis .

Wechler, E. (3 de Abril de 2016). Imago Agenda . Obtenido de http://www.imagoagenda.com/articulo.asp?idarticulo=1901