Trastornos de la funciones psiquicas
Enviado por Helena • 22 de Febrero de 2018 • 10.511 Palabras (43 Páginas) • 524 Visitas
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Específicos:
a) Labilidad emocional: ocurrencia de rápidos y a veces contradictorios cambios emocionales, resultado de un deficiente autocontrol ante eventos o situaciones estresantes, a veces objetivamente inocuos. Incluye accesos de risa o llanto, cubriendo un amplio espectro en cuanto a intensidad se refiere. La variedad extrema es la llamada incontinencia emocional, presente con más frecuencia en síndromes orgánico – cerebrales. El rango, sin embargo, es sumamente amplio, pues el síntoma se presenta también en cuadros psicóticos, neurosis diversas, desórdenes de personalidad y hasta en individuos normales.
b) Ambivalencia afectiva: consiste en la ocurrencia simultánea y no deliberada de emociones o sentimientos opuestos, aparentemente inconciliables, en zonas más o menos accesibles del campo consciente.
Un rasgo fundamental es que los sentimientos conflictivos[1]∗ se originan en un mismo objeto y naturalmente se refieren también casi exclusivamente a él. Vista en formas graves de psicosis esquizofrénica, la ambivalencia puede presentarse también, sin embargo, en cuadros de menor severidad.
c) Apatía: se define como la incapacidad más o menos prolongada de experimentar sentimientos, una genuina cerrazón de la vida afectiva, con preservación de otras capacidades, entre ellas la cognoscitiva. Es la carencia de afecto o de su expresividad anímica, incapacidad para gozar o sufrir, vista en situaciones de estrés intolerable, neurosis severas, psicosis o estados demenciales; en estos últimos, el individuo no se percata de su estado, anulada como está, su función cognoscitiva. Una forma clínica interesante de apatía es la que se ve en personas que, en medio de los rigores de una experiencia traumática, se muestran completamente indiferentes respecto a su suerte y no intentan modificarla ni por medio de la lucha o de la fuga, modalidades básicas de resolución del estrés.
d) Inversión de los afectos: implica cambios significativos del devenir de los sentimientos en un individuo, generalmente con la irrupción de fenómenos totalmente opuestos a los que anteriormente presidían su relación con otras personas. El cambio puede ser gradual (y comprensible) o súbito y, por lo mismo, de más difícil explicación. El diagnóstico será mas severo cuanto más dramático sea el cambio afectivo. Un ejemplo característico es el que acompaña al síntoma central del llamado síndrome de Capgras: el individuo concluye que sus familiares cercanos no lo son en realidad y despliega conductas y afectos claramente adversos. La mayoría de pacientes que experimentan inversión de afectos presenta patología francamente psicótica.
Percepción
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Considerada como el primer puente entre la vida interior del individuo y su realidad circundante, a través de la función sensorial, la percepción va más allá del acto puramente fisiológico para vincularlo con la aprehensión de la significación del objeto percibido. Se trata, de un acto intencional, que entraña reactividad a estímulos externos y cenestésicos y captación e interpretación consciente de éstos a través de una compleja trama de operaciones fisiológicas y mentales.
La percepción requiere integridad anatómica y funcional del SNC y de sus órganos sensoriales especializados para propiciar fenómenos normales; en el momento actual puede hablarse también de que requiere integridad molecular y bioquímica, en la medida en que se confirma cada vez más importante rol de los neurotransmisores, tanto en la terminaciones conexiones de conexiones neuronales de captaciones cuanto en el registro cerebral que interpreta, discrimina, relaciona y adapta los preceptos de la realidad consciente. Por otro lado, existe acuerdo en que el estilo perceptivo de cada individuo se forja en las experiencias tempranas de estimulación (a través de integradores neurofisiológicos diversos) y en el conjunto de experiencias que en esta área ofrece el ambiente circundante. De otro lado, algunos autores definen percepción en términos similares a cognición. Esta es una opinión equivocada, por canto cognición incluye un conjunto mucho más amplio de fenómenos, que se extiende al área de las funciones propiamente intelectivas, a la conciencia y al juicio. Cognición entraña, pues, percibir, comprender y juzgar, funciones que poseen, por sí mismas, complejidad y características propias.
Trastornos de la percepción
Las anormalidades de la percepción que con más frecuencia se encuentran en el campo clínico se clasifican en diferentes grupos:
Distorsiones
A) Anormalidades en la intensidad de las sensaciones y percepciones, tales como hiperestesia, hipoestesia y anestesia. Los términos se explican por sí mismos y se aplican a cualquiera que sea el órgano sensorial aparente o realmente afectado. Los tres estados pueden ser resultado de emociones intensas o alteración de umbrales fisiológicos que tornan a los estímulos sumamente fuertes o sumamente débiles, según el caso. Así, un paciente esquizofrénico puede percibir el sonido de un teléfono como si fuera un sonoro chasquido; un hipocondríaco reaccionar con exagerado dolor a la presión del tensiómetro, o un individuo ansioso, pensar que sus interlocutores le hablan susurrando.
B) Anormalidades de la cualidad, consistentes en la extensión de determinado tipo de percepción a varios o todos los demás ámbitos de la actividad perceptiva y/o psicológica del individuo. Los ejemplos más típicos se dan en el área de la visión y pueden citarse entre ellos la xantopsia, cloropsia, producidas por niveles tóxicos de bilirrubina, xantosina u otros compuestos experimentados por personas muy enfermas o sumamente debilitadas.
C) Anormalidades de la forma espacial o dismegalopsias, con variedades tales como macropsia (distorsión visual en la cual los objetos se perciben mucho más grandes de lo que realmente son). Metamorfopsia (alteraciones simultáneas de forma y tamaño en un mismo objeto) poliopia (percepción visual multiplicada). Este tipo de alteraciones casi siempre obedecen a causas físicas que pueden ir desde problemas retinianos y desórdenes de acomodación y convergencia, a lesiones específicas del lóbulo temporal. Ocasionalmente, cuadro tóxicos como los producidos por agentes como atropina o hioscina (intoxicación anticolinérgica) dan lugar a dismegalopsias.
Seudopercepciones
Se llama así a mal interpretaciones de estímulos u objetos, existentes
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