AUTISMO Guía para padres y profesionales Matías Cadaveira/ Claudio Waisburg.

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La sospecha del autismo es difícil de identificar, ya que al nacer no se muestran diferencias atípicas, el autismo se manifiesta en la manera específica de comprender, expresarse, pensar y actuar que resulta muy diferente de la mayoría de las personas.

El autismo cuando se detecta a temprana edad puede ser favorable el diagnóstico para el desarrollo de los niños, pero no solo se necesita de un buen tratamiento y educación especial, también se requiere que la sociedad y los medios de comunicación, actualmente se ha estado empleando el término “autismo”, de acuerdo con la ONU de forma discriminatoria por lo que la organización instó a la población de todo el mundo a eliminar estos prejuicios, para que la sociedad pueda brindarles respeto, aceptación, seguridad, oportunidades y afecto.

A pesar de que existen diversos tratamientos para el TEA, el autor nos proporciona principios educativos para tener en cuenta en cualquier tratamiento, como lo son: trabajar con la persona con TEA y su familia dentro de la sociedad, considerar a los padres como pilares fundamentales y ubicarlos como organizadores más importantes de sus hijos, las intervenciones terapéuticas para personas con TEA no deberían comenzar y terminar en un consultorio, sino extenderse a los hogares y escuelas, las intenciones y enseñanzas deben abarcar todos los aspectos de vida del paciente, y la atención educativa debería ser también continua y abarcar todas las etapas del ciclo vital de la persona con TEA o SA (Síndrome de Asperger) y debe ser especifica en cuanto a los objetivos del tratamiento.

La escuela se ha convertido en un obstáculo para los que tienen TEA, ya que ha ido cerrando puertas a los alumnos, y los padres se han visto obligados a mentir para poder integrar a sus hijos, lo que se ha venido implementando es la integración escolar, en la actualidad el autor menciona que se trata como necesidades educativas especiales pero dice también que debería ser necesidades educativas individuales, esto desde la perspectiva de que el autismo no siempre tiene las mismas características ni desarrollo.

En las escuelas existe cierta discriminación hacia los niños que tienen TEA, esto influye demasiado ya que en lugar de tener una integración se genera la violencia escolar o el bullying, en ocasiones los niños con TEA no son conscientes de que están siendo acosados, pero el punto es que los profesores, padres y hasta los directivos de la escuela deben monitorear activamente las situaciones sociales en que pueda darse el acoso. En ocasiones las personas con TEA pueden causar situaciones problemáticas, porque como decía el padre de un niño con TEA, “si él está bien, nosotros estamos bien, pero si él está mal, nosotros estamos mal”. El autor recomienda que tanto los profesionales como los familiares de personas con TEA mantengan esa integración social y educativa, para que todos tengamos conciliación, sensibilidad, información adecuada y formación acerca de este tipo y otros trastornos que afectan el desarrollo.