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Un antiguo dicho dice que a veces ni nosotros mismos nos conocemos, y eso es cierto, a veces decidimos ignorar quiénes somos realmente, pero es importante saberlo, es vital el entendernos para hallar el elemento; además, estamos ajustados al molde de que la persona exitosa, buena o inteligente es la que es buena en determinadas materias (las científicas por ejemplo); sin embargo, no nos podemos cerrar porque hay varios tipos de inteligencia, no solo es inteligente la persona que tiene éxito en cursos numéricos o científicos, todas las personas son diferentes y tienen habilidades e inteligencias variadas, en unas personas un tipo de inteligencia predomina sobre la otra.

Hay que saber descubrir cuáles son nuestras verdaderas habilidades, hay que buscarlas. Hay cosas que hacemos que parecen inusuales o de poca importancia, pero que en realidad pueden revelar parte de nuestros talentos, parte de nuestro verdadero yo. En la búsqueda del elemento nos encontramos a nosotros mismos, cabe resaltar que cada persona es un mundo, cada una tiene habilidades e inteligencia distintas y lo mejor es que cada una encuentre eso para lo que es buena, que cada quien busque y desarrolle su elemento.

La inteligencia y la creatividad se encuentran unidas. La inteligencia debe de ser creativa, la creatividad nos ayuda a resolver problemas o a crear diseños o soluciones; uno de los grandes fallos es creer que son raras las personas creativas y que uno no posee esa habilidad, pues cuando éramos pequeños poseíamos mucha creatividad, al ir creciendo fuimos perdiéndola porque nos íbamos acostumbrando a que solo los niños son imaginativos. Debemos de poner en marcha nuestras ideas, descubrir nuestra inteligencia y nuestra creatividad. Todos los seres humanos son creativos, pero su creatividad se basa en los intereses personales y aptitudes que adoptemos, que seamos felices en lo que hacemos, es la clave del éxito.

La zona a la que se refiere el libro es estar conviviendo con nuestro elemento, estar trabajando en lo que queremos, lo cual producirá en nosotros un efecto de querer siempre dar lo mejor, y el hacer lo que deseamos hará que nuestro trabajo no sea tan cansados y tediosos. Aquí es donde realmente podemos conocernos, abrirnos, no ser tan orgullosos, y ejercer la actividad con facilidad por las habilidades naturales. También debemos de encontrar nuestra tribu, que se refiere al dominio, es decir a las actividades a las que nos dedicamos, por lo que, para ejercer nuestro elemento debemos de entrar en contacto con las personas que ejercen tales actividades y tal vez colaboren con nosotros, además, nos sentiremos en nuestro ambiente. También debemos tener en cuenta el campo, el cual son las personas que se dedican al dominio que me interesas, puede ser bastante útil en el tema de amigos y conexiones.

La opinión que tiene los demás del asunto también es clave, pero también nuestra actitud y opinión de nosotros mismos es vital; muchas personas no se deciden a dedicarse a lo que aman porque no se tienen confianza a ellos mismos o porque temen al fracaso, no quieren salir de su propia zona de confort, no quieren arriesgarse, por eso la pasión que sentimos por nuestro elemento es vital, y se exige determinación, perseverancia y paciencia para poder lograrlo. Otro aspecto que influye mucho en nosotros, son las personas que nos rodean, familias, amigos, es frecuente escuchar el hecho de que muchos jóvenes siguen carreras que no son de su agrado porque la verdadera carrera que les gusta no les agrada a sus papás, no la consideran de éxito, además, se teme el hecho a que nos rechacen las personas por no estar dentro del molde.

Un ejemplo de lo anterior fue el caso del famoso escritor Paulo Coelho, él quería ser un escritor ya que estaba convencido que ese era su elemento, sin embargo sus padres pensaban que solamente lograría alcanzar éxito si se convertía en abogado (hay que recordar que hay muchos prejuicios acerca de las carreras de arte o cultura ya que se considera que nunca daría económicamente lo que dan las más típicas, nos podemos dar cuenta de que el éxito se mide mucho por las personas en base al dinero que se obtenga de una profesión); al final, Paulo siguió con la firme convicción que lo que sus padre querían no era lo que él quería y decidió escribir; hoy sus obras han tenido un gran número de éxito, y probablemente no hubiera podido conseguir la satisfacción que tiene si se hubiera dedicado a la abogacía (uno es el que va a vivir su vida, no las demás personas, por eso es uno el que debe de decidir cómo la quiere vivir).

Otras personas se quejan del hecho de que parecen no encontrar para lo que realmente son buenos y lo que realmente les gusta, pero eso sucede porque no han tenido la determinación necesaria para arriesgarse a buscar, no han querido salir de su zona de confort por miedo al fracaso o a los demás. La mayoría de seres humanos queremos encajar en la vida, no sentirse parte del grupo es una de las cosas más difíciles que nos puede pasar, por eso, cuando creemos que nuestro elemento es algo que no encaja precisamente en el molde de la sociedad o que nuestras opiniones no son bien recibidas, entonces solemos abandonarlas y apegarnos al grupo; pero hay que acordarnos que lo que hace feliz a uno no hace feliz al otro, hay que luchar por lo que nosotros queremos independientemente de lo que quieran o busquen los demás.

Se destaca en el libro que varias personas atribuyen el éxito a la suerte, dice que, aunque las personas hayan tenido talento, también tuvieron oportunidades, sin embargo, en el libro se señala que tiene que ver más con la actitud y determinación de lograr nuestro elemento, se trata de crear y buscar oportunidades, tener un papel activo, de tener la pasión para intentarlo.

Por nosotros mismos puede ser difícil encontrar nuestro elemento porque como dijimos en el principio, puede ser que no nos conozcamos a nosotros mismos, por eso, alguien objetivo puede ver dónde es que hay potencial en nosotros, entre esas personas se encuentran las que nos ayudan a reconocer cuáles son nuestras habilidades, talentos o aptitudes. Puede ser que nosotros tengamos una idea para lo que somos buenos, pero no nos damos cuenta de pequeñas sutilezas que realmente nos revelan en que campo en específico nos podemos dedicar. A veces las personas que está a nuestro alrededor pueden ayudarnos a definir nuestro elemento, pues ven cosas que talvez nosotros no consideremos.

También, están las personas que nos ayudan con estimulo, nos ayudan para que no nos rindamos y que no tiremos la toalla, ya que para el elemento también se requiere perseverancia para alcanzar la meta es vital seguir, no rendirse y apoyo que estimule. Otro de los ayudantes en el proceso