Alienación Parental.

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Donde no se lucha por el bienestar de los hijos sino por la pertenencia de ellos, “el concepto de “custodia” se transforma en sinónimo de propiedad y el de “de convivencia” en la limitación de ese derecho” (Ortega, 2012).

“El divorcio representa el fin de la relación pero no debe ser el fin de la familia” (CNDH, 2011), puesto que existen hijos que dependen de ambos padres, y se encuentran en medio de problemas de adultos; generalmente el enojo o resentimiento que se tiene hacia la expareja, conlleva a indeterminables conflictos legales, que perjudican la convivencia entre padres e hijos.

Se debe entender que se puede cambiar de pareja, una y otra vez, pero se debe comprender que no se puede cambiar de padres, y ese vínculo no se puede romper, es para siempre, educar a los hijos es un papel que corresponde a ambos progenitores, tener hijos no es una obligación, pero ser padres, si lo es.

Emocionalmente se afecta a los hijos, pero también se debe tomar en cuenta que desde el aspecto legal, el padre que es alienador incurre al violentar los derechos de los niños, al destruir la relación del padre no custodio con sus hijos, desafortunadamente no hay leyes que sean más coercitivas con los padres alienadores.

La Alienación Parental, es un tema nuevo en los juzgados de lo familiar, aunque definitivamente no es un problema reciente, “este tema es poco conocido en México, sin embargo, está presente en los matrimonios que enfrentan un proceso de divorcio donde las principales víctimas son los hijos” (Union, 2013).

Existen propuestas para frenar esta violencia contra los menores; la Diputada Federal Karina Labastida Sotelo en su informe propone que: “Las autoridades judiciales y padres de familia conozcan y entiendan todo lo que implica la Alienación Parental, a fin de que en nuestro país se legisle al respecto” (Prensa, 2013).

“La secretaria de la Comisión de Justicia destacó que naciones como España, Argentina y Colombia, ya sentaron las bases para legislar sobre este tema. Actualmente, sólo Chile cuenta con una ley para prevenir y combatir este fenómeno social” (Prensa, 2013).

“La Cámara de Diputados aprobó el dictamen que reforma el Código Civil Federal, a fin de establecer que en caso de divorcio o separación los cónyuges se abstengan de manipular a los hijos menores de edad, lo que se denomina alienación parental” (7, 2014).

La reforma subraya que la sentencia de divorcio o de custodia decretará las medidas necesarias para prevenir o erradicar las conductas de alienación parental.

La protección para los menores incluirá las medidas de seguridad, seguimiento y terapias necesarias para evitar y corregir los actos de violencia familiar.

(CCF, 2015) En El artículo 283, menciona que “Durante el Divorcio se fijara la situación definitiva de los hijos, se resolverá sobre los derechos y obligaciones sobre la patria potestad, su pérdida y custodia de los hijos”.

Durante el proceso de divorcio el juez tendrá que velar por los derechos del menor, dándole seguimiento en atención psicológica, armonía familiar y libre de violencias para evitar la alienación parental y que los padres e hijos tengan una sana convivencia en armonía, el (CCF, 2015) en el Art. 283 menciona lo siguiente al respecto “La protección para los menores incluirá las medidas de seguridad, seguimiento y terapias necesarias para evitar y corregir los actos de violencia familiar”.

(CCF, 2015) En el Art.411 hace referencia a “Quien ejerza la patria potestad, debe procurar el respeto y el acercamiento constante de los menores con el otro ascendiente, en consecuencia deberá evitar cualquier acto de alienación parental”. Los actos de alienación pueden ser los siguientes:

Signos de alerta en los padres según (Ortega, 2012):

- Impedir que el otro progenitor ejerza el derecho de convivencia con sus hijos.

- Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del hijo, aludiendo cuestiones de pareja que no tienen injerencia con el vínculo parental.

- Implicar al propio entorno familiar y a los amigos en los ataques a su pareja.

- Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.

- Incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo hacia el otro progenitor.

- Influir en los niños con mentiras sobre el otro progenitor, llegando a asustarlos.

- Operar con gran resistencia al examen de un experto independiente.

- No obedecer sentencias dictadas por los tribunales.

Regularmente los padres alienadores, utilizan cualquier medio para borrar la imagen del progenitor que no tiene la custodia, sin importar los sentimientos de los hijos; su objetivo es eliminar la herida profunda que dejo la pareja, por lo que hacen creer a los hijos que su presencia basta para colmar la función paterna y materna.

Síntomas en los hijos según (Ortega, 2012):

- Campaña de denigración. El niño está obsesionado con odiar a uno de sus progenitores.

- Justificaciones débiles, absurdas o frívolas para el desprecio. El niño plantea argumentos irracionales o ridículos para no querer estar cerca de uno de sus padres.

- Ausencia de ambivalencia. No existen sentimientos encontrados; todo es bueno en un padre y malo en el otro.

- Fenómeno del pensador independiente. Los niños afirman orgullosamente que su decisión de rechazar a uno de sus padres es completamente suya; niegan cualquier influencia del padre aceptado.

- Apoyo reflexivo al progenitor alienante. Los niños aceptan incondicionalmente la validez de las alegaciones del padre aceptado contra el odiado.

- Ausencia de culpa hacia la crueldad del padre odiado.

- Presencia de argumentos prestados. Usan palabras o frases

Que no forman parte del lenguaje de los niños.

“Los menores de edad, por lo regular, aseguran que el padre o madre ausentes lamentarán la situación personal por la que atravesaron, puesto que, se insiste, el principal sentimiento de los infantes afectados por alienación parental es de abandono”