TRABAJO DE INTEGRACIÓN- DUELO PARENTAL DESDE UNA MIRADA ESTRUCTURAL

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Existen tipos de duelo vividos por la familia: el duelo normal y el duelo patológico o complicado. En cuanto al primero, existen sentimientos y conductas propias de una pérdida al ser una reacción normal, aunque sus manifestación sean inusuales. En cuanto al segundo, sería propio de este mostrar anomalías que se prolongan en el tiempo o derivan a otro tipo de problema. Sería entonces la intensificación del duelo, en donde ocurren conductas desadaptativas o permanece el mismo estado sin avanzar ( Alina,S.F.).

En cuanto a la familia en su totalidad, la pérdida de un ser querido implica una amenaza inminente para este sistema, por lo cual se debe vivir un duelo que reacomode el sistema para que este pueda sobrevivir (Apraiz, 2005). Cabe destacar que abordaremos el duelo desde un sentido más amplio no sólo en torno a la muerte de un ser querido sino más bien a la pérdida de este en general. Dentro de esto se incluirá desde el duelo normal hasta el patológico.

En cuanto al duelo parental desde una perspectiva sistémica, vemos que uno de los cambios más complejos por los que debe pasar una familia es el duelo por la muerte de uno de sus integrantes. Se genera una respuesta emocional que afecta a todo el sistema y este suceso rompe también el equilibrio de la familia así como sus pautas de interacción modificando también la estructura familiar. El duelo debiese llevar a una reorganización del sistema familiar ya que aunque no se pueda cambiar el pasado, los cambios en el presente y futuro ocurren con relación a la pérdida de la persona (Concha,2008).

- Reseña de su impacto en el sistema familiar (por qué constituye una temática de interés para la clínica sistémica);

Como ya habíamos introducido, la pérdida de un miembro es la mayor crisis por la cual debe pasar un sistema debido a que pone bajo amenaza su existencia, y vemos como el objetivo primordial de un sistema abierto es generar mecanismos adaptativos que le permitan continuar existiendo. Numerosos autores han puesto énfasis y han afirmado que la muerte de uno de los integrantes de la familia supone una muerte para la familia en sí, por lo cual se vuelve indispensable el Duelo, el cual cumple la función de generar las bases de un nuevo Sistema Familiar, el cual se genera del anterior pero que no va a ser el mismo (Apraiz, 2005). En esta crisis, si el sistema presenta los recursos necesarios, se generará un cambio adaptativo. Si no los tiene, el sistema puede desaparecer. Es por esto que constituye un impacto en el sistema familiar, lo cual debiera ser de interés para la clínica sistémica al verse el sistema en peligro al no generarse un duelo de forma adaptativa. Si bien son escasos los autores que han escrito sobre el duelo desde esta perspectiva, R. Pereira (2002 en Apraiz, 2005) trata de abordar esta falta. En uno de sus artículos, este afirma que los cambios originados en la organización familiar, son realmente conductas defensivas que buscan mantener la integridad del Sistema. Entre estos cambios para adaptarse a la nueva situación que la familia realiza se encuentran: la reagrupación de la familia nuclear y el aumento en el contacto con la familia extensa o con personas cercanas, así como la demanda de tregua en los conflictos familiares “anteriores”; los cuales muchas veces llevan a una disminución de la comunicación con el medio externo. Estos cambios, casi siempre van de la mano con conductas de protección, cuya respuesta suele ser el apoyo sociocultural a la continuidad de la familia. el interés recae entonces en saber cómo impacta la muerte de un miembro en el sistema. Si se está de acuerdo con el presupuesto estructural pensando a la familia como un sistema abierto, se vuelve importante considerar el impacto que los duelos tienen en la familia. Estos desequilibran el principio de homeostasis del sistema y también pueden llegar a perder la eficacia de sus mecanismos de regulación de equilibrio, su economía, o incluso puede desintegrar el sistema (Apraiz, 2005).

Esta temática entonces, además de ser relevante para el sistema familiar por conllevar un impacto que amenaza con la desintegración del sistema, también aporta desde el enfoque sistémico al mostrar otra concepción de la idea de duelo que no se ha abordado mayormente.

- los modelos clínicos más utilizados para intervenir

Si bien ahondan más ideas como las de Bowlby en esta temática, existen también enfoques sistémicos que abordan la problemática del duelo parental en donde, tal y como plantea Alina (S.F.), serían variados en sus conceptos e intervenciones. Algunos de estos son: el Enfoque Estructural, Enfoques constructivistas (Terapia Centrada en Soluciones) y post estructuralista (Terapia Narrativa). A pesar de esto, se debe dejar en claro, ninguno de estos enfoques predomina sobre otro dentro de la bibliografía al respecto. Por lo que se hará una breve mención de ellos, profundizando en el enfoque estructural ya que es el más común dentro de los estudios revisados.

Por un lado, el enfoque centrado en soluciones ve el duelo como un proceso individual, familiar y social. El duelo o pérdida de alguien querido demanda una reorganización del sistema familiar, identificando el rol que cumplía el miembro de la familia (Aponte, 2011). El presupuesto fundamental de este enfoque es que la entrevista circular puede, generar cambio, sin realizar intervenciones adicionales al final de la entrevista, debido a las implicaciones de las preguntas que hace el terapeuta y/o por las respuestas verbales y no verbales de los integrantes del sistema familiar (Alina, S.F.).

Por otro lado, el enfoque narrativo, visto desde White (2002) plantea la idea de “decir hola” a la persona fallecida en vez de sólo decir adiós. Dentro de esto, se busca que la familia logre un reajuste, para ellos se externaliza el problema; separando el problema de la identidad del paciente. Luego se busca acontecimientos extraordinarios, donde los pacientes reflexionen acerca de qué hicieron en aquellas situaciones excepcionales. Y por último el decir de nuevo hola, consiste en incorporar metáforas que integren formas alternativas de relacionarse con ese ser querido que ya no está (García et al., 2015).

Por último, se encuentra el enfoque estructural, fundado por Minuchin, en donde el duelo parental es visto desde los cambios en la estructura familiar al decir que los procesos del sistema familiar se ven de forma temporal en sus estructuras. Esta estructura familiar debe ser medianamente estable para que contenga a la familia en sus tareas y funciones, otorgando sentido de pertenencia; pero al mismo tiempo debe tener cierta flexibilidad para adaptarse a las situaciones