Articulación de la teoría de Erikson y mi historia personal

...

Mi adolescencia fue movida, como la gran mayoría de todos los adolescentes, con etapas de rebeldía absoluta, buscando identificación constantemente con grupos musicales, modas, o programas televisivos. Fue una etapa donde trataba de estar mucho tiempo con mis amigos y llevarles mucho la contra a mis padres, tanto fue así que en mi cumpleaños de 15 decidí que mi vestido sea negro, solo porque me gustaba una banda que se llamaba Depeche Mode, era un tanto dark y eso a mí mama la enfurecía y en un punto me divertía, hoy lo pienso y digo ¡pobre mi madre!. Pero así fue los 15 de negro y los 16 de blanco una adolescente con todas las letras, buscando mi identidad, tratando de entender quien realmente era y que era lo que quería para mi vida. Cuando termine el secundario diciembre del ‘93 sabía que quería ser independiente, por lo que no solo me anote en la UBA para estudiar economía, carrera que solo dure un año y medio, busque trabajo y en febrero del ‘94 empecé a trabajar en Recursos Humanos en aquel momento de Banco Rio hoy banco Santander, gran experiencia donde comencé a relacionarme con otras personas, y entre tanta indefinición con la carrera decidí estudiar abogacía en Morón. Trabaje en áreas de mucha responsabilidad y eso comenzó a generar en mí una gran estabilidad emocional, desarrollo profesional y diferenciación de vínculos laborales, sociales, amigos, compañeros de facultad, familia.

Uno puede lentamente comenzar a ver que hay diferentes vínculos y que con cada uno de ellos vamos teniendo una relación diferente. Uno comienza a verse como un adulto trata de no ser un ser aislado, y ahí bajo ese principio de madurez se producen los primeros encuentros con el afecto con el amor de una pareja de una manera más madura. En mi caso me casé los 24, conocí a mi marido en el ámbito laboral, rápidamente buscamos a nuestro primer hijo, Augusto, y con esto vinieron nuevos cambios. Al nacer decidí dejar de trabajar para quedarme con él, no estaba segura, pero en mi familia creían que era lo mejor y mi marido y yo también, ninguna mujer de mi familia trabajo mientras crio a sus hijos así que un nuevo mandato se ponía en juego. Primero fue un idilio ese amor que es indescriptible, ese ser uno solo siendo dos, pero cuando comenzó a crecer empecé a sentir una especie de aislamiento de rutina casi de la serie de la Familia Ingals, que no me hacía sentir bien. Tantos años trabajando yendo hasta plaza de mayo, con grandes obligaciones y hoy solo la casa y el niño, y sin darme cuenta una depresión pequeña pero sentida llego a mí. ¿Qué hago?, que quiero hacer con mi vida? Y de ahí se desprendieron cursos, profesorados de gimnasia, de danza, pero nada llenaba ese vacío. Tres años después llego Marcos, mi segundo hijo, una nueva experiencia ya eran dos volví a sentirme muy activa los dos tan chiquitos y tan necesitados de mí, por un largo tiempo volví a sentirme plena, pero, así como nosotros crecemos ellos también lo hacen, y en un momento hace 5 años atrás aproximadamente, la nostalgia de estar en actividad, de sentirme útil desde otro lugar volvió a tocar la puerta. Mis inquietudes eran cada vez más fuertes y por otro lado sentía que este malestar era mío, era un vacío que lo llenaba ahogando a mis hijos repitiendo la historia familiar y eso no era lo que quería para mí ni mi familia. Fue entonces cuando con una amiga pusimos en marcha un sistema de venta de ropa, nos fue muy bien nos hacía sentir bárbaras, teníamos nuestros ahorros manejábamos nuestros tiempos, todo venia bárbaro, pero había una necesidad interna de autodesarrollarme en lo que siempre había querido, pero no había podía, no me animaba sentía que ya se había pasado el tiempo. ¿Y con estos interrogantes llegaron los 40 años preguntándome que es lo que quiero realmente? ¿Qué sentido quiero darle a mi vida? ¿Qué quiero dejar? ¿Soy joven aun? ¿Puedo iniciar un nuevo proyecto? Y el impulso de autodesarrollo le gano al estancamiento, y aquí estoy estudiando la carrera de consultoría psicológica, tal vez me hubiese gustado psicología, pero creo que esta carrera se amolda a mis tiempos y mis necesidades del hoy.

En este año y medio de carrera he cambiado como persona, he cambiado la forma de ver la vida, la forma de relacionarme con los demás y todo ha sido de manera productiva. Me siento en un estado de plenitud, mis hijos ya en el secundario compartiendo conmigo este proyecto, mi marido apoyándome contantemente y alentando, mi familia orgullosa que ni la edad ni los miedos me hayan trabado o detenido. Espero que la vida siga dándome esta fuerza estas ganas de seguir adelante como siempre lo hice, primero apoyada en mis padres y mi familia primaria y hoy con la familia que construí junto a mi esposo y mis dos hijos a quienes amo, con la compañía de mis seres queridos de siempre. Y que a medida que los años pasen esta energía siga estando en mi para poder pasar los últimos años que queden con sabiduría que es lo que nos va dando el paso del tiempo y poder transmitírselo a las nuevas generaciones.

“Te presento a mi familia los guías, motores y acompañantes de esta historia que aún no termina”

[pic 6]

[pic 7]

[pic 8]

“El factor determinante para que nuestra vida sea un paraíso o un infierno, es siempre nuestra actitud ante las cosas. Nuestra actitud es la fuerza motriz más importante en todos nosotros, seamos conquistadores o fracasados”

Og Mandino

---------------------------------------------------------------

Reflexión:

Hacer este trabajo hizo que pudiera recordar y ahondar en mis recuerdos, en algunos momentos fue divertido en otros no tanto, pero si pude ver que hoy después de que todo sirvió de haber vivido 41 años, una vida con muchas emociones, alegrías, tristezas, locuras. Miro atrás y veo que he vivido y que todo sirvió de experiencia para ser hoy quien soy.

He cambiado mucho la vida me ha presentado distintas situaciones que la vida me puso a prueba y hoy en el aquí y ahora, puede decir que me siento plena, que estoy haciendo lo que me gusta, que disfruto de mi vida, de loca familia, y de mi pasado. Porque lo seres humanos somos un todo, conjugado de vivivevnicas pasadas y del hoy de nuestra vinculación familiar, social y con nosotros mismos. Somos un todo integrado que va por la vida siendo. ¡Y este ir siendo hoy me siento feliz!