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Comparacion del conductismo, psicologia de la liberacion y psicoanalisis

Enviado por   •  8 de Marzo de 2018  •  2.501 Palabras (11 Páginas)  •  527 Visitas

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Siguiendo con el eje positivista se destaca la Psicología experimental o de introspección las cuales estudiaban los contenidos de la conciencia, y en el campo de la medicina, se encontraba con una búsqueda de la enfermedad desde una base orgánica, es necesario localizar la enfermedad.

Freud presenta al psicoanálisis como un tratamiento especial de los enfermos de neurosis que guarda diferencias esenciales respecto al modo en que la medicina y la psiquiatría abordan estas perturbaciones. Esta concepción implica no solo una manera distinta de abordar los síntomas neuróticos, sino que produce una nueva concepción del sujeto.

El rechazo de la vida psíquica negándole carácter científico por parte de la medicina, le impidió aceptar y descubrir que ciertas perturbaciones que se manifiestan ya sea a través de alteraciones de una función anatómica, de padecimientos corporales o de trastornos en el plano ideativo, pueden no responder a una causación orgánica.

El psicoanálisis viene a otorgar lugar a toda una serie de fenómenos que la medicina y la Psicología de la época no pueden encuadrar dentro de los presupuestos de los que parten.

Freud sostendrá el interrogante en torno a toda una serie de fenómenos que se presentan como lo opuesto a lo que podría nombrarse como efecto de la voluntad conciente del sujeto.

El interés en torno a los síntomas neuróticos ocupa un lugar preponderante en los desarrollos freudianos. Se los define como actos nocivos o inútiles que el sujeto realiza contra su voluntad o que se le imponen, y lo llevan a experimentar sensaciones displacientes o dolorosas. Producen daño al sujeto, fundamentalmente derivado del esfuerzo psíquico que implica la lucha entre tendencias que llevan a esas conductas y otras que intentan impedirlo.

A su vez resaltan conceptos tales como los sueños, actos fallidos, los chistes y los olvidos. Estos fenómenos comparten ciertas características: en principio no pueden ser atribuidos a la intención conciente del sujeto e introducen un decir o un hacer que indica un punto de fracaso respecto de la voluntad, razón por la cual sostienen cierto punto de enigma que les impide ser explicados por aquel en quien se presentan.

Estos se configuran como un orden de casos que instaura un campo del psiquismo que, al no responder a la forma tradicional del saber, ha sido, en general, desechado por la ciencia. Freud sostendrá que estos fenómenos tienen sentido, que responden a una legalidad que los vuelve no solo estudiables sino abordables a través de la practica psicoanalítica y que lo que en ellos se deja oír atañe al sujeto.

Así, Freud sostiene que los procesos psíquicos son en sí mismos inconscientes, y que los procesos concientes no son sino actos aislados o fracciones de la vida anímica total. El inconsciente fue definido como la existencia de un saber no sabido por el sujeto de la conciencia, que ejerce consecuencias en la vida de la persona, un saber que, el sujeto, no sabiendo que lo sabe, cree ignorarlo.

La sexualidad es presentada por Freud de un modo sorpresivo, por fuera de la trama de significaciones que habitualmente evoca este término. Se la presenta portando el poder de generar sufrimiento, de ser la causa de perturbaciones anímicas, pero también de intervenir en las creaciones artísticas y culturales.

Freud presenta el tratamiento psicoanalítico como un intercambio de palabras entre el paciente y el analista y mediante dicho proceso aliviar el sufrimiento psíquico. En un principio mediante la hipnosis, luego la sugestión para derivar en el método psicoanalítico tradicional el cual se basaba en: suprimir las lagunas en el recuerdo y esclarecer los efectos enigmáticos de la vida psíquica; esto imposibilita la prosecución de la enfermedad y su neofomación.

Psicología de la Liberación: En la última década del siglo XX, la Psicología Social de la Liberación ha surgido como un nuevo campo en América Latina. A pesar de que sus orígenes se ubican en los setenta y ochenta, hasta hace poco los psicólogos están utilizado tal término para identificar y orientar su trabajo. Asimismo, esta orientación empieza a tener interés en Europa y Estados Unidos.

La psicología latinoamericana de la liberación puede entenderse como parte de un proyecto más amplio de teoría y práctica liberadora que surgió en el contexto del trabajo para y con poblaciones oprimidas en toda América Latina. Los contextos sociopolíticos claves para este trabajo han incluido la represión y la guerra civil en El Salvador, las repercusiones de las dictaduras en Chile, Argentina y otros países la experiencia de comunidades marginadas y/o migratorias pobres en Venezuela), Puerto Rico, Costa Rica, y Brasil. También otras contribuciones se han desarrollado en México, Estados Unidos, Cuba y España.

La propuesta de una “Psicología de la Liberación”, que en parte fue respuesta a una creciente insatisfacción ante las acciones e inacciones de una disciplina alejada de las necesidades de las mayorías de nuestro continente, estimula a quienes buscan articular producción y práctica profesional con compromiso y responsabilidad social.

Para abordar el campo del que se encarga la Psicología de la liberación se hace imprescindible dar cuenta de su principal exponente, Ignacio Martín Baró, fue un psicólogo y sacerdote jesuita, nacido en Valladolid, España.

En su obra convergen por un lado la teología de la liberación y por otra parte, la etapa de los fundamentos teóricos en el que confluyen dialécticamente la biología, la psicología, la sociología y la filosofía entre tantas otras. La liberación como praxis es interpretada como una indignación ética, de las indignas condiciones en las que se halla sumida buena parte de la humanidad.

La Psicología de la Liberación se propone descentrarse de lo instituido liberándose del status científico y social que ha caracterizado a la Psicología social clásica, para atender los problemas reales de la gente, las mayorías populares. Apunta a desarmar perspectivas objetivistas, psicopatológicas que entienden la alienación como un problema psíquico.

Martin Baró parte de una hipótesis socio-histórica, analiza presupuestos psicosociales del carácter, de la identidad, de la personalidad y del comportamiento y se interroga acerca de su funcionamiento bajo la pregunta de ¿Qué injerencia tiene lo social en la identidad?

Podemos vincular su producción con el desarrollo de una Ética de la Liberación, pensada, también ,desde América Latina, que implica discernir sistemas de opresión y trabajar junto a las víctimas, constituyendo, en

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