DESARROLLO DE LA ESTRATEGIA DE FORMACIÓN A FORMADORES DEL SENA PARA LA INTEGRALIDAD EN LA FORMACIÓN Y LA INNOVACIÓN SOCIAL

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El reconocimiento de estos modelos surge de varias investigaciones plasmadas en cuatro publicaciones de la Fundación Cedavida: La Cosecha de la Ira (1996-1999), Guerreros Ciegos (1998), Un Enemigo Conocido (1999), La palabra de los inocentes: La construcción de lo impensable: la paz (2003) y el Presente donde todo es posible (2008). Las investigaciones que dieron como resultado estas publicaciones, le permitieron a la Corporación Educativa Cedavida establecer que las raíces de la violencia se dan desde el ámbito familiar, y a su vez muestra como a través del proceso de formación que se realiza desde la entidad, permite a los individuos tomar conciencia de las pautas y prácticas de crianza en que fueron educados, convirtiéndose en protagonistas del cambio cultural.

Fruto de este trabajo se ha construido y reconstruido de manera permanente y participativa una dinámica pedagógica para la cultura de paz, que propicia el reconocimiento y la deconstrucción de estas formas de interrelación, para generar relaciones de poder simétricas, basadas en principios fundamentales como el amor, la libertad y la verdad.

Esta dinámica pedagógica se recoge en la última publicación de la Fundación y la Corporación Cedavida “El presente: donde todo es posible” y nos sirve a todos y a todas para erradicar la violencia sembrada en cada uno, al percibirnos como seres separados, fragmentados del otro y del universo.

Para CedaVida, tanto los actos de violencia que ocurren en el ámbito privado -la violencia intrafamiliar, el maltrato infantil, la violencia basada en géneros, el abuso sexual- como los que ocurren en el ámbito público -las masacres, la tortura, el desplazamiento, las ejecuciones “extrajudiciales“, la guerra” etc.- son expresiones de una misma cara de la moneda: la “naturalización” de la violencia como forma de interacción social.

Precisamente, en la medida en que la violencia tiene un carácter histórico y es aprendida creemos que también puede desaprenderse, identificando los imaginarios que están detrás y en el caso de la violencia basada en géneros (VBG) identificando el sistema de creencias que legitima este tipo de violencia y reflexionando sobre él.

Retomando diversos estudios llevados a cabo en CedaVida, se planteó una dinámica pedagógica que propicia el reconocimiento y la deconstrucción de las formas de interrelación basados en la violencia, para así generar unas interrelaciones de poder simétricas que puedan llevarnos al establecimiento de relaciones familiares, escolares, laborales, comunitarias y sociales basadas en el respeto.

De ahí que todas las acciones de CedaVida se caracterizan por buscar la deconstrucción de la violencia en la cultura y en la sociedad, para lo cual es necesario profundizar en los paradigmas, conceptos y construcciones que la sustentan, tomando conciencia de ellos y de su influencia en las relaciones con los demás. Se trata de un proceso mediante el cual se deconstruye la cultura de la violencia modificando los patrones de interacción que la generan y mantienen (prácticas sociales aceptadas) y en su lugar se van gestando pensamientos, palabras y comportamientos que posibiliten una convivencia pacífica y respetuosa con justicia social.

En el libro “El presente: donde todo es posible: una dinámica pedagógica para construir cultura de paz” publicado por la Fundación Social Colombiana Cedavida en 2008 se recogen una serie de herramientas conceptuales y metodológicas para construir cultura de paz.

En su capítulo sobre la Cultura de Paz, presenta la tesis central de que la paz se logra a través de una transformación de la conciencia individual y colectiva. Sostiene que “la paz es el camino” y que definitivamente una paz duradera no se consigue actuando con violencia o recurriendo a ella. En este sentido, no existe un camino hacia la paz, hacia el “deber ser pacíficos”, pues cuando la paz es el camino cada persona es paz y cuando todos lo somos, somos a la vez estación y camino, ya que en cada acción cotidiana se refleja la armonía interior. Y si cada uno está en este estado podemos reemplazar la seguridad armada y demostrar que la vida brinda más satisfacción que la muerte y la guerra.

De esta manera, y bajo la convicción de que la cultura de violencia en la cual hemos sido formados –a través de las relaciones de poder asimétricas, la venganza, la competencia económica y laboral, el miedo, entre otros- cambiará si un número suficiente de individuos eleva su nivel de conciencia, Cedavida promueve la creación de un muevo mundo que tenga su fundamento en la paz de la Conciencia. La creación de este mundo se expresa en acciones cotidianas que implican interrelacionarnos a través de relaciones de poder simétricas como seres pacíficos.

Algunos de los principios de la dinámica pedagógica de Cedavida son: 1. Reconocer a cada persona como un sujeto y no como un objeto de atención o formación; es decir, como un ser con capacidad para sentir, pensar, actuar y tomar decisiones autónomamente. 2. Consideramos que la violencia es un fenómeno multicausal y en este contexto privilegiamos los factores sociales, culturales y relacionales que la mantienen. 3. Como apuesta ético – política se ha desarrollado una perspectiva de equidad de géneros, diferencial y de los Derechos Humanos para deconstruir las relaciones entre seres humanos, basadas en la distribución inequitativa del poder, y construir colectivamente relaciones de carácter democrático, que conviertan en realidad y vivencia cotidiana los principios de igualdad, libertad y dignidad proclamados en la Declaración Internacional de los Derechos Humanos. 4. Considera que el cambio y la transformación cultural que requiere nuestra sociedad, implica un proceso de co-responsabilidad, en donde los sujetos individuales y colectivos son actores del cambio, conjuntamente con los agentes gubernamentales y las instituciones sociales.

Así mismo, el Enfoque de Derechos es pilar para la Fundación Social Colombiana CedaVida, en cada una de las acciones que realiza, pues asume siempre a las personas como sujetos de derechos hacia quienes la sociedad tiene obligaciones y responsabilidades, y no como favorecidos u objetos de asistencia o intervención. CedaVida, reconoce el Enfoque de Derechos como parte de la totalidad, la igualdad y la no discriminación; de aquí que en los programas, planes y proyectos desarrollados se reconoce la interdependencia e integralidad de todos los derechos, así como la participación activa de los titulares de éstos.

De la misma forma, esta propuesta estará enmarcada dentro del enfoque de Atención Diferencial, la participación y el empoderamiento que garanticen la sostenibilidad