El origen del conocimiento es históricamente uno de los problemas más relevantes en la epistemología

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Plotino y San Agustín: afirman que el mundo de las ideas proviene del Nus cósmico, es decir, en el espíritu del universo. Para ellos las ideas ya no existen por si solas, sino que son un autodespliege de Nus, y nuestro espíritu es una emanación de ello. Estableciendo una conexión metafísica, el conocimiento solo tiene un puesto si el espíritu humano recibe las ideas de Nus, recepción caracterizada por Plotino “la porción racional de nuestra alma continuamente alimentada e iluminada desde lo alto” (Salvador Villalobos, 2003, pág. 50). Este concepto es tomado y modificado bajo un rumbo cristiano por San Agustín. relatando que el dios del cristianismo, se encuentra también en el Nus, debido a que las ideas se transforman en ideas creatrices de dios, por lo tanto, el conocimiento solo existe si el espíritu humano es iluminado por dios. Cree en un saber procedente de la razón humana o de la iluminación divina.

Descartes: un importante fundador del racionalismo, elaborando un nuevo método para pensar “la duda metódica” Descartes acude a la fuente del conocimiento para cuestionar todas las verdades que provengan de cada fuente. Resulta útil ya que expande nuestro espacio del pensar. Lo importante, ahora, no es el conocimiento del objeto, sino su conocimiento a través del conocimiento del sujeto.

“Puedo dudar de todo, menos de que dudo; por tanto, si no puedo dudar de que dudo, no podré dudar de que estoy pensando y de que en dicho acto me constituyo como ser humano” ( Hernández González & Salgado González, 2011, pág. 4)

Según el racionalismo el pensamiento es y será la única fuente del conocimiento. Todo nuestro conocimiento se origina de manera lógica. La experiencia no otorga ningún apoyo a su estado mental superior. “Semejan más bien a la χ de las ecuaciones matemáticas; son las magnitudes que se trata de determinar” (Hessen, Teoria del conocimiento, 1925, pág. 29). Se puede comprender de esta forma el racionalismo lógico con un enfoque estricto

El racionalismo le entregar honor y exclusividad a la cualidad racional del conocimiento humano. No obstante, es egoísta creer en que la única forma de acceder al conocimiento es a través de la razón, como contraposición; el empirismo.

El Empirismo

A diferencia del racionalismo, el empirismo cree que la única fuente de conocimiento humano es a través de la experiencia. Debido a que todo lo relacionado con pensamientos, inevitablemente ha tenido que pasar por los sentidos, por lo tanto, la objetividad de un conocimiento se demuestra a través de las sensaciones externas. El espíritu del ser humano es vacuo, y todo conocimiento se va a adquirir a lo largo de la vida, de manera que nuestra mente simboliza un libro en blanco donde se necesita comenzar a escribir, ya que todos nuestros conceptos desde lo más abstracto hasta lo más específico, provienen de la experiencia.

El empirismo cree en lo concreto y para afirmar su postura hace referencia a la evolución del pensamiento humano. A temprana edad los niños comienzan a tener percepciones a través de diversos estímulos, los que llegan de manera concreta, en base a estas percepciones se forjan ideas, conceptos que le hacen estereotipar la sociedad, lo cual nace solo de la experiencia, siendo así la única fuente de conocimiento.

Los empiristas provienen la gran mayoría de las ciencias naturales, aquello no es extraño puesto que, se encuentran constantemente comprobando hechos mediante un método concreto, el investigador considera a la experiencia como la base de todo conocimiento humano.

Se distinguen dos tipos de experiencia; una interna y otra externa. Esta consiste en que el sujeto tiene una percepción de sí mismo a través de los sentidos. Existe una parte del empirismo que solo admite los sentidos y se llama sensualismo.

John Locke: el fundador del empirismo, contrapone la teoría de las ideas innatas, menciona que hay una experiencia externa (sensación) y una experiencia interna (reflexión).

La experiencia está compuesta ideas ya sean simples o complejas, los sentidos pertenecen a las ideas simples, en cambio, una abstracción de ese objeto, es una idea compleja. El pensamiento no le sumara un nuevo elemento, al contrario, solo provocara una limitación para unir datos de aquella experiencia.

De esta forma, se comprende como en nuestros conceptos todo proviene de una experiencia interna o externa. Locke toma una posición empirista, donde todo conocimiento procede de la experiencia, sin embargo, su valor lógico no se limita a verdades que son totalmente independientes a la experiencia. Aquí pertenecen las verdades de las matemáticas, por lo tanto “Locke infringe, pues, el principio empirista, admitiendo verdades a priori” (Hessen, Teoria del conocimiento, 1925, pág. 30)

David Hume: desarrolla la propuesta de Locke, divide las “ideas” en impresiones, esta última se experimentan a través de nuestros sentidos, ya que son actos inmediatos de la experiencia, tanto interna como externa, existiendo dos tipos de impresiones; sensación y de reflexión. Las impresiones de sensación nos dan a conocer las cualidades de los objetos del mundo exterior; las impresiones de reflexión nos ofrecen el conocimiento o la experiencia de nuestros estados de conciencia o estados internos. En cambio, las ideas son copias de las impresiones y por esa razón su fuerza es menor. Hume dice “todas las ideas proceden de las impresiones y no son nada más que copias de las impresiones” (Hessen, Teoria del conocimiento, 1925, pág. 30) por lo tanto todos nuestros conocimientos se pueden intuitivamente reducir, solo así logran ser justificados.

De esta forma hume a deja a atrás los conceptos de sustancia y casualidad. No obstante, aunque sus contenidos siempre han salido de la experiencia, al igual que Locke cree en las matemáticas, a pesar de ser un conocimiento ajeno a la experiencia, consideran que la relación existente entre ella es factible, sin importar que sea independiente de la experiencia.

por ejemplo, el teorema de Pitágoras, "pueden ser descubiertas por la pura actividad del pensamiento, y no dependen de cosa alguna existente en el mundo. Aunque no hubiese habido nunca un triángulo, las verdades demostradas por Euclides conservarían por siempre su certeza y evidencia". (Hessen, Teoria del conocimiento, 1925, pág. 31)

Condillac: transformo el empirismo en sensualismo y critica a Locke por permitir una doble fuente de conocimiento. Condillac cree en una sola fuente de conocimiento; la sensación, puesto que el espíritu del ser humano solo puede experimentar sensaciones y absolutamente