El ser humano y su enfermedad.

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Estos dos aspectos, familia y trabajo, junto con la creciente sociedad que produce una sobrecarga de actividades al individuo, genera en el mismo un malestar. Por un lado se tiene que el individuo, al intentar ajustarse a las pautas culturales, entra en crisis, ya que se gesta la dicotomía entre el querer ser y el deber ser, puesto que no existe un vínculo entre o que se desea ser y entre lo que se hace en la vida real; y por otro lado se llega a una deshumanización, ya que al estar alienado con el sistema capitalista, el individuo se cosifica.

Lo que finalmente, acaece en una enfermedad de múltiples raíces, ya que el ser humano está constituido por una abundante cantidad de líneas de retroalimentación, entonces se puede decir que no solamente las enfermedades devienen por la biología sino que también pueden tener un origen cultural. Esta enfermedad busca curarse por lo que surgen numerosas cantidades de medicinas que buscan curar una enfermedad biológica que tiene origen en lo psicológico.

No es nuevo decir que en la sociedad actual el estilo de vida, además de los factores antes mencionados, se ha compuesto por otros factores que han venido integrándose a la sociedad, tales como las nuevas tecnologías. El impacto de las nuevas tecnologías y su incorporación a todos los ámbitos de la producción y de la vida cotidiana, generan nuevos hábitos y consumos en la sociedad. Por otra parte la prolongación de la esperanza de vida, emerge con fuerza, sin embargo aunado a este factor se encuentran muchos otros factores que producen el efecto contrario, es decir, deterioran la calidad de vida, tales como las llamadas enfermedades del siglo XXI, entre las que encontramos a las enfermedades respiratorias (muchas veces provocadas por el tabaquismo, la contaminación, entre otros), las enfermedades cardiovasculares (causadas por una dieta alta en grasa, etc.) y por último, pero no finalmente, el estrés (que tiene su origen como respuesta natural para la supervivencia del ser humano). Es pertinente mencionar que la sociedad actual es una sociedad del consumo, donde no sólo se busca abastecer lo necesario, sino abastecer lo que se hace necesario, es decir, lo superfluo. Ante estos nuevos parámetros surgen nuevas formas de plantarse del individuo.

Es por esto que el papel del psicólogo cobra importancia ya que, como se sabe, un individuo se conforma por tres principales esferas, que se encuentran interrelacionadas y dependientes una de las otras: la biológica, la social y la psicológica. Por lo que al estudiar al ser humano se hace pertinente considerarlo como un todo integrado; por lo que el psicólogo debiera inmiscuirse dentro de las otras esferas para poder dar una visión de carácter holística, desde su disciplina, y así poder llegar a comprender mejor al hombre como producto de dichas esferas.