Enfermedades mentales

Enfermedades Mentales

¿Qué?

Si bien la salud mental se define como un estado de bienestar en el que el individuo es capaz de

mantener un estilo de vida en armonía con el entorno, las enfermedades mentales son

alteraciones de tipo emocional, cognitivo, y conductual que afectan a procesos psicológicos

básicos cómo lo son: la emoción, la motivación, la percepción, el pensamiento, el lenguaje, la

conducta, el aprendizaje y la motivación.

Al verse afectados se dificulta nuestra capacidad para adaptarnos al entorno y a la realidad.

Lo que causa una forma de malestar en la persona que para ser considerada enfermedad

mental debe prolongarse en el tiempo.

Una vez comprendidos los procesos psicológicos básicos podemos comenzar a entender

por qué somos cómo somos, y por qué hacemos lo que hacemos.

¿Quién?

A la hora de determinar qué tipo de personas son más susceptibles a padecer enfermedades

mentales, no existe una fórmula que nos lo especifique, ya que cualquiera podría sufrir una

enfermedad mental, aún así, los adolescentes suelen situarse en el foco de mayor

vulnerabilidad. En los últimos años los problemas de salud mental han empezado a

manifestarse en edades cada vez más tempranas, sumándose a ello una mayor intensidad.

Si estos problemas no son tratados en la adolescencia tendrán consecuencias que se

extenderán hasta la vida adulta, que limitarán las oportunidades de llevar una vida plena y

satisfactoria.

¿Cuando?

La Organización Mental de la Salud (OMS) anuncia que la mitad de las enfermedades

mentales aparecen en la adolescencia, (10 a 19 años) al producirse en esta época

numerosos cambios que intervienen en el desarrollo de hábitos sociales y emocionales

que son determinantes para el bienestar mental.

Cambios que en algunos jóvenes conllevan experiencias positivas, mientras que en

otros, si no son bien gestionados, pueden llegar a desembocar en problemas de salud

mental.

¿Cómo?

Las enfermedades mentales se identifican mediante una serie de síntomas o signos que

pueden variar según el tipo de trastorno del que se trate. Aunque en general, estos se

presentan como problemas físicos, afectivos, cognitivos y conductuales.

Algunos de los los problemas físicos que pueden aparecen son: dolores de cabeza,

dolores de estómago, trastornos del sueño etc.

De entre los afectivos tenemos: la tristeza, el miedo, la ansiedad…

Síntomas cognitivos: dificultad para pensar con claridad, creencias anormales,

alteraciones de la memoria.

Por último de los problemas conductuales destacan: la agresividad, incapacidad para

realizar tareas corrientes de la vida cotidiana, abuso de sustancias.

¿Dónde?

Actualmente,

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