FACTORES EMOCIONALES Y VINCULARES QUE INTERVIENEN EN EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA.

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- Howard Gardner: inteligencias múltiples

Posteriormente sobre la década 70-80 surgen nuevas teorías sobre la inteligencia desde los aportes de Garner, estas investigaciones realizadas intentaron neutralizar las críticas que le hacían a Vigotsky.

Gardner propuso que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencia. Así pues, Gardner no entra en contradicción con la definición científica de la inteligencia, como la «capacidad de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos». Ha identificado y definido ocho tipos de inteligencias diferentes: Inteligencia lingüística, Inteligencia lógico-matemática, inteligencia espacial, inteligencia musical, inteligencia corporal y cinestésica, inteligencia interpersonal, inteligencia intrapersonal, naturalista y ecologista. Nos centraremos a definir dos de las inteligencias mencionadas: musical y la lingüística. La musical es la capacidad de percibir sonidos, diferentes matices en su intensidad y direccionalidad. La lingüística es la capacidad de procesar con rapidez mensajes lingüísticos, ordenar palabras y dar sentido lúcido a los mensajes.

El mencionado autor afirma que todas las personas son dueñas de cada una de las ocho clases de inteligencias, aunque cada cual destaca más en unas que en otras, no siendo ninguna de las ocho más importantes o valiosas que las demás.

- Daniel Goleman: inteligencia emocional

Contemporáneamente a estos estudios, Daniel Goleman elabora una teoría de inteligencia emocional. El término inteligencia emocional fue utilizado por primera vez en 1990 por Peter Salovey y John Mayer , los que definen la inteligencia emocional como la capacidad de controlar y regular las emociones de uno mismo para resolver y enfrentar genuinos problemas de la vida diaria de manera pacífica. Por su parte, Goleman (), toma como base el estudio de los mencionados autores, definiendo la inteligencia emocional como un importante factor de éxito, y básicamente consiste en la capacidad “aprensible” para conocer, controlar e inducir emociones y estados de ánimo, tanto en uno mismo como en los demás, Asimismo, la concibe como la capacidad para leer los sentimientos, controlar los impulsos, razonar, conservar la tranquilidad, ser optimistas cuando se trata de confrontar ciertas pruebas y mantenerse a la escucha del otro.

Conclusión

Ante lo expuesto cabe preguntarnos ¿de qué manera puede influir la escuela para qué los factores emocionales y vinculares permitan desarrollar la inteligencia? En primer lugar, como docentes debemos conocer cómo se desarrolla la inteligencia teniendo en cuenta la gama de inteligencias ya abordadas, y qué herramientas utilizar para desarrollar aquellas que se presentan más inhibidas. Goleman presenta cinco factores emocionales que se deben abordar y tener en cuenta en la escuela: autoconsciencia, autocontrol, motivación, empatía y habilidades sociales.

En lo que respecta a lo vincular Ariel Gold (2015), el expresa que los vínculos se establecen desde el momento de la concepción, esto se da con figuras significativas que van a ser formadoras durante toda la vida (padres, madres, docentes,etc) Esta relación interpersonal en el desarrollo emocional recibe el nombre de apego. Se entiende por apego al vínculo que se establece entre el niño y otro ser humano que adquiere valor especial para él. El origen etimológico de la palabra vínculo es “atadura” y por su parte, Reviere Pichón (1985), el término se refiere como la condición material de nuestra constitución subjetiva.

Los vínculos que se generan en la escuela imprimirán huellas en las trayectorias de vida de los alumnos.

Consideramos que en este marco, se hace preciso poner énfasis en la Educación Emocional, la que es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional de los niños como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral.

La Educación Emocional pretende dar respuesta a un conjunto de necesidades sociales que, como docentes intelectuales y transformativos de cambio debemos de considerar.

Por lo que las teorías expuestas anteriormente nos resultan de importancia desde la enseñanza para buscar Y/o seleccionar estrategias apropiadas para que el niño aprenda y desarrolle su inteligencia.

Bibliografía

- GOLD, Ariel, GOMEZ ALICIA (2015) “Psicoeducar 1. Algunas claves para entender más a nuestros alumnos”. Montevideo. Grupo Planeta.

- GOLEMAN, Daniel (1998). La práctica de la Inteligencia Emocional Barcelona: Kairós

- REVIERE, Pichón (1985) “El proceso grupal” Nueva Visión

- POZO J.I. (1997). Teorías cognitivas del aprendizaje. Madrid. Ediciones Morata.