Influencia de la percepción interpersonal en la atribución intrapersonal.

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“Varela (1971) señala que Kelley y Michela dividieron la atribución en dos grupos, el primero corresponde a Las Teorías de la Atribución, centradas en la influencia de la información, las creencias y la motivación tienen en el proceso de inferencia causal. Analizaron cómo manipulando las V.I. se llega a la percepción de ciertas causas sobre la acción (V.D.). La segunda, corresponde a Las Teorías Atributivas, que se ocupan de las consecuencias conductuales, emocionales y cognitivas (expectativas). En este caso, de las atribuciones (V.I.) se deducen consecuencias de la conducta, de las expectativas y de los sentimientos (V.D.)”. (p. 47)

“Hewstone (como se cita en Sanz, 2009), revisa el contenido teórico y empírico de la atribución en base a los dominios de análisis (intrapersonal, interpersonal, grupal y societal). Y en todos éstos el análisis de la atribución es social si se considera que su origen se encuentra en la información social y es influida por la interacción social”. (p.10)

En un estudio de Antaki (como se cita en Lalljee, 1982), se indica lo siguiente:

Austin (1962) señala que el lenguaje no es sólo un medio para hacer afirmaciones verdaderas o falsas, sino que es algo que tiene consecuencias > (p. 101). La teoría de la atribución ha prestado una explicación para el propio hablante. (p. 56)

En sus investigaciones de la teoría del conflicto, Alzate (2013) expresa lo siguiente:

Desde un punto de vista comportamental, las amenazas a la identidad se relacionan con comportamiento de crítica o desprecio. Algunos autores argumentan que estos comportamientos son de los más corrosivos de las relaciones, precisamente porque tienen el potencial de disparar la inundación emocional. (p.41)

Smith (2006), del Instituo de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica, en su publicacón en la revista Actualidades en Psicología, asegura que:

“En un sentido psicológico, la discriminación es entendida como la dimensión conductual de prejuicio. En este nivel intermedio de análisis, la discriminación (conductual) se refiere al tratamiento diferencial (por lo general injusto) del que es objeto una persona en sus interacciones cotidianas por el simple hecho de pertenecer a la categoría social a la que pertenece.” (p. 6)

Lo antes expuesto permite establer la influencia que la percepción interpersonal tiene sobre la atribución intrapersonal, toda vez que existe la necesidad en el sujeto de sentir la aprobación o aceptación social por parte de los demás. Ya que contribuye en su autoestima, sensación de seguridad personal o grupal y refuerza la experiencia de pertenencia (influencia normativa). La necesidad que experimenta el sujeto de tomar decisiones con cierto sentido de realidad, esta necesidad es básicamente informativa, en menor grado emocional y permite un ajuste al medio, es decir, comportarse eficazmente (influencia informativa).

Si el sujeto tiene en cuenta el efecto que ejerce sobre él la mayoría, tendría más herramientas para poder marcar la diferencias y respetar sus propias ideas.

Método

Hipótesis

La vida está llena de situaciones en las que el sujeto descubre que sus juicios, acciones o conclusiones son diferentes a las de otros sujetos, cuando esto ocurre, el sujeto cambia su opinión adhiriéndose a la opinión del grupo, por lo que es posible establecer que la percepción interpersonal (V.I.) influye en la atribución intrapersonal (V.D.)

Sujetos

La muestra se conforma por seis sujetos del sexo masculino, todos ellos estudiantes, cuyas edades fluctúan entre los diecisiete y veinte años aproximadamente. Previo a la realización del experimento, cinco de los participantes habían recibido la instrucción de dar una respuesta errónea a sus preguntas, por lo tanto, el experimento se centra en el sujeto que desconocía esta instrucción, quien fue ubicado en la quinta posición para emitir su respuesta entre los participantes.

Procedimiento

Se desarrolla en un salón de clases, donde se encuentra dispuesta una mesa y seis sillas para la misma cantidad de participantes que permanecen sentados observando a quien dirige el experimento, ésta persona les explica que el experimento involucra la percepción visual del largo de unas líneas que se encuentran impresas en diversas tarjetas numeradas. La tarea consiste en observar la línea de la izquierda y determinar cuál de las tres líneas de la derecha la iguala en lo largo, en cada una las tarjetas.

Se inicia la ronda de respuestas con respecto de la primera tarjeta, cuya respuesta correcta es el número 3, sin embargo, los primeros cuatro participantes al emitir su respuesta, indican que ésta es el número 2, el quinto participante indica que la respuesta es el número 3, es decir, la respuesta correcta, y observa la reacción del resto de sus compañeros. De la misma manera ocurre con las respuestas de la segunda tarjeta, donde la respuesta correcta es el número 2, los primeros cuatro participantes responden que es el número 3, el quinto participante indica de nuevo la respuesta correcta, es decir, el número 2, y se percibe confundido observando a sus compañeros.

La tercer ronda de respuestas, que corresponde a la tarjeta número 3, en donde la respuesta correcta es el número 1, los primeros cuatro participantes indican que es el número 2, y al llegar el tiempo de la respuesta del quinto participante, éste niega la evidencia de sus ojos y cede ante la influencia del grupo, asegurando también que la respuesta es el número 2.

Resultados

El experimento se repitió con 123 grupos de participantes. Se encontró que aunque en circunstancias normales los participantes daban una respuesta errónea el 1% de las veces, la presencia de la presión de grupo causaba que los participantes se dejaran llevar por la opción incorrecta el 36.8% de las veces.

Aunque la mayoría de los sujetos contestaron acertadamente, muchos demostraron un malestar extremo y una proporción elevada de ellos (32%) se conformó con el punto de vista mayoritario de los otros cuando había al menos tres cómplices presentes, incluso aunque la mayoría dijera que dos líneas con varios centímetros de longitud de diferencia eran iguales. Cuando los cómplices no emitían un juicio unánime era más probable que el sujeto disintiera que cuando estaban todos de acuerdo. Los sujetos que no estaban expuestos a la opinión de la