La educación inclusiva para potenciar la diversidad y aprendizaje en los alumnos

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Por este motivo, una educación inclusiva se encuentra ligada con la equidad, “la inclusión supone estar en la escuela ordinaria, en la misma clase y siguiendo el mismo curriculum todos los alumnos, con la aceptación de los demás sin sentirse diferentes” (Bailey, 1998) las educadoras deben encargarse y tener la responsabilidad de educar en un entorno social diverso como una oportunidad de aprendizaje, para que de esta forma se respeten las diferencias individuales sin ningún tipo de segregación, puesto que en este sistema, los educandos no son quienes tienen que adaptarse sino que se debe transformar la intervención docente para lograr su bienestar y hacerlos partícipes en las actividades que se implementen.

Cuando entró en vigor el acuerdo 592 de la educación en México, se expone la alianza por la calidad de la educación en donde se habla de que debe haber un reconocimiento de las capacidades de todos los estudiantes, y por ende, se generen condiciones para lograr su plena integración, brindando un espacio agradable y seguro para desarrollarse plenamente.

Pasando a otro punto importante en el Plan de estudios que rige actualmente la educación se hace mención de principios pedagógicos (2011, p. 26) los cuales son condiciones esenciales para la implementación del currículo, la transformación de la práctica docente, el logro de los aprendizajes y la mejora de la calidad educativa.

En el punto 1.8 se expone la necesidad de favorecer la inclusión para atender a la diversidad, pues la educación según el artículo tercero constitucional es un derecho fundamental para reducir las desigualdades entre grupos sociales, cerrar brechas e impulsar la equidad. Por lo tanto, los docentes deben promover entre sus estudiantes el reconocimiento ante la pluralidad existente en nuestro país, o específicamente en su contexto.

Durante las jornadas de práctica en el Jardín de Niños que se presentó en apartados anteriores, en el grupo de 3° grado, se encuentra la infante Dulce, quien presenta un problema cardíaco. Ella es de complexión delgada, tez morena, tímida y su tono de voz es bajo; cuando se agita en exceso se le dificulta respirar, sus labios y manos comienzan a tornarse de color morado.

En éstas, se tuvo la oportunidad de observar que en la clase de educación física, la educadora titular ejecuta diversas actividades que implican mucho esfuerzo (correr, saltar, etc.), sin tomar en cuenta las características que la discente posee, ya que no implementa su integración pues la excluye del grupo, sin permitir que realice los ejercicios, participando únicamente con la observación de sus demás compañeros en un espacio del patio, en vez de que la docente modifique o haga una variante a sus diligencias para que la educando logre efectuarlas sin inconveniente.

Al percatarse de la situación, en la intervención con los estudiantes, se optó por adecuar la planeación para hacer uso de la inclusión, puesto que “la diversidad no es vista como un problema a superar, sino como un recurso enriquecedor para apoyar el aprendizaje de todos” (Booth, Ainscow, Black-Hawhins, Vaughan, & Snow, 2000).

Al estar siendo formadas en un enfoque por competencias, donde es fundamental llevar a cabo ésta tanto en el aula como en la institución es indispensable su implementación, puesto que se debe incrementar la participación de los educandos con características diferentes, tomando en cuenta sus necesidades para así mejorar en su aprendizaje.

Según el INEGI (Clasificación de tipo de discapacidad, 2016, p. 35-36) la discapacidad que tiene la preescolar es del subgrupo 430 “Otro tipo de discapacidades” este comprende las deficiencias orgánicas que involucran discapacidades referentes al corazón, que dependiendo de su gravedad, implican para la población limitante en la realización de sus actividades cotidianas.

Por ello, a la infante se le planteaba realizar las mismas actividades que sus compañeros pero teniendo la variante de ejecutarlo caminando o desplazarse en distancias más cortas, asimismo antes se les cuestionaba acerca de que si se encontraba en buenas condiciones para efectuarlo, considerando su opinión y sentir.

Con relación a sus pares, ellos no permitían que Dulce participara con ellos dentro del salón de clases al estar en equipo, la razón de esto es desconocida, sin embargo considero que en gran parte es por la acción que observan de la educadora en la clase de educación física por ser el principal modelo a seguir.

En lo personal, no estamos de acuerdo con la perspectiva que la docente tiene acerca de lo que cree que es mejor para la alumna, pues sí se preocupa por ella porque no expone su salud pero a la vez está perjudicando ciertos aspectos de su desarrollo, puesto que si no realiza actividad física, puede obstaculizar su motricidad y además su aprendizaje porque no le da la oportunidad de integrarse para experimentar hasta dónde es capaz.

Así, podemos identificar que la alumna Dulce se encuentra en una situación vulnerable, debido a que la exclusión de la maestra fue tan evidente, que sus compañeros han optado por no tener interacción alguna con ella, de manera que en muchas ocasiones se muestra solitaria y retraída.

Si bien, durante las clases la niña participa de manera activa, pero en cuanto alguna diligencia implica la actividad física esta es excluida, poniendo en duda la práctica pedagógica de la que está haciendo uso la educadora frente a grupo.

La educación inclusiva no sólo se basa en el acceso de los niños a la escuela, sino también en su éxito escolar. Para ello, es necesario promover estrategias que garanticen la escolarización de los párvulos, acompañándolas de actividades que permitan a los niños conseguir buenos resultados.

Es una herramienta para potenciar la diversidad, debido a que al ser formadas bajo un enfoque por competencias, se busca crear seres empáticos, haciendo uso de un ambiente de respeto y democrático, en donde los educandos se respeten entre sí, e identifiquen las diferencias que existen entre ellos, pero aún más importante, las acepten, y sean capaces de interactuar con sus pares de manera normal.

En ésta se desarrolla el aprendizaje en los discentes debido a que, tener alumnos con barreras no es impedimento para que esto se logre. Como docentes debemos adecuar las actividades y el contenido a las características del grupo, como sus necesidades, intereses y grado de desarrollo. Cuando existe un estudiante con barreras de aprendizaje es necesario también tomarlo en cuenta, y no privarlo de realizar cualquier diligencia en la que sus compañeros se desenvuelvan.

En conclusión,