La muerte en el niño
Enviado por Albert • 10 de Diciembre de 2018 • 1.894 Palabras (8 Páginas) • 284 Visitas
...
culturales y de las experiencias vividas con anterioridad, así también como a las actitudes de sus padres y de la capacidad que ellos puedan tener al hablar abiertamente sobre ella. Cuando se le habla al niño de su propia muerte hay que tener en cuenta diversos factores: el nivel de desarrollo de este, las experiencias de la enfermedad, su grado de comprensión, sus creencias culturales y religiosas sobre la muerte, para poder hablar con él hay que adaptarse a él y tener distintas maneras de comunicación. Cuando la muerte es la evolución de la enfermedad, comúnmente la familia y el paciente han contemplado a la muerte como una posibilidad esto proporciona un tiempo para mentalizar un duelo y preparase para la muerte, su conocimiento de anticipación ayuda al paciente a prepararse y le da la oportunidad de despedirse de su familia.
“Con su ultimo respiro, Mau le dio una oportunidad breve pero poderosa al amor: le entrego a su padre el casco que ahuyenta el miedo. Queria perdonarlo, quería darle una oportunidad al amor ese que salva.” ((Medina, Carlo. 2010. Pg. 189)
A lo que nuestra segunda y última interrogante es ¿Cuál es el proceso del duelo en los padres del niño y cuál es su impacto en su vida? La muerte de un hijo es sin duda la perdida que más se siente como dolorosa para el ser humano. El manejo del duelo en el padre es aceptar la perdida como una realidad, pero para algunas personas que llegan a la aceptación se puede motivar un movimiento mental y emocional. El duelo como una experiencia humana es natural y construido, en su proceso influyen aspectos propios del ser humano, de la sociedad y de su cultura. Desarrollando una opción nueva en donde se encuentre un significado que nos conecte a los recursos que se poseen y capacidades del ser humano. Sin importar las circunstancias, quienes son o de donde procedes no hay mayor vínculo entre los padres y madres que sufren la pérdida de un hijo, sin embargo la experiencia del dolor y el modo de expresarlos son diferentes, debido a la relación del hijo con los padres o sus estilos de afrontamientos. Si este lazo es muy fuerte entre el niño fallecido y sus padres los comportamientos de ellos se ven reflejados en la personalidad de ellos.
“El vínculo entre padres e hijos también puede una recapitulación de la unión entre el padre y el padre del padre, por lo que el niño puede ser utilizado por los padres para elogiarse o juzgarse a sí mismos” (García. Alfonso. 2012 Pg. 57)
Vivir a través del dolor y seguir adelante con su vida sin sentir que se está deshonrando la memoria de su hijo es el último objetivo y el más difícil para el padre en el duelo generando un gran impacto y cambio en la vida de ellos. No se trata de vencer el dolor si no vivir con él pues cada vez será más mínimo, ayudando a la reconciliación, esa sensación de pérdida que sienten los padres nunca desaparece pero si disminuye, la angustia y culpa pierden intensidad. El duelo a veces suele aumentar a lo largo del tiempo y la ausencia se va convirtiendo en realidad, causando más dolor, soledad y pasividad cuando no hay esperanza en un sentido de trascendencia. Sin embargo algunas madres y padres de los niños que están cerca de la muerte, logran con el ejemplo de vida de sus hijos y con la apremiante necesidad de contener todo los sentimientos que surgen durante la enfermedad del niño. No existe un tiempo exacto para vivir el duelo de un hijo, aceptar la ausencia de ese hijo lleva su tiempo y cada padre lo experimenta de diferentes maneras.
“El dolor destruye la conexión de madres y padres con el mundo personal y cultural, pudiendo borrar el contexto significativo que da sentido a sus esperanzas y anhelos” (Bruner, 2006, p. 40).
La sensación de dolor, ausencia y vacío es referida por los padres como física, psicológica y social. Una vivencia que ocasiona fragilidad y debilidad a la que se suma, en ocasiones, la sensación de injusticia.
Para concluir la pérdida de un hijo, ya sea aceptada o no, obliga a los padres a tener un nuevo comienzo en su vida pero con una reestructuración diferente, que existan cambios en su aspecto de vida. El padre que experimenta el duelo tiene la capacidad de salir adelante como un ser humano nuevo, integro, asimilando su nuevo rol y la situación.
Es sano que los padres se despidan, que acepten el hecho de que hijo ya no está ni estará más con ellos. El tiempo es fundamental en el duelo de los padres como un resultado de discontinuidad, como una secuencia entre dos polos opuestos, el tiempo sagrado y el secular. Así como también el hecho de que los padres se despidan del hijo no es olvidarse de él.
Referencias:
García Hernández Alfonso Miguel (2012). El duelo. Un espacio intermedio de aprendizaje en la vida (1ª edición). Culiacán, Sinaloa: Sociedad Internacional de Tanatología.
Schopenhauer Arthur (2009). El amor, las mujeres y la muerte (4ª edición). México: Ediciones Coyoacán Capítulo 3. La muerte.
Cfr. Resolución de duelos complicados desde una óptica sistémica del Pino Montesinos, J.I.; Pérez García, J.; Ortega Beviá, F.
Bayés R. Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca; 2001
medina, c. c. (2010). morir en sabado ¿tiene sentido la muerte de un hijo? Mexico, DF.: DESCLEE DE BROUWER.
...