La película nostalgia se desarrolla en una Italia triste, nebulosa y sombría

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En todo este monologo realizado en un plaza de roma Doménico intenta concientizar al mundo de lo mal que estamos llevando nuestra vida, tanto en lo personal ,como en sociedad Una vida llena de cosas banales, sin fe, sin amor , sin esperanza , un mundo donde predomina el egoísmo, donde solo pensamos en nosotros mismos sin pensar en los demás Un mundo donde no nos conocemos, donde ideas como la libertad y los sueños se encuentran ya devaluados por el hombre mismo Donde esas “pequeñas cosas” como el amor, la familia y EL SACRIFICIO ya no tienen valor alguno

Debemos volver a ese inicio donde nos ayudábamos los unos a los otros , donde no había discriminación , donde todos éramos iguales, donde valorábamos y disfrutábamos de la naturaleza, y a nosotros mismos

Andrei por su parte cruza con esa vela encendida, la piscina tratando de que esa llama no se extinguiera intentándolo nuevamente si esta llama se apagaba, mientras sentía como su vida se iba extinguiendo al igual que esa vela , e intentando de igual manera llegar al “final” con la llama encendida, para saber y sentir que al final el “SACRIFICIO” valió la pena

En conclusión, la película nos muestra lo importante que son los recuerdos en nuestra vida, las diferentes etapas por las que pasamos y lo que nos pueden marcar determinados eventos

Nos enseña a tener fe en el mundo, en nosotros mismos, en no dejar que la pequeña llama que llevamos dentro se apague que la protejamos con todo cuanto tengamos, y si por algún motivo se apaga, volvamos a iniciar, volvamos a encenderla, porque al final de nuestra vida, somos los únicos que podemos mantenerla viva y los únicos podemos protegerla

Ya que en esa pequeña flama están nuestra fe, nuestros recuerdos, todo lo que

No valoramos y deseamos cuando ya no los tenemos

Protejamos a la llama de nuestra propia vida, y valoremos todo lo que tenemos, vivimos, aprendemos , conocemos y amamos , porque no sabemos si algún día lloraremos por su ausencia

No dejemos que únicamente un Doménico se sacrifique por la humanidad

Vivamos! Amemos! Y sobre todo valoremos!

Y no dejemos que un loco en algún momento de nuestra vida nos diga QUE DEBRIAMOS DE ESTAR AVERGONAZADOS

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LA VISTA SE OSCURECE Y MI VIGOR ESTA DEMASIADO OCULTO

DARDOS DIAMANTADOS

EN LA CASS DE MI PADRE E RESPIRAN TRUENOS DISTANTES

LOS TEJIDOS DE DUROS MUSCULOS DEBILITADOS COMO EL CANOSO BUEY EN EL ARADO CUANDO CAE LA NOCHE

YA NO BRILLAN DOS ALAS DETRÁS DE MI

DURANTE LA FIESTA ME CONSUMI COMO UNA VELA, RECOLECTANDO ARRIBA Y ABAJO MI CERA DERRETIDA

Y VER EN ELLOS UN LUTO POR ALGUIEN Y ASI ORGULLOOSAMENTE DAR LA ULTIMA PORCION DE FELICIDAD MURIENDO BRILLANDO Y AL ABRIGO DE UN TEJADO IMPROVISADO ALUMBRAR POSTUMAMENTE COMO UNA PALABRA

Y EN ESE INTER DONDE SE DA CUENTA QUE YA ESTA CANSADO Y PRACTICAMANTE MORIBUNDO TAMBIEN DECIDE MIRARA ESE ESPEJO

RECORDANDO LAS PALABRAS DEDOMENICO DONDE EL SE PREGUNTABA EL POR QUE HIZO LAS COSAS QUE REALIZO A SU FAMILIA, SU ESPOSA, SUS HIJOS

COMO FUE QUE PUDO PRIVARLOS SIN VER LA LUZ DEL SOL Y TEMIENDOLE A ELLA

Y VIO EN ESE ESPEJO A SU PADRE TALVEZ TRATANDO DE ENTERLO Y PERDONARLO POR EL ABANDONO

AL IGUAL SE CUESTIONA LA FE CUANDO HABLA O INTENTA HABLAR CON DIOS Y EL LE MENCIONA QUE PASARIA SI EL ESCUCHARA SU VOZ PERO QUE EL SIEMPRE ESTA PRESENTE AUNQUE EL NO SE ENCUENTRE CONCIENTE DE ELLO

En conclusión, la película nos muestra lo importante que son los recuerdos en nuestra vida, las diferentes etapas por las que pasamos y lo que nos pueden marcar determinados eventos

Nos enseña a tener fe en el mundo, en nosotros mismos, en no dejar que la pequeña llama que llevamos dentro se apague que la protejamos con todo cuanto tengamos, y si por algún motivo se apaga, volvamos a iniciar, volvamos a encenderla, porque al final de nuestra vida, somos los único que podemos mantenerla encendida y los únicos podemos protegerla

Ya que en esa pequeña flama están nuestra fe, nuestros recuerdos, todo lo que

No valoramos y deseamos cuando ya no los tenemos

Protejamos a la llama de nuestra propia vida