Los padres temen mostrarse con ciertas fuerzas que los pequeños evidencian y ponen en cuestionamiento su autoridad
Enviado por mondoro • 21 de Marzo de 2018 • 1.868 Palabras (8 Páginas) • 282 Visitas
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¿Es posible que algunos profesionistas del área de la salud mental mal interpreten tal definición? “Alteración significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un individuo.” “Es una alteración de tipo emocional, cognitivo y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc.”
Remarcando conceptos importantes de ambas definiciones y teniendo en cuenta lo escrito en párrafos anteriores, como no se puede alterar el estado cognitivo de un niño si vive en constante oposición ante sus inquietudes, intereses, su saber o sus deseos de descubrir como este organiza sus emociones, su comportamiento, su motivación, su conciencia, como se desarrolla su conducta, su percepción, su aprendizaje y su lenguaje, cuando vive oscilando entre la limitación. Pareciera que se quiere borrar la esencia de su ser, que se voltee a ver a un niño y cada punto remarcado por los cuales se mueve, si por momentos cada menor se desenvuelve y da muestra de tener en si cada uno de los conceptos anunciados. ¿Es acaso que tales definiciones dan aviso de que se requieren niños inmóviles, quietos y cien por ciento estúpidos, será acaso que ciertas organizaciones estén a favor de un sistema opresor que impide el desarrollo del ser humano desde su infancia? Cabe la posibilidad, sin embargo este es tema interesante para la elaboración de otro trabajo
¿Entonces tendría que mencionarse el comportamiento como una desestabilización de la conducta y las emociones más que como un trastorno o como un proceso de adaptación a su sistema de vida? Cabe la posibilidad.
Desde otro punto, ¿qué o quién se queda grabado en el niño cuando le menciona un rotundo “no” sin dar explicación alguna del por qué? “Cuando una madre prohíbe al niño tocar un líquido toxico, podría decir; el líquido es peligroso, en pequeñas cantidades es bueno para la limpieza, yo pongo mucha atención; puro quemaría mi piel y si la bebiera me envenenaría. El niño no la tocaría pues se sentiría como la madre, porque la madre está ahí donde existe la confirmación de la palabra. Pero en cambio ésta suele decir: “no toques” lo que ella toca sin mayor explicación.
Todo lo que es objeto manipulado por los padres es para el niño una prolongación de los padres, esto se vuelve interesante ya que para él es el padre o la madre quien está en ese objeto, sin explicación alguna y ante la prohibición se impide su iniciativa o motricidad, es decir limita su humanización a su semejanza. Luego entonces hay que explicar al menor que el objeto no es el padre, que aquello que experimenta viene del objeto, que no es un castigo recibido por el padre mucho menos que el padre está dentro del objeto, si se explica al niño que el mismo riesgo ante una actividad u objeto es el mismo para él que para el padre, admitirá de otra forma la vivencia.
En realidad, el niño, aunque sea muy pequeño, es tan capaz como el adulto. Pero a condición de que le induzcan confianza, de que le enseñen, le hagan saber, entender, integrar la realidad de las cosas que ellos mismos, en verdad afrontan, enseñando el porqué de los riesgos y los peligros, por lo consiguiente si el niño se encuentra ante un incidente estando sin la presencia de los padres, no temerá hablar de ello, comprenderá que se debió a que dio un mal uso o empleo de lo que se había dicho y a partir de esto dará muestra de confianza hacia el adulto, guía en quien puede creer. El adulto que haya explicado de los riesgos tanto para el niño, como para este, y lo asume como el niño, ni lo humilla, ni lo culpabiliza.
Sin embargo al niño solo se le reconoce su creatividad, iniciativa y buen comportamiento si beneficia al mundo de los adultos, ya que al adulto se le dificulta averiguar en la realidad propia del infante, cada vez que se considera algo de él, se espera en términos de producción, y/o rentabilidad, casi nadie presume de sus hijos sus interrogaciones, sus discusiones, sus equivocaciones, la causa de sus llantos o el motivo de sus peticiones, esto lo justifican señalándolo como un mal hijo, desobediente y mal portado.
Ahora bien las definiciones científicas puestas en palabras de algunos especialistas y dadas a conocer a un padre respecto de su hijo, no hace otra cosa más que reafirmar la enfermedad o trastorno del menor, que más allá de que se tome esta situación como principio para una solución, muchas ocasiones se mal interpreta, para señalar, categorizar, devaluar y agudizar el comportamiento del niño. Por lo que corresponde a los padres, pocos son los que voltean a ver las aportaciones hechas, para que su hijo manifieste cierta conducta, que en muchos de los casos genera una mayor problemática en el ambiente familiar y social en el que este se desarrolla. Por lo tanto ¿Con qué magnitud se quiere ver por todos lados niños bien portados, que no ocasionen conflicto, que no causen quehacer, que no distraigan a los adultos de sus actividades etc.?
No es de mi interés responsabilizar para culpar a alguien respecto al tema, el interés está puesto en que cada adulto conozca su pasado en estado de infancia, para lograr, por pequeño que sea, un avance en cuanto a la interacción, integración y relación, padre - hijo dentro de un ambiente familiar luego entonces social y poco a poco este tipo de clasificaciones en los hijos que lastiman, tanto al padre como al hijo disminuya, al menos como propuesta.
Bibliografía
- La causa de los niños Françoise Dolto pagina 60 1985 ediciones Paidós Ibérica; S.A.
- http://elpsicoasesor.com/trastorno-mental-segun-el-dsm-5/
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