Ludopatia. El fenómeno de adicción al juego

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Sin embargo, el jugador patológico es el que a través del juego llega a experimentar una pérdida de control, careciendo de la habilidad para dejar de jugar, aun cuando ello le genere pérdidas.

Para Echeburúa (1992), el DSM-III-R supone un vuelco respecto a los criterios diagnósticos del DSM-III. En la revisada, los criterios para el abuso de sustancias y para el juego patológico son básicamente los mismos si se sustituye el juego por la sustancia adictiva, con un énfasis especial en la pérdida de control.

La influencia de los factores sociales asi como las descripciones de casos, partiendo de la década de los ochentas del pasado siglo, ha dado origen e impulsado la investigación sobre las conductas consumistas disfuncionales. De hecho el avance se ha logrado gracias a la aparición en escena de importantes y reconocidos grupos de investigación en el ámbito científico.

1.1.2. Descripción

El fenómeno de adicción al juego, además de sus referentes en las manifestaciones de la vida cotidiana, ha despertado nuestro interés por abordar esta problemática. Ejemplo claro la diversidad y numero de casinos en nuestra ciudad, el observar el creciente número de personas atrapadas en este círculo vicioso. Y, en suma, que a pesar de contar con ya siglos de historia como antecedente, lo cierto es que su peso e importancia sólo se ha hecho “socialmente visible”. De hecho, el juego ha sido y es un elemento presente en la vida social, pero no vivido como una obsesión, una adicción fuera de control o como una neurosis constante.

Esta tendencia del juego patológico se ha manifestado con más presencia a partir de la mitad del siglo XXI, la cual ya no le da un sentido natural y neutro a lo lúdico, sino que se alinea a lo patológico, con apuestas, dinero, otras adicciones o pulsiones descontroladas.

Existen supuestos de que tanto el hombre como la mujer, ya que esto no es cuestión de género, juegan por huir de sus problemas, una evasión de su realidad.

El trabajo de Bergler (1957) nos refiere desde sus explicaciones psicológicas del juego con enfoque freudiano que “…el acto del juego en sí mismo es una negación del ‘principio de realidad’. En el juego, el individuo solo está expresando su agresión neurótica contra aquellos que le han enseñado el ‘principio de realidad’ – en la mayoría de los casos sus padres (Bergler, 1957, citado en Li y Smith, 1976:190

Echeburúa en su libro plantea que las adicciones no se reducen a las conductas generadas por sustancias químicas diversas, sino que también pueden producirse por el abuso de hábitos de conducta aparentemente inofensivos. No se trata como dice el autor de psicopatologizar una conducta y hábitos cotidianos como lo es en este contexto el juego, sino más bien de señalar que muchas conductas normales, algunas de las cuales pueden ser saludables o al menos inofensivas, en ciertos casos pueden convertirse en desadaptativas si se hace uso anormal de ellas, bien por su intensidad, por su frecuencia, o por la cantidad de tiempo o dinero invertido. “Lo que diferencia al hábito de la adicción es que esta última tiene efectos contraproducentes para el sujeto”. La ludopatía es parte de las adicciones sin drogas, considerándose dentro de las modalidades de adicciones psicológicas Echeburúa, (1994).

Es realmente preocupante ver todas las consecuencias que trae consigo y lo que si puede afirmarse de manera general es la evidente degradación en las relaciones sociales de los ludópatas, comenzando por el espacio que tienen más cercano y sensible como es la familia.

Socialmente en la estructura de una familia, tanto el hombre como la mujer representan los roles más importantes en ella, en el padre y la madre recae la base de su constitución, son el ejemplo y referencia de sus hijos. En este caso la familia se ve seriamente afectada, cuando para el jugador ésta deja de ser su prioridad sustituyéndola por el juego incontrolado. En la relación conyugal y con los hijos, el lazo afectivo y la comunicación se dañan cuando la mentira, la desconfianza, la falta de integridad por parte del jugador se hace presente.

La información de la investigación del equipo nos da datos importantes que sustentan lo anterior mencionado, en las experiencias vividas por los entrevistados.

- Justificación

El conflicto con la ludopatía está aumentando y como ocurre en otras conductas adictivas, el impacto del juego patológico va más allá del individuo involucrado, en concreto, la familia es un área que se ve profundamente alterada.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), está comprobado que por cada diez personas que visitan por primera vez un Casino, sin importar la edad que tengan, ocho son potencialmente ludópatas. Existe una tendencia propia del ser humano de tentar al azar y la suerte disfrutando del aumento progresivo de las apuestas ya que a mayor riesgo se consigue un índice más alto de emoción.

Se ve con gran preocupación como el jugador adicto arriesga sus bienes, su trabajo y su integridad colocando el juego en un lugar preponderante. Se considera necesario dar información oportuna y clara para concientizar al lector sobre las graves consecuencias sociales, psicológicas y económicas, en especial aquellas que dejan huellas imborrables en los integrantes de su familia; a corto mediano y largo plazo, siendo importante resaltar que los costes sociales del juego traen consigo una cantidad de arbitrariedades, conflictos y antivalores que afectan directamente al ser humano.

La presente investigación se enfocará en estudiar la afectación intrafamiliar que conlleva la conducta de una persona con adicción al juego en la ciudad de Culiacán, debido al alto índice en la desintegración familiar observable en relación a las personas que acuden a estos centros de juego. Así el presente trabajo pretende mostrar el impacto de la ludopatía en el entorno familiar además de ofrecer una mirada integral sobre el daño en el adicto al juego y su entorno producido por la alta oferta de los centros de juego en la ciudad.

- Preguntas de investigación.

1.3.1.- Pregunta General

¿Cómo se ve afectado el entorno familiar de un ludópata?

1.3.2. Preguntas específicas

¿Existen rasgos específicos que determinen si una persona es ludópata?

¿Un ludópata puede llegar a perder a su familia

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