Para leer al pato Donald, libro que fue publicado primeramente en Chile en los años setenta de este siglo, escrito por Ariel Dorfman, fue miembro de la división de publicaciones infantiles y educativas de Quimantú

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Tomando en cuenta todo este análisis, al juicio de los autores, podemos decir que los elementos de nuestra realidad, comportamiento, ideas, valores, visiones del mundo, todo lo que nos hace la persona que somos, están articulados con las relaciones sociales y dependen de ellas para nosotros poder subsistir y desarrollarnos en el mundo. Este mecanismo hace que tengamos estas o aquellas necesidades desde el momento en que nacemos y conforme vamos creciendo educados por estos principios, nos hacen pertenecer a un sistema determinado. Es imposible evadir estas necesidades y ser conscientes de que estamos inmersos en ellas, por ello estamos obligados a ser parte del sistema. La diferencia radica en el modo en que lo vamos a hacer y qué tanto vamos a depender, claro está que de antemano tiene que haber una concientización.

Especulo que el capitalismo es necesario hoy en día (de hecho es imposible salir de él), ya que podemos usarlo a nuestro beneficio, y vivimos en un mundo de compra-venta, consumismo, fetichismo y que en cierto punto satisface nuestras necesidades porque nos permite tener una mejor vida, más cómoda. ¿A quién no le gustan las comodidades? Claro está que entre más reflexionada sea nuestra forma de pensar siempre será más ética, no se trata de estar a favor o en contra de un modelo, ni de declararse comunista o capitalista. Ningún modelo es perfecto y en ninguno de puede satisfacer por igual las necesidades de todos, la historia nos lo ha demostrado.

Toda clase social que es dueña de los medios de producción de la vida, también es dueña de los medios de producir ideas, es decir hacia qué sentido se dirige la sociedad; entonces vemos que una clase social es la que nos dicta el modo en que tenemos que ver el mundo, según los autores de Para leer al pato Donald esos modos de pensar de la clase social dominante son hasta cierto punto maquiavélicos, lo único que buscan es reproducir el modelo capitalista para poder siempre ostentar el poder. El problema y la solución están en la manera en la que el receptor capta el mensaje, y esa reflexión crítica se hace informándose y cuestionándose.

Así, los autores manifiestan su deseo de re-comprender la realidad de la sociedad para poder modificarla y destruir el capitalismo por medio de una revolución, esta revolución es un proceso de trasformación. Y sí, en efecto se necesita comprender y re-comprender la realidad, esta es una gran necesidad en México y en muchos otros países latinoamericanos, el gran reto consiste en estructurar el camino para lograrlo.

Concluyo que debe haber una comunicación más eficaz, reconciliar el goce del conocimiento, la cultura y el crecimiento de nuestro entorno. A mi parecer un empresario capitalista entre más humano sea, será un mejor empresario y podrá guiar de mejor manera a sus subalternos. Pero ser una persona humana es una virtud que no cualquiera posee, ya que no es algo fácil de obtener y desafortunadamente no todos se interesan en hacer los esfuerzos necesarios para lograrlo, y más bien se caracterizan por otras actitudes, tales como: soberbia, egoísmo, ambición, voracidad y con tal de llegar a su objetivo abusan del débil o en su caso del pobre, y es así como llegan a olvidarse de que somos humanos antes que otra cosa. La mejor revolución es la individual.