Psicología- Adolescencia y pubertad.
Enviado por Christopher • 7 de Febrero de 2018 • 1.971 Palabras (8 Páginas) • 369 Visitas
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Durante la adolescencia y la pubertad, los cambios en talla, peso, así como en los rasgos faciales; las características sexuales primarias y secundarias; las modificaciones entre el tronco y las extremidades, y sobre todo la rapidez con que se producen estas transformaciones, obligan al adolescente a reelaborar drásticamente su imagen corporal.
El adolescente ante estas transformaciones, se encuentra incómodo, resultándole difícil manejar su nuevo cuerpo.
La evolución del cuerpo está ligada a diferentes comportamientos del adolescente, o sea experimenta en el propio cuerpo para determinar sus límites.
La nueva imagen será resultado no sólo de las propias actitudes, sino también de las que manifiestan otras personas de su entorno y éstas afectarán la autoimagen de manera importante.
El cuerpo, representa al individuo, es símbolo de su yo y de su personalidad, es un estímulo social y, a partir de la adolescencia, un estímulo sexual.
El adolescente venezolano parece estar satisfecho de sí mismo en términos generales, más los varones que las mujeres. Los varones se preocupan por su peso, estatura y pelo; y las mujeres temen tanto en llegar a ser muy gordas como muy delgadas.
Al producirse las transformaciones puberales parece tener un efecto psicológico importante: los varones de desarrollo temprano son más populares que los de desarrollo tardío, lo cual se invierte en ellas. Las niñas que maduran antes están más desarrolladas y son más altas que los compañeros varones de su misma edad, lo que constituiría una desventaja social.
Sin embargo, el efecto de la maduración temprana en uno y otro sexo está mediatizado por el grupo al que pertenece el adolescente. Si los líderes del grupo maduran tempranamente, la pronta aparición en los cambios puberales afecta positivamente tanto a ellos como a ellas.
- Identidad
- Desarrollo e identidad del “yo”: Erikson ha elaborado una teoría del desarrollo alrededor de la identidad del “yo”, cuyas etapas son las siguientes:
- Confianza en oposición a desconfianza (hasta los 2 años)
- Autonomía en oposición a vergüenza (parte del parvulario)
- Iniciativa en oposición a culpa (última parte del parvulario hasta la escuela básica)
- Laboriosidad en oposición a inferioridad (escuela básica hasta la pubertad)
- Identidad en oposición a difusión de la identidad (pubertad y adolescencia)
- Intimidad en oposición a aislamiento (adulto joven)
- Fecundidad en oposición a absorción en sí mismo (adulto)
- Integridad en oposición a desesperación (última madurez y vejez)
El joven, para experimentar la identidad, ha de sentir una progresiva continuidad entre lo que ha sido durante los años de la infancia, y aquello promete llegar a ser en un futuro anticipando entre lo que piensa que es y lo que cree que los demás ven y esperan de él.
Erikson (1956) decía que la identidad se podía entender de muchas maneras y se trataba de una estructura elaborada por el propio sujeto bajo la conciencia de una historia personal continua y una unidad integral.
La búsqueda de la identidad no es exclusiva de la adolescencia, pero en ella adquiere un significado especial por el peligro de su difusión ante un cuerpo continuamente cambiante y un entorno con nuevas exigencias.
Erikson señala que la facilidad con que el adolescente logre el sentido de su identidad dependerá de múltiples factores:
- El tipo de relación padres-hijos
- Las características de los padres como modelos con quienes identificarse
- La habilidad del adolescente para integrar dichas identificaciones
- Las identificaciones que haya logrado previamente con los padres
- Las oportunidades que se le ofrezcan al adolescente para ocupar un puesto en la sociedad
- Formas para enfrentar el logro de la identidad: Las formas con que el adolescente construye su identidad son diversas: la búsqueda de una profesión, alcanzar alguna meta específica, ser como alguien a quien se admira; de las cuales son positivas.
Pero en vez de adoptar las formas señaladas que se adecuan a los valores y costumbres sociales, el adolescente puede tomar la vía de la rebelión y el inconformismo, de tal manera que luchará contra todo y contra todos. El problema será el mismo: la búsqueda de la propia identidad.
Marcia (1980) describe cuatro status diferentes en la búsqueda de la identidad:
- El logro de la identidad: Se pasa por una serie de decisiones que realizarán para su vida eterna.
- El estado de exclusión: Cuando se encuentra comprometida la decisión de los padres o de una ideología que no es propia.
- La difusión de la identidad: No tienen una decisión para su vida ni una ideología.
- El estado de identidad con moratoria: Cuando está en plena toma de decisiones para su vida.
- Tipificación sexual: Es la adquisición de motivaciones, sentimientos, intereses, actitudes y otros rasgos que se consideran adecuados al propio sexo.
Los padres, adultos y la cultura, en general premian las actividades y modos de ser que se consideran adecuados al respectivo sexo, y castigan las otras.
Pero es en el hogar donde se adquiere los componentes fundamentales de la identidad sexual mediante la observación e imitación del modelo paterno o materno y su identificación.
La situación ideal para una adecuada adopción de papeles sexuales culturalmente aprobados sería aquella en la que, por un lado, el padre del mismo sexo presta cuidado y atención, mostrándose afectuoso y cordial; y, por otro, cuando padre y madre premian sistemáticamente y consistentemente las manifestaciones de conducta y modos de ser adecuados al sexo del niño, desalentando los impropios.
En Venezuela, el varón está al mando de una sociedad patriarcal; posee el poder político, religioso, cultural, económico y militar; decide y dispone en todos los ámbitos; en la familia es el proveedor y su autoridad no se
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