Resumen Sincrodestino (Deepak Chopra)

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Deepak Chopra dice que “las coincidencias son mensajes codificados de la inteligencia superior”. Cuando surja una coincidencia, no la ignores. Puedes preguntarte: “¿Cuál es el mensaje?” “¿Qué significa esto?”. No hay que buscar las respuestas de manera lineal (causa-efecto), las respuestas vienen solas y de manera entrelazada. La clave está en prestar atención, estar atento, estar abierto, ser flexible, confiar.

La percepción del tiempo

Para la mente, el pasado reside en la memoria y el futuro en la imaginación. Sin embargo, a nivel del alma, el pasado, el futuro y todas las distintas posibilidades de la vida existen simultáneamente. Todo ocurre al mismo tiempo.

Un ejemplo muy ilustrativo es el del funcionamiento de un CD. El CD tiene 9 pistas, y mientras reproducimos la pista num. 2 , solo escuchamos la canción número 2. Las demás canciones están en el CD en ese mismo instante, solo que yo no las estoy escuchando. En ese mismo CD podremos gravar otras canciones que todavía no existen, podría gravarse cualquier canción que existe en el Universo: solo es una posibilidad que podría ocurrir.

El espejo de las relaciones

Un avance espectacular que se da en la vida de las personas es cuando reconocemos que tu y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Yo soy aquello, tu eres aquello, todo es aquello. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro una parte de mi, quizás de una parte que no me agrada, quizás descubro una parte de mi sombra. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mi mismo. Todo es parte de mi. Si todos formamos la unidad, cada una de las partes también es parte de mi. Como dijo el poeta griego Sepronio, “nada humano me es ajeno”.

Tanto aquellos a quienes admiramos, amamos o reconocemos, como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Qué tipo de personas nos atraen más? Generalmente nos atraen quienes tienen características similares a las nuestras. Es un proceso insconsciente, pero sigue el principio de “lo similar atrae a lo similar”. Queremos estar en compañía de personas “similares” a nosotros, porque inconscientemente, podemos manifestar más esas características (nos potenciamos, nos reforzamos en ese aspecto). De la misma manera, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos de nosotros. Si sientes una fuerte repulsión hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tenéis características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.

Cuando reconocemos este simple principio del espejo de las relaciones, que podemos vernos en los demás, cada relación se vuelve una preciosa oportunidad para la evolución de nuestra consciencia.

Todo problema viene del rechazo. Si nos aceptáramos tal y como somos, si comprendiéramos y aceptásemos nuestras características menos atractivas, si nos mirásemos adentro con amor, entenderíamos también a los demás, y los miraríamos con otros ojos. Puesto que el Universo está en mí, todo es parte de mi, yo lo soy todo (y por tanto, muy holgazán y también muy trabajador). La naturaleza del Universo es la coexistencia de valores opuestos: no puedes ser valeroso si no tienes un cobarde en tu interior, no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño en tu interior, no puedes ser bondadoso si no careces de la capacidad para actuar con maldad.

Las personas que atraen sistemáticamente en sus vidas a personas que no les convienen, y no comprenden porque les sucede esto, una y otra vez, es porque no están dispuestas a ver esa parte que consideran “negativa” en su interior.

Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro. Las personas más desarrolladas espiritualmente, aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, te sientes cómodo y nunca te sientes juzgado.

Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Nadie tiene exclusivamente características positivas, ni el gurú, ni el santo, ni el líder iluminado. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos, que formamos una unidad (el símbolo ying-yang), y gracias a esta totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser interior profundo.

El diálogo interno

Ser conscientes de nuestro diálogo interno es el primer paso para el desarrollo de la consciencia. Hay personas que están tan atrapadas en la trampa de la mente, que no son conscientes siquiera que tienen un dialogo interno perturbador. Esa voz les hace creer que ella y ellos son lo mismo. Están inmersos en su propio paradigma, como un pez que no sabe que se encuentra en una pecera.

Hay también muchas otras personas, que querrían deshacerse de ese diálogo interno permanente, y entablan una guerra civil interior.

El diálogo interno es una de nuestras características más elementales. Este diálogo interno cumple una función importante: contribuye a la supervivencia. Es la voz que te avisa si “esa persona quiere hacerme daño”, “este alimento me sentara bien” o “quizás no sea el momento de hacer concertar una entrevista”.

Muchos iniciados en la búsqueda espiritual querrían coger a la mente que elabora constantemente pensamientos y lanzarla por la ventana. Y en cierta manera, tienen parte de razón, puesto que los pensamientos están influenciados por factores externos (preocupaciones económicas, estrés, dificultad en las relaciones …) que terminan entorpeciendo nuestro desarrollo espiritual y nos desvían en dirección opuesta a la que queremos conseguir.

Tenemos que aceptar que es la naturaleza de la mente. Si nos dejamos llevar por ella, nos arrastra. Tampoco podemos declararle la guerra. Es mejor aceptar que la mente funciona asi, y que hay que trabajar amorosamente con ella, fluir con ella, haciéndonos su amiga. Aceptando que a veces se comportará como una mosca molesta (un “abejorro” según una bella canción de Snatam Kaur), pero que no podemos matarla, puesto que somos nosotros mismos. Se trata de conseguir un cambio de hábitos, una reprogramación del funcionamiento de la mente, identificando que programas son molestos y desactivarlos. En otro capítulo hablamos más extensamene sobre los diferentes tipos de programas, sus características