Sociologia 1 blas pascal

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Marx-Engles consideran que los cambios revolucionarios surgen debido a la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de fuerza existentes “…los factores económicos no son suficientes para determinar un cambio ya que es necesario que la clase dominada se transforme en clase revolucionaria, en primer lugar adquiriendo conciencia de la situación objetiva de dominación y explotación de la que es víctima… así como de las cuales son sus verdaderos intereses de clases. En segundo lugar, es necesaria su organización política para oponerse a la clase dominante, a sus intereses, al dominio del estado que asegura tal dominación y al sistema jurídico que consagra entre otras cosas la forma de propiedad que beneficia la dominación de una clase por otra…”

Un ejemplo de cambio social con las características antes mencionadas ocurrió en nuestro país en las ciudades de Cutral-có y Plaza Huincul pertenecientes a la provincia de Neuquén. Las “puebladas” fueron una serie de protestas populares ocurridas principalmente entre 1996 y 1997. Han trascendido a nivel nacional ya que las mismas son consideradas como el inicio de los movimientos de desocupados y piqueteros surgidos para luchar contra las políticas económicas conocidas como neoliberales aplicadas en la década de 1990.

En 1996 una original acción de masas inventaría el método, el nombre y la simbología de un nuevo actor clave en la resistencia al neoliberalismo: los piqueteros. El comienzo de dichas puebladas yace en los masivos despidos dispuestos luego de la privatización de las empresas públicas de petróleo y gas del estado, generando un estado de pobreza y desocupación en ambas ciudades.

El 19 de junio de 1996 el gobernador Sapag anuncia la ruptura del contrato con la empresa canadiense “Agrium” para construir una planta de fertilizantes y con esto la esperanza de al menos dos mil puestos de trabajo cae en picada. Años atrás la privatización de YPF había dejado el saldo de cuatro mil desempleados; prácticamente no existía otra fuente de trabajo remunerado en las comarcas. Ante esta noticia paulatinamente, la población auto convocada, se va plegando en dirección a la ruta, estableciendo barricadas proceden al corte total de la misma, impidiendo el tránsito de cualquier vehículo, especialmente la salida de los camiones provenientes de la refinería, en cuestión de horas ambas ciudades se encontraban sitiadas por decisión comunal a la espera de una pronta solución por parte del estado.

La protesta no fue una acción exclusivamente de desocupados, los comercios apoyaron cerrando sus locales, desde los municipios se dispuso asueto, se suspendieron las actividades escolares literalmente, la comunidad entera se solidarizo ante esta situación.

Sapag manifiesta su disposición de dialogar, pero solo con una delegación que viajara a Neuquén capital. Mientras tanto, la jueza federal Margarita Gudiño de Arguelles toma cartas en el asunto y comienza a rumorearse sobre un eventual desalojo a cargo de las fuerzas de gendarmería: rumor que se materializa con la llegada de cuatrocientas tropas. Ara su sorpresa, lo que visualizan las mismas es una verdadera multitud que incluye no solo a desocupados sino también a cientos de vecinos que se habían acercado en calidad de apoyo, haciendo un total de veinte mil ciudadanos. Luego de un enfrentamiento la jueza, desconcertada, se dispone a dialogar declarándose incompetente ante la situación decide retirarse del lugar daño la misma orden a gendarmería. Ante tal hecho, el gobernador se dirige con urgencia hacia las localidades con la intención de llevar a cabo el dialogo tan esperado.

Con representantes elegidos en asamblea, los ciudadanos presentan a Sapag un petitorio de esta manera y luego de una semana de tensión, se llega a un acuerdo entre las partes, acuerdo que si bien desencadena el desalojo de la Ruta Nacional N°22, tiempo después genera un nuevo descontento e indignación entra la población ya que no se lleva a cabo lo que se había estipulado. Las condicionas para la segunda pueblada comienzan a gestarse.

Es así que desde el 9 al 18 de abril de 1997, en el marco de una protesta docente de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) se extiende la segunda pueblada. Como resultado de la represión y la criminalización de la protesta social, el 12 de abril fue asesinada Teresa Rodríguez, quien se convertiría en una de las figuras inspiradoras del movimiento piquetero.

Desde ese entonces el término “piquetes” comenzaría a tomar una significación nacional como el movimiento de protesta popular que utilizan los cortes de rutas, puentes o calles como elemento de presión.

4) la realidad social es vista dese dos puntos de vista totalmente antagónicos, por un lado nos encontramos con la corriente objetivista: quienes adoptan esta postura consideran a los fenómenos sociales como hechos externos a los individuos, como una suerte de “ente” que trasciende nuestra conciencia condicionándola “…en otras palabras, como un sujeto que es un objeto paso y que recibe el impacto de la realidad social externa, al que reacciona de maneras determinadas..” creando un dualismo sujeto-objeto, donde este último es considerado antecesor al primero.

Por otro lado tomando los aportes de la fenomenología, hallamos la concepción subjetivista, cuyo énfasis se centra en el estudio de todo lo relacionado con los fenómenos sociales y los acontecimientos que rodean al mismo, centrando su punto en el elemento subjetivo que aportan los sujetos al observar dicho suceso. Consideran que “la sociedad entonces no es meramente algo dado, que está afuera y opuesto a los actores sociales” sino que los mismos en su interacción aportan el elemento subjetivo creando y recreando, por medio de su percepción e interpretación, la realidad social en la cual están inmersos.

A pesar de que estas dos concepciones coexisten, es cierto que adoptando una u otra perspectiva corremos el riesgo de caer en una posición reduccionista, al punto tal de que si consideramos solo uno, excluiremos los componentes de la constitución de la realidad social de la concepción opuesta. Ante esta problemática el autor considera que “aceptar que la realidad social es objetiva no significa negar que es subjetivamente constituida, o mejor aun intersubjetivamente constituía, a modo de un orden social negociado o potencialmente negociable” con esto entiende que los fenómenos sociales son subjetivos debido a la multiplicidad de interacciones de los actores quienes producen y reproducen los hechos realizando un trabajo interpretativo de los mismos, a su vez, el resultado de estas interacciones se ven