Transtorno de la fluidez de inicio en la infancia

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Se han dichos muchas estrategias para ayudar a la comunicación de las personas que sufren este trastorno, pero desde mi perspectiva están podrían ser más relevantes (Lozano, 2012)[2]:

1. No terminar las frases de la persona. Tiene que aprender a hablar por sí mismo para que vea que puede enfrentarse al problema y salir victorioso del mismo.

2. No meterse con él, enfadarse o menospreciarle cuando ocurra este problema.

3. No interrumpirle, dejarle que acabe las frases. Se le puede animar a que termine, con palabras de aliento, o una sonrisa.

4. Grabarle cuando hable despacio y cuando habla deprisa, para que él se oiga y empiece a ver las diferencias.

5. Cantar con él y de nuevo grabarle para que se escuche y que vea que cuando canta no tartamudea. Explicarle que esto sucede porque cantando “gestiona” mejor la cantidad de aire a expulsar.

6. Trabajar con el niño la respiración diafragmática (que aprenda a hacer una respiración profunda en la que el aire llegue al diafragma o a la tripa).

7. Hacer ejercicios de soplo, como hinchar globos, soplar velas, soplar con pajitas... de esta forma conseguiremos fortalecer los órganos fonadores.

8. Alargar las vocales al hablar. Esto sobre todo lo podemos hacer mientas el niño lee.

9. Trabajar el turno de palabras, como por ejemplo, los padres empiezan una frase, paran y le piden al niño que él la termine.

10. Controlar las conductas de ansiedad del niño. Trabajar con él el miedo a tartamudear.

De igual manera el NIDCD Instituto Nacional sobre sordera y otros trastorno de la comunicación) (S.A, 2014)[3], recomiendan, que es necesario proporcionar un ambiente familiar positivo, relajado y de paciencia, para permitir que el individuo hable y no se sienta presionado. Además propone que asista a terapia, con fonoaudiólogos, que son terapeutas que se centran en hablar más lento, a partir de palabras de la solo-sílaba y pasar a frases y palabras complejas. Los terapeutas también se centran en por qué el niño es tartamudeo; a veces la ansiedad provoca tartamudeo y es trabajo del terapeuta para entender lo que está causando la ansiedad.

Yo agregaría estrategias como:

- No etiquetar al individuo como “tartamudo”, porque eso los hará sentir bajo mayor precisión e incluso capaz de lograr erradicar el problema.

- Dedicarle tiempo y paciencia para ayudar al que lo parece y así servir como un modelo, que él puede imitar, y así ir mejorando su fluidez.

- Evitar hacerles comentarios burlones o desagrado cuando se encuentre atorado en alguna palabra.

- Juegos de palabras. Esto hará mucha más dinámica la fluidez e incluso un poco divertido.

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