Una teoría del desarrollo de los adolescentes tardíos a través de los años veinte

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Para la mayoría de las personas, los últimos años de la adolescencia a través de los años veinte: son los años más volitivos de la vida. Sin embargo, las influencias culturales estructuran y algunas veces limitan el grado en que los adultos emergentes pueden usar a sus adolescentes y adolescentes de esta manera, y no todos los jóvenes en este período de edad pueden usar estos años para la exploración independiente. Al igual que la adolescencia, la edad adulta emergente es un período del curso de la vida culturalmente construido, no universal e inmutable.

En primer lugar, expongo el fundamento teórico y luego presento evidencia para ilustrar cómo la edad adulta emergente es un período distinto demográficamente, subjetivamente y en términos de exploraciones de identidad. A continuación, explico cómo la edad adulta emergente se puede distinguir de la adolescencia y la edad adulta joven. Por último, analizo las condiciones económicas y culturales en las que la edad adulta emergente es más probable que exista como un período distinto del curso de la vida.

SEGUNDA PARTE: LAURA páginas 470/ el segundo subtitulo de la 471

El Fondo Teórico

Ha habido una serie de contribuciones teóricas importantes para la comprensión del desarrollo desde finales de la adolescencia a través de los años veinte. Una contribución temprana fue hecha por Erik Erikson (1950, 1968). Erikson rara vez discutió edades específicas en sus escritos, y en su teoría del desarrollo humano a través del curso de la vida no incluyó una etapa separada que podría ser considerada análoga a la edad adulta emergente como se propone aquí. Más bien, escribió sobre el desarrollo en la adolescencia y el desarrollo en la edad adulta joven. Sin embargo, también comentó la prolongada adolescencia típica de las sociedades industrializadas y la moratoria psicosocial concedida a los jóvenes en esas sociedades "durante la cual el joven adulto a través de la experimentación libre de roles puede encontrar un nicho en algún sector de su sociedad" (Erikson, 1968). , Página 156). Por lo tanto, Erikson parece haber distinguido -sin mencionar- un período que es de alguna manera la adolescencia y, en cierto modo, la adultez joven, pero no estrictamente uno, un período en el que los compromisos y las responsabilidades de los adultos se retrasan mientras que el papel experimentación que comenzó en la adolescencia Continúa y de hecho se intensifica. Otra contribución teórica se puede encontrar en el trabajo de Daniel Levinson (1978). Levinson entrevistó a hombres de mediana edad, pero también los hizo describir sus primeros años y, sobre la base de sus relatos, desarrolló una teoría que incluía el desarrollo a finales de los años veinte y los veinte. Él llamó los años 17-33 la fase del novicio del desarrollo y discutió que la tarea primordial de esta fase es moverse en el mundo adulto y construir una estructura de vida estable. Durante este proceso, según Levinson, el joven experimenta una cantidad considerable de El cambio y la inestabilidad, mientras que la clasificación a través de diversas posibilidades en el amor y el trabajo en el curso de establecer una estructura de vida. Levinson reconoció que su concepción de la fase del principiante era similar a las ideas de Erikson sobre la experimentación del papel que ocurre durante la moratoria psicosocial. (Levinson, 1978, pp. 322-323).

Quizás la teoría del desarrollo más conocida en los últimos años de la adolescencia y los años veinte es la teoría de la juventud de Kenneth Keniston. Al igual que Erikson y Levinson, Keniston (1971) conceptualizó a la juventud como un período de experimentación continuada de papeles entre la adolescencia y la edad adulta joven. Sin embargo, Keniston escribió en un momento en que la sociedad americana y algunas sociedades europeas occidentales fueron convulsionadas con los movimientos de la juventud altamente visibles que protestaban la implicación de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam (entre otras cosas). Su descripción de la juventud como un momento de "tensión entre el yo y la sociedad" (Keniston, 1971, p.8) y "rechazo de la socialización" (p.9) refleja ese momento histórico más que cualquier característica duradera del período.

Más importante aún, la aplicación de Keniston (1971) del término juventud a este período es problemática. La juventud tiene una larga historia en la lengua inglesa como un término para la infancia en general y para lo que más tarde se llamó adolescencia (eg, Ben-Amos, 1994), y sigue siendo utilizado popularmente y por muchos científicos sociales para estos propósitos En términos tales como las organizaciones juveniles). La elección de Keniston de la ambigua y confusa juventud término puede explicar en parte por qué la idea de los últimos años de la adolescencia y veinte como un período separado de la vida nunca llegó a ser ampliamente aceptada por los científicos del desarrollo después de su articulación de la misma. Sin embargo, como argumento en las siguientes secciones, hay un buen apoyo empírico para concebir este período -propone aquí como la edad adulta emergente- como un período de vida distinto.

La edad adulta emergente es distinta demográficamente

Aunque Erikson (1968), Levinson (1978) y Keniston (1971) contribuyeron a la base teórica para la edad adulta emergente, la naturaleza del período ha cambiado considerablemente desde el tiempo de sus escritos hace más de 20 años. Los cambios demográficos en el momento del matrimonio y la paternidad en las últimas décadas han hecho que un período de la adultez emergente sea típico para los jóvenes en las sociedades industrializadas. Posponer estas transiciones hasta por lo menos los últimos años veinte deja las adolescencias atrasadas y los años veinte tempranos disponibles para explorar varias posibles direcciones de vida.

Una característica demográfica importante de la edad adulta emergente es que hay una gran variabilidad demográfica, que refleja el amplio alcance de la volición individual durante estos años. La edad adulta emergente es el único período de la vida en el cual nada es normativo demográficamente (Rindfuss, 1991, Wallace, 1995). Durante la adolescencia hasta los 18 años, una variedad de áreas demográficas clave muestran poca variación. Más del 95% de los adolescentes estadounidenses de 12 a 17 años viven en casa con uno o más padres, más del 98% no son casados, menos del 10% han tenido un hijo y más del 95% están matriculados en la escuela (US Bureau of the Census, 1997 ). A la edad de 30 años, se han establecido nuevas normas