Fallas Eticas. Las buenas personas a menudo permiten que sucedan cosas malas, ¿por qué?

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La pendiente resbaladiza

Si consideramos que las infracciones menores son aceptables, entonces seremos propensos a aceptar infracciones cada vez más graves, siempre y cuando cada violación sea solo imperceptiblemente más seria que la anterior.

Este comportamiento consiste en ir admitiendo transgresiones imperceptibles de forma gradual hasta que el resultado acumulado llega a ser bastante grande.

En un experimento de Bazerman y Francesca Gino, Se le pidió a unos auditores que aprobaran o no los cálculos de unos estimadores sobre una cantidad de dinero contenida en unos jarros. Los auditores podían ganar un porcentaje del contenido de los jarros al aprobar el cálculo de un estimador por lo cual tenían un incentivo para aprobar cantidades altas; pero si se les encontraba aprobando una estimación exagerada, se les cobraba una penalidad de de USD 5. Las estimaciones se aumentaron gradual o abruptamente a niveles sospechosos y finalmente llegaron a un alto nivel. Para evitar la lenta aparición de la conducta poco ética, los ejecutivos deberían estar muy alertas incluso ante infracciones que parecen triviales y abordarlas de inmediato. Deberían investigar si ha habido un cambio en la conducta a lo largo del tiempo.

Sobrevaloración del resultado

Se premian los resultados en lugar de las decisiones de alta calidad. Compensar decisiones poco éticas porque tienen buenos resultados es una fórmula para el desastre en el largo plazo. En la investigación de Francesca Gino y Don Moore, se destaca la inclinación de las personas a juzgar las acciones sobre la base de si hay daño o no, en lugar de lo ético o no de su actuar. Se presentan dos historias para ilustrar el caso. La historia A indica que un investigador está a punto de pasar los datos estadísticos para un estudio clínico y descubre que 4 pacientes está siendo dejados fuera lo que quitaría peso al estudio y pasaría de ser poco significativo a ser significativos estadísticamente. El investigador agrega los datos, el medicamento es aprobado y comercializado. Poco tiempo después el medicamento es retirado del mercado después de haberle causado la muerte a seis pacientes y lesionado a otros cientos. La historia B al investigador le faltan cuatro puntos para explicar la forma en la que probablemente reaccionarían los individuos. Entonces decide inventar los puntos, el medicamento pasa y años más tarde aún no se han presentado resultados adversos.

En los estudios, las personas que leyeron las historias pensaron que el investigador de la historia A debía ser castigado más severamente que el de B, aun cuando la conducta del investigador de la historia B es más poco ética que la del investigador en A.

Los ejecutivos pueden cometer el error de juicio, pasando por alto conductas poco éticas cuando los resultados son buenos y ayudando inconscientemente a socavar la conducta ética de sus organizaciones. Deberían tener cuidado con ese sesgo, examinar las conductas que impulsan buenos resultados y premiar las decisiones de calidad, no solo los resultados.

El desafío gerencial

Pese a que las inversiones de las compañías para promover y mejorar la conducta ética, instaurar códigos de ética, programas de capacitación, programas de cumplimiento y organismos de control está en alza, la conducta poco ética también se encuentra al alza. Es por esto que en la organización se debe asegurar que los ejecutivos y empleados están conscientes de los sesgos que los pueden conducir a actuar éticamente mal en lugar de forzar la ética a través de sistemas de control y sanciones. Se debe incentivar a los empleados a preguntarse ¿qué implicancias éticas pueden surgir a raíz de ésta decisión? Primordialmente como líderes debemos estar conscientes de nuestros propios sesgos y puntos ciegos en los cuales podamos estar incentivando conductas poco éticas.