La situación social y económica en Palestina.

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El costo del arriendo que tenía que ser pagado indicaba que estos arrendatarios tenían una vida dura pues además del arriendo ellos tenían que pagar los impuestos. La difícil vida de ellos se percibe en muchas de las parábolas de Jesús

Riqueza.

En tiempos de Herodes. Avigad ha establecido basado en investigaciones arqueológicas que había grandes ricos en Jerusalén en tiempos de Herodes. Las excavaciones en los suburbios de la ciudad muestran claramente que allí vivieron personas acaudaladas. Las casas tenían espléndidos pisos de mosaico que evidenciaban ciertamente la gran riqueza y prosperidad de los ciudadanos acomodadas de Jerusalén en este periodo.

Sin embargo, estos ricos estaban limitados a un pequeño grupo de la población. Junto a ellos coexistían una gran pobreza en el país. Los altos impuestos eran una carga no tanto para los ricos que apoyaban a Herodes como para el país y para los campesinos. El hecho de que los rebeldes contra Roma tuviese tanto apoyo de la población misma señala es revelador.

Pero no todos los acaudalados escaparon a las exigencias de dinero por parte de Herodes. Flavio Josefo describe cómo poco después de la ocupación de Jerusalén en el 37 a. C., Herodes tomó dinero de los ricos. Él necesitaba gran cantidad de dinero, no sólo para mantener su ejército y su famosa capital sino también para poder dar generosos regalos a sus amigos. Se sabeque al inicio de su reinado dio muchos regalos a Antonio y sus comandantes.

La ventaja para el país era que en tiempos de Herodes existió una relativa paz. Tal situación significaba que los campesinos podían trabajar sin las dificultades que la guerra y la violencia causaban.

La posición del pobre después de la muerte de Herodes. Los jornaleros eran personas que servían a un amo por un tiempo determinado, de por lo menos un día. Además de los jornaleros se sabe de trabajadores que tenían un contrato de servicio más fijo. Éstos hombres estaban a menudo sin trabajo con todas las consecuencias que le sigue. En la parábola de los trabajadores de la viña parece que había una gran cantidad de personas cerca del mercado sin trabajar por ejemplo a la hora undécima. Las condiciones de la esclavitud eran mucho más difíciles. Uno podía caer en la esclavitud si no podía pagar sus deudas. Había dos maneras de pagar la deuda, la primera era vendiendo al deudor junto con su esposa, hijos y posesiones. La segunda era que el deudor fuese enviado a prisión hasta que su familia haya pagado la deuda. En este periodo había también un gran número de pordioseros en el país.

Comercio

Había más de 40 diferentes grupos de artesanos en Palestina en este periodo. Muchos de ellos estaban conectados con la agricultura. Sacerdotes de bajo rango y escribas también ejercían un oficio además de su profesión. La artesanía era una actividad que se transmitía de padre a hijo. A veces había familias que tenían una especial habilidad para una profesión que la conservaban cuidadosamente dentro de la familia como un secreto profesional.

A pesar de las grandes diferencias en el tipo de artesanías, el número de aquellos implicados era pequeño en comparación con las muchas personas dedicadas al trabajo agrícola. Desde los tiempos antiguos el comercio fue realizado solamente por fenicios y luego especialmente por canaanitas. En consecuencia la palabra canaanita se convirtió en sinónimo de mercader. Gradualmente, los judíos, los habitantes de Galilea y Samaría se hicieron mercaderes. En tiempos de Jesús debieron de haber florecido.

El desarrollo del comercio ocurrió por varios factores. La situación de Palestina sobre importantes rutas comerciales entre Egipto y Mesopotamia implicaba un tránsito operacional. Además, había comercio con las ciudades griegas y sobre todo con los judíos de la diáspora.

Las peregrinaciones a Jerusalén indudablemente estimulaban el comercio, los mercados en varias ciudades eran también importantes para el incremento del comercio. Las investigaciones arqueológicas han demostrado el importante rol jugado por los mercados en Jerusalén. Además de los productos de artesanía, los productos agrícolas también eran muy importantes objetos de comercio.