Los testigos de Jehová y el consentimiento informado escrito por el médico pediatra Alejandro G. Pimentel Pérez, el cual labora en el Hospital General, Instituto Mexicano del Seguro Social ubicado en Uruapan Michoacán

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La formación que posee el autor, como bien se ha dejado claro, es la especialización en el área de la pediatría, lo que le da cierta ventaja de hablar con propiedad a sus pares. El medio de difusión que se utilizó para presentar su discurso fue el de la revista médica del Instituto mexicano del Seguro Social, una fuente bastante reconocida por los médicos mexicanos.

México es el país con el segundo mayor número de católicos del mundo, para muchos, presenta una serie de ambigüedades en sus leyes y en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. La separación entre las instituciones religiosas y la administración política de la nación quedó consagrada en la Constitución de 1857, y fue ratificada en la constitución vigente. La constitución de 1824 declaraba que la religión oficial de la República sería la católica, y Morelos señalaba que no debería haber tolerancia para ninguna otra. A partir de la segunda mitad del siglo XX, inició un proceso de introducción de credos diferentes al católico. La década de 1920 fue marcada por un conflicto religioso conocido como la Guerra Cristera, en la cual muchos campesinos alentados por el clero se enfrentaron al gobierno revolucionario que había decidido poner en vigencia las leyes constitucionales de 1917. Entre las medidas contempladas por la Carta Magna estaban la supresión de las órdenes monásticas y la cancelación de todo culto religioso. La guerra concluyó con un acuerdo entre las partes en conflicto (Iglesia Católica y Estado), por medio del cual se definieron los respectivos campos de acción. Hasta la mitad de la década de 1990, la constitución mexicana no reconocía la existencia de ninguna agrupación religiosa. En 1993 fue promulgada una ley mediante la cual, el estado les concedía personalidad jurídica como Asociaciones religiosas. Este hecho permitió el restablecimiento de relaciones diplomáticas con el Vaticano, al cual, el Estado mexicano no reconocía como entidad política. Según las cifras del INEGI, la mayor parte de los mexicanos se declara católica (aproximadamente un 96%). La segunda agrupación religiosa son los Testigos de Jehová, que suman más de 1 millón de adeptos, que convierten a la congregación mexicana de esa religión en la segunda a nivel mundial. En tercer lugar se encuentra la Iglesia de la Luz del Mundo, que tiene su centro en La Hermosa Provincia, una colonia de Guadalajara. Las denominaciones pentecostales tienen también una presencia importante, sobre todo en las ciudades de la frontera y las comunidades indígenas. De hecho, las iglesias pentecostales juntas suman más de 1.300.000 adeptos, que en números netos las colocan como el segundo credo religioso en México. Cambia la situación cuando se consideran las diferentes denominaciones pentecostales como entidades separadas.

En términos generales, el punto de vista que manifiesta el autor reside básicamente en que los testigos de Jehová interpretan de manera errada la biblia, así mismo expresa una serie de contradicciones, que según el escritor, moran en las creencias de este grupo religioso, indica que en el pasado habían procedimientos médicos que no permitían fueran practicados bajo ninguna circunstancias y a medida que fue trascurriendo el tiempo dichas prácticas comenzaron a ser aceptadas. El doctor indica que probablemente en un futuro la transfusión de sangre pudiera ser aceptada por Los Testigos de Jehová pero manifiesta que el adepto actual morirá por una causa por la que el otro no morirá en el futuro.

El escritor produce el texto debido a las constantes dificultades que han tenido los médicos con los testigos de Jehová. El autor señala que los Hospitales del Seguro Social mexicano ha sido visitados por este grupo religioso quienes se han presentado con representantes legales para informar la decisión grupal de evitar las transfusiones de sangre ante cualquier circunstancia, el expositor señala que un abogado testigo de Jehová indicó que esta restricción prevalece incluso en niños pequeños, cuyos padres pueden decidir por ellos, así como en adultos en estado de coma, con sangrado severo, entre otros. Debido a estas disyuntivas, el médico se ve en la obligación de informar a sus colegas las creencias de este grupo religioso para que los médicos estén preparados al momento de atender a algún miembro de esta organización religiosa. Es interesante notar que el autor del texto no informa únicamente temas relacionados con la medicina sino que parte desde argumentos bíblicos siguiendo con un contexto histórico y posteriormente culminando con temas de carácter científico. En este sentido es importante verificar qué pretende conseguir el autor con este texto ya que cualquier médico expondría únicamente los temas que tienen que ver con su ejercicio profesional, en este caso temas científicos, pero este autor comienza su discurso basándose en temas religiosos e históricos para desacreditar a este grupo religioso y posteriormente es cuando remite los temas científicos. El texto se encuentra divido en cuatro partes:

- Introducción: Se expone las situaciones que se han suscitado en los centros médicos con la visita de los testigos de Jehová.

- Las transfusiones y sus contradicciones: Se presentan los textos bíblicos que utilizan los testigos de Jehová para validar sus creencias religiosas, el autor refuta dichos textos bíblicos presentes en el antiguo testamento con otros textos encontrados en el nuevo testamento. Así mismo se describen algunas prácticas y compartimientos contradictorios en ese grupo religioso.

- La ética y los derechos humanos: En este fragmento el autor presenta las disyuntivas a las cuales se enfrentan los médicos al enfrentarse a una situación a la cual deban escoger entre salvarle la vida a un paciente por medio de la transfusión o dejarlo morir por respetar sus creencias. De igual manera el autor señala que muchas de las creencias de los testigos de Jehová atentan contra los derechos humanos.

- Aclaración: por último, el autor expresa una aclaratoria indicando hacia quien va dirigido el texto, así mismo se excusa al señalar que la intención de los médicos es preservar la vida de este grupo religioso.

Se vuelve indispensable comprender cuales son las representaciones culturales presentes implícitamente en el discurso por lo que será necesario expresar de manera general las creencias de ambas partes (médicos y testigos de Jehová).

Los testigos de Jehová constituyen un grupo religioso con un importante crecimiento en todo el mundo. Surgidos del protestantismo estadounidense, deben su fundación a Charles Tazel Russell en 1884. Para este grupo religioso, Jehová es el único Dios verdadero. Los testigos de Jehová aceptan la gran mayoría