TEMA 9: LA EUCARISTÍA PARA JESÚS: La proclamación de la palabra en la celebración eucarística. III. Los Salmos

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Sería muy de extrañar en el terreno de la historia que esta tradición de compositor de salmos no tuviera ningún fundamento.

Pero no podemos decir a ciencia cierta de ningún salmo que sea de David.

¿Quién es Asaf? Se le atribuyen 12 salmos. Era jefe de una de las tres "scholae cantorum" de los levitas (1 Cro 15,17). Después que el arca fue transportada a Jerusalén, Asaf y los suyos fueron los encargados de cantar delante del arca (1 Cro 15,17)....

¿Quién es Coré? Hay 11 salmos de su familia. Es descendiente del levita que se rebeló contra Moisés, no reconociendo los poderes sacerdotales que le dio su hermano Aarón (Núm. 16, 2 Cron 20,19).

¿Quiénes son Hemán y Etán? Aparecen entre los cantores de David (1 Cron 15, 17-19).

TEMA 11: LA EUCARISTÍA PARA JESÚS: La proclamación de la palabra en la celebración eucarística. V. Los Salmos

Introducción espiritual

1.- El salterio, oración del pueblo

El salterio, con sus 150 poesías, es el único libro del A.T. que se reza ininterrumpidamente por el pueblo, desde que se compuso. Ha sido el libro de oración de Israel, de Jesús, de la primitiva comunidad. Hoy es el libro de oración de judíos, ortodoxos, protestantes y católicos.

El Salterio es el corazón del A.T. Es el libro más popular de todo el A.T.; los restantes libros del A.T. han sido leídos por un grupo restringido. Los salmos han sido rezados siempre por todo el pueblo. En aquel entonces poca gente sabía leer y, por ello, aprendían los salmos de memoria. Los salmos han formado el alma religiosa de Israel y le han servido de camino espiritual.

2.- En el salterio, el hombre responde a Dios.

Es Dios quien ha inaugurado el dialogo con el hombre, por medio de la liberación de Egipto y la Alianza. Este Dios de Israel no permanece en silencio como los dioses de otros países de quienes se ríe Israel (cfr. Salmos 115,4-7; 135,15-17; 33,9).

Los salmos son la respuesta a este diálogo inaugurado por Dios. En los demás libros Dios habla al hombre; el único libro en el que el hombre responde a Dios es el salterio. Y esta respuesta concreta del hombre le servirá a Dios de cauce de revelación. Y esta respuesta, contenida en los salmos, nos descubre qué mensaje de la Alianza ha penetrado en el alma de Israel, qué es lo que les ha entusiasmado, qué se les ha grabado en el alma. Y Dios, a través de los salmos, nos dice qué conceptos y vivencias sobre El quiere que entren en nuestra oración.

3.- El salterio en el Nuevo Testamento y en la primitiva Iglesia.

El salterio es el libro más citado en el Nuevo Testamento. La Iglesia primitiva descubrió que el yo principal de los salmos es Jesús. Esto se descubrió por algo que dijo el mismo Jesús: Lc 24,44. Pablo en Ef 5,19 y Col 3,16. Los cristianos de la Iglesia primitiva conocían los salmos de memoria. Por ejemplo, San Jerónimo escribe a su amigo Gaudencio, diciéndole que “cuando tu hija Pacátula cumpla los 7 años, que aprenda el salterio de memoria”. San Ambrosio dice: “Cualquier hombre sensato se avergonzaría de no haber cantado nunca salmos”. Y San Agustín: “.. Se preferían los salmos a las canciones profanas”. A finales del siglo IV, Santa Paula escribe a su amiga Santa Marcela, hablándole acerca de Belén y le dice:”los salmos son canciones de amor de esta nación”.

4.- Algunos consejos prácticos.

4.1 El primer consejo es que para rezar los salmos, hay que querer orar. No se puede obligar a rezar los salmos. Rezarlos sin prisas. Descansar en Dios, rezando el salmo, viviendo las dos actitudes fundamentales del salterio:

- la adoración = Dios ante todo

- la pobreza = tener alma de pobre, estar abierto a Dios.

4.2 Hacerse salmista con el salmista. : Esto es importantísimo. Vivir los salmos significa, ante todo, poder revivir la situación concreta del autor. Para eso es necesario conocer el género literario o la familia a la que pertenece el salmo.

4.3 Encontrar al salmista es cuestión de amor. No se encuentra verdaderamente sino lo que se ama. En este caso, amar significa tomar en serio al salmista.

4.4 No olvidar que el mensaje de los salmos se revela a los sencillos. La ciencia y el estudio no son la clave privilegiada de los salmos. Con sentido religioso y humilde, enriquecen.

4.5 El último consejo nos lo da el mismo salmista en el salmo 47,8: salmodiad con destreza=psallite sapienter.

Esto quiere decir que el lector tiene que hacer un esfuerzo para poder entrar en el pellejo del salmista. Y esto requiere un poco de estudio.

Dios podría suplir los medios humanos, pero no los suple cuando éstos no se ponen por pereza.

TEMA 12: LA EUCARISTÍA PARA JESÚS: La proclamación de la palabra en la celebración eucarística. VI. Los Salmos

1.-SALMOS DE ALABANZA .

Himnos: Salmos de Alabanza.

El tipo de oración que encontramos en los Himnos alcanza el nivel más alto de la espiritualidad de la oración. Los Himnos son una alabanza pura, totalmente desinteresada; no se pide nada a Dios. El sujeto que alaba vive olvidado. Sólo cuenta Dios. Lo que caracteriza a estos salmos es la actitud de alabanza a Dios y a nadie más. Los himnos son, por tanto, teocéntricos.

Esta alabanza brota de un salmista que toma conciencia (y la comunidad que lo canta tiene que hacer lo mismo) de que se encuentra personalmente cara a cara ante Yahvé, el Omnipotente y el Santo, el Misericordioso y el paciente, etc.

El salmista y la comunidad se postran de rodillas conscientemente ante este Dios y le rinde homenaje de alabanza y de adoración. Le tributa esta alabanza con confianza, con alegría, amor y entusiasmo. La gran ilusión del salmista que compone un Himno es la de alabar a Yahvé. En muchos salmos aparece expresado este deseo del salmista. Israel no admite que cualquier se ponga a alabar a Dios; solo los hassidim, es decir, lo que creen en un Dios misericordioso y fiel y quieren serle fieles (amigos, justos).

El Himno es una alabanza que exige un público que vive un momento de intensa alegría.