Tema de La labor de una madre tiene consecuencias eternas

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MADRE 2: ¡Acá hija en la cocina!

(La hija besa a su padre y madre).

PADRE: ¿Como estuvo tu día?

HIJA: ¡Estoy feliz padre! Obtuve un 100 en el examen de antónima. (Ambos padres la felicitan). Solo espero un día llegar a ser tan buena doctora como ustedes.

MADRE 2: (La abraza) Serás mejor hija, ya lo veras.

HIJO: (Entra a escena) Mama no encuentro el cargador de mi teléfono, lo has visto?

MADRE 2: Saluda a tu hermana (Los hijos se saludan). Esta en tu recamara en el cajón de tu mesa de noche.

(El hijo sale de escena).

MADRE 2: (Se dirige a su esposo). Amor, podrías ayudarme a poner la mesa? Por favor.

(En ese momento entra Raúl armado y con un pañuelo cubriéndole la cara, visiblemente alterado y agresivo).

JOVEN RAUL: ¡Nadie se mueva, quietos todos! Obedezcan si no quieren salir heridos o en un ataúd.

(Obliga a la familia a amarrarse las manos entre ellos).

PADRE: (Suplica) Hijo por favor, deja ir a mi esposa y mi hija, ellas no dirán nada, arreglemos esto entre tú y yo. Te daré lo que me pidas.

JOVEN RAUL: Me crees tan tonto, ellas irían directo por ayuda. Claro que no! Haber, ¿donde tienen el dinero y las cosas de valor en esta casa?

HIJO: (Sale de repente) ¿Que pasa aquí?

(Raúl se asusta y se abalanza sobre el joven y lo somete rápido pero en el proceso se cae el pañuelo con el que tapaba su rostro).

JOVEN RAUL: Hay nooo! No puede ser! Han visto mi rostro! Ahora tendré que desaparecerlos! No puedo dejar testigos.

PADRE: Por favor hijo te ruego por la vida de mi familia, no los lastimes, no diremos nada.

JOVEN RAUL: Lo siento. Son mis reglas. Soy demasiado astuto. No dejo cabos sueltos.

PADRE: (Desesperado) No te atrevas a lastimar a mi familia.

(Cuando Raúl está a punto de lastimarlo le habla la madre).

MADRE 2: Esta bien, entendemos que son tus reglas, no entendemos porque a nosotros pero confiamos en Dios en que esto será lo mejor. Por favor solo déjame pedir un último deseo.

JOVEN RAUL: ¿Ultimo deseo?

MADRE 2: Todo condenado pide un último favor y le es cumplido. ¿Podrías?

JOVEN RAUL: Esta bien, solo con que no quieran salir de aquí.

MADRE 2: Solo quiero pedir que nos permitas vivir esta noche hasta el amanecer. Que nos des oportunidad de cenar, de convivir y ponernos a cuentas con nuestro Dios. Solo esta noche.

JOVEN RAUL: Esta bien. Que más da...

(Raúl permite que desaten sus manos y toso se acercan a la mesa).

MADRE 2: (Le sirve alimento al delincuente). Ven a cenar con nosotros.

(Raúl se acerca tímidamente y callado come. La conversación continua de manera normal).

PADRE: así que sacaste un 100 en anatomía. Estoy muy orgulloso de ti.

HIJA: Gracias papa. Los amo. No habría podido hacer esto sin su valiosa ayuda.

MADRE 2: Es muy reconfortante para una madre ver a sus hijos convertidos en persona de bien, de provecho. Creo que no hay nada más gratificante que ver como sus hijos viven en el temor y respeto a Jehová.

HIJO: Gracias madre. Y también por la cena, esta deliciosa.

MADRE 2: (A Raúl) ¿Le sirvo un poco más? También hay fruta si gusta.

JOVEN RAUL: No se preocupe tanto por mí, ni intente caerme bien. Los voy a desaparecer de todas maneras. Además ¿Me pueden decir cómo es que están tan tranquilos? ¿Es una estrategia o qué?

PADRE: No. Confiamos en nuestro Dios, la muerte es ganancia. Al volver a abrir los ojos veremos a Cristo llegar en las nubes y ese es un momento que hemos esperado y anhelado. Si este es el momento Dios lo decidirá.

JOVEN RAUL: Insinúa que su Dios puede librarlo de mi?

PADRE: Claro, si esa es su voluntad lo hará.

JOVEN RAUL: Pues debería tenerme un poco mas de miedo. Yo soy el hombre con el arma ¿Y usted se va a defender de mí con la Biblia?

PADRE: (Abre la Biblia y comienza a leer Isaías 41:10. LA familia completa lo repite).

(Raúl abre los ojos enormemente, al terminar el versículo comienzan a cantar el mismo canto que su madre le había enseñado. Cae de rodillas y baja su arma).

JOVEN RAUL: Les ruego me perdonen. Su Dios es el mismo que mi madre me presentaba. Perdóneme! Por favor necesito conocer a este Dios.

NARRADOR: Esa noche que debía ser la última para la familia Méndez, fue la primera de una vida limpia para Raúl. Toda la noche hablaron del perdón y el amor de Dios por sus hijos, pero también de cómo Dios contesta las oraciones de una madre por sus hijos, tarde o temprano los rescata del hoyo más profundo, aun cuando la madre no viva para verlo, la respuesta de Dios llegará y salvará a sus hijos. Dios recompensa la abnegación de las madres. Es por eso que la labor espiritual de una madre: TIENE CONSECUENCIAS ETERNAS!!