Análisis de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium
Enviado por Mikki • 13 de Enero de 2018 • 2.105 Palabras (9 Páginas) • 379 Visitas
...
Capítulo N°4
En este capítulo, analizaremos las causas que conllevan a desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora. Para ello, debemos analizar las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma, la inclusión social de los pobres, el bien común y la paz social y el diálogo social como contribución a la paz. Dentro del apartado que habla sobre las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma, me llamó mucho la atención la relación entre la confesión de la fe y el compromiso social. Cuando una persona se confiesa ante Dios, está aceptando que ha pecado y se compromete a trabajar en contra de aquello que lo ha hecho pecar. Sin duda, el apartado que más me gustó de este capítulo, fue el de la inclusión social de los pobres. Vivimos en una sociedad tan industrializada que nos hemos olvidado por completo de aquellas personas que necesitan nuestras ayuda. Es por eso, que necesitamos la cooperación de todos para resolver las causas estructurales que giran en torno a la pobreza y promover así el desarrollo integral de los pobres. Una de nuestras tareas principales en la vida, no debería ser la de acumular la mayor cantidad de dinero posible, sino el de trabajar en función de aquellos que viven en situaciones precarias, en situaciones de verdadera pobreza y fragilidad. Como hijos de Dios, debemos trabajar por una sociedad en donde reina la equidad para todos, donde reine el amor y la paz. Nadie nunca dijo que iba a ser fácil, pero tampoco imposible. Dentro de este último enunciado, entra el tema del “bien común y la paz social”. Recordemos y tengamos siempre muy claro que: “La dignidad de la persona humana y el bien común” son los dos ejes centrales de la vida social”. Seguramente se preguntaran: ¿Cómo conseguimos este bien común que no excluya a los pobres ni favorezca a los ricos? Pues se lo consigue a través de diálogo social, un diálogo que involucre a todos, es decir, a todas las culturas, regiones, estados, etc. Esto con el fin de construir un pacto social y cultural, que nos lleve así a la transformación evangelizadora tan anhelada.
Capitulo N°5:
Este capítulo habla sobre el Espíritu Santo y la función que cumple como alma de la Iglesia Evangelizadora. Conozco a mucha gente que subestima el trabajo del Espíritu Santo, y no los juzgo, ya que seguramente no saben que gracias a él se puede renovar, sacudir e impulsar a la Iglesia en una audaz salida fuera de sí para evangelizar a todos los pueblos. Ahora bien, enfoquémonos en el contexto del capítulo. Existen y existirán siempre motivaciones que promuevan un renovado impulso misionero. Podemos nombrar 4 motivaciones que nos pueden ayudar a imitar el buen ejemplo de los primeros cristianos: La primera y a mi parecer la más importante, es el encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva. Si una persona no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada del encuentro con el Señor, téngalo por seguro de que no convencerá a nadie. La segunda motivación es el gusto espiritual de ser pueblo, es decir, estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de descubrir que eso es fuente de un gozo superior. Si nos preocupamos por nuestra comodidad y nuestros intereses, nunca tendremos la oportunidad de vivir ese gozo superior. La tercera motivación, gira en torno a la acción misteriosa del Resucitado y de su Espíritu. Quiero mencionar que la primera vez que leí este apartado de la lectura, no lo entendí, pero después de leerlo por segunda ocasión, comprendí que es Cristo resucitado y glorioso la fuente profunda de nuestra esperanza. La última motivación que nos puede ayudar a imitar el buen ejemplo de los primeros cristianos, es la fuerza misionera de la intercesión. Aquí lo principal es la motivación que tenemos de buscar el bien de los demás. Como ya lo mencioné anteriormente, nuestra principal motivación no debería ser la de buscar nuestra propia comodidad, sino intervenir en esos lugares donde está la gente que sufre, la gente que no recibe apoyo, la gente que es maltratada, allá debemos llegar y trabajar en función de buscar su bienestar y más no buscar el nuestro. Quiero finalizar haciendo énfasis en María, nuestra madre de la Evangelización. Me llamó mucha la atención como el Papa presenta a María como el regalo de Jesús a su pueblo. No nos olvidemos que ella, nuestra Madre, estará ahí siempre para interceder por nosotros.
Sé que es difícil la situación actual por la que nos encontramos atravesando, pero estoy seguro de que con trabajo y esfuerzo la Palabra de nuestro Señor Jesucristo podrá llegar a esos rincones donde abunda la oscuridad y la pobreza. No perdamos las esperanzas tras una batalla perdida, que Dios siempre estará ahí para levantarnos.
...