Mas fuerte que el odio

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Tim conoce a un nuevo “amigo” llamado Jim. Ellos dos siguen yendo a ver a León, pero un día les dicen que ha muerto atropellado, tras lo cual todo va de mal en peor. Un día que Jim y Tim habían quedado, Jim no se presenta. Tim se entera de que ha sido mandado a prisión por atacar a un hombre que se aprovechó de su madre. Por enésima vez en su vida, Tim está solo.

Después de unos días, la policía lo vuelve coger, hace el mismo recorrido, hasta llegar ante el juez, que lo lleva a otro correccional, donde sorprendentemente está contento, pero dura pocos días ya que lo llevan ante un juez que habla con él y le dice que ha sido expulsado de los correccionales. Esto le causa una gran alegría ya que desde el primer día quería que la expulsaran de los correccionales y ser libre y poder vengarse de su padre. La rabia y la ira son las que ahora llenan el corazón del joven Tim y su único objetivo, la venganza.

La juez le proporciona un trabajo como obrero, después de pedir un permiso para que pueda trabajar y de ponerlo en un curso escolar.

Al comenzar a trabajar tiene algunas disputas con los compañeros, pero pronto se integra.

A sus dieciséis años la vida ha dado una vuelta y la tiene organizada, ya que vive con un tutor, estudia y trabaja en la construcción. Por primera vez desde hacía mucho tiempo, la vida empezaba a sonreír a nuestro autor.

Un día descubre un salón de boxeo, cuando consigue un certificado médico comienza a entrenarse. Utiliza el boxeo para desahogarse, y se convierte en un gran boxeador que cada semana tiene un combate, esto le entusiasma, le motiva y le ayuda a combatir la violencia que lleva dentro, aunque no es suficiente y debe contenerla en muchas ocasiones.

Después de los dos años de aprendizaje consigue su diploma, y como forma de agradecimiento visita al juez que le consiguió el curso y le regala el diploma.

Su jefe le encarga un equipo de trabajadores inmigrantes, él es quien los dirige.

En un curso de albañilería conoce un chico que se llama Jean, y que le habla mucho sobre Dios, Tim intenta contradecirle pero pronto se siente atraído por sus charlas y le entra un gran interés por descubrir todo lo que se esconde en Dios. Jean le enseña a Tim que el amor existe, que la sociedad está impregnada de amor. Para una persona que ha sufrido tanto y que ha recibido mínimo amor en su vida, la idea de Alguien que te ama incondicionalmente e individualmente le maravillaba.

Un día Guénard decide visita a Jean que vive con personas discapacitadas y es entonces cuando Tim ve una realidad diferente a la que ha vivido, descubre que allí puede encontrar bienestar, honradez, sinceridad... todo lo que a él le había faltado en su vida.

Todo esto le implica tener por una parte una vida con sus amigos de la calle, en la que ha logrado un buen lugar y por otra parte a sus compañeros que ha conocido gracias a Jean. Dos ambientes muy distintos pero dos partes muy importantes de su vida.

Cuando Tim se introduce más en la religión y empieza a visitar a los curas queda boquiabierto, le transmiten bondad y sinceridad y esto hace que él vaya les a ver a menudo y les cuente todo lo que le preocupa y le martiriza. Le hacen ver que la vida que lleva no le hace feliz, ya que haciéndose el duro lo único que consigue es tener más presente la violencia y que aumente su odio.

En la religión Tim descubrirá el perdón y eso le reconforta y hace que su vida sea más positiva. Esto hace que decida formar parte de la iglesia y se haga cristiano.

Guénard a sus veintiún años comienza un viaje sin rumbo, donde conoce mucha gente y se dedica a cuidar gente discapacitada, y eso hace que después de muchos años aprenda que es el amor, el cariño y la estima de las personas que lo rodean.

Durante su viaje conoce y crea una amistad con la Madre Teresa y la Madre Madeleine.

Cuando decide concluir su viaje, vuelve a París y allí se reencuentra con una vieja amiga, Martine, que le declara su amor. Al poco tiempo se casan en secreto, ya que los padres de la chica no saben de su relación y su familia está bien situada económicamente. Se volverán a casar por el civil, ya que los padres de la chica lo descubren. La relación será complicada, pero lo superarán.

Les ofrecen trabajar en un centro para minusválidos en Lourdes y lo aceptan.

Tim, a los veinte y cuatro años, tiene una hija pero su relación progresa y finalmente tienen cuatro hijos.

En los últimos capítulos del libro, Guénard explica cómo perdona a su padre y como se reencuentra con su madre.

Un día Tim le va a visitar, le contó todo lo que le había pasado y cómo por fin había encontrado el perdón, Tim le dice que lo perdona y su padre reacciona sin decirle nada, luego ya no se volvieron a ver y se enteró de su muerte gracias a un familiar.

El reencuentro de su madre fue después de casarse cuando acudió a una reunión familiar y la encontró allí, él intentó buscar un poco de cariño pero ésta no se lo dio, simplemente quiso saber si había perdonado su padre y al decirle que sí, se enfadó y le dijo que no sería un buen marido.

Este libro me ha hecho pensar en la sociedad y en la realidad que creemos vivir las personas que como yo no tienen los grandes problemas que se cuentan en este libro ni mínimamente parecidos.

Evitamos los problemas que no queremos ver. Son problemas que pensamos que no podemos hacer nada y realmente con un poco de esfuerzo solucionaríamos. Los problemas de verdad como los que le ocurrieron a Tim son los que le curren a muy poca gente dentro de nuestra sociedad y menos aún todos a la vez como le ocurrieron a él.

Me ha hecho pensar en las conductas de las personas que ejercen la custodia de los menores y sobre todo en las leyes que están implantadas respecto de éstos.

Me hace preguntarme cómo es posible que un niño esté maltratado durante tanto tiempo, y no hablo sólo de los padres ni de sus compañeros del correccional, sino también de los cuidadores que éste ha tenido, ya que negar el cariño a un niño que está bajo tu custodia, ya sea en un correccional, un hospital o un centro de adopción, es para mí un maltrato. Un niño debe tener una infancia donde se le enseñe a amar ya ser amado, donde se le enseñe a respetar ya ser respetado y donde se le conoce por su nombre y no por un simple número. Todo esto le hizo mucho más daño