San Agustín: Un santo de la Iglesia Católica

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Los hombres debemos responsabilizarnos de todos los actos o decisiones que tomemos, conociendo que cada decisión involucra a todos los que estén cerca de nosotros. Todos los días estamos tentados a cometer pecados, porque actualmente vivimos en una sociedad de consumo, competencia, en las que todos queremos tener todo. Entonces, pecar o caer en tentación es fácil; sin embargo, cuando uno vive coherentemente y con fe en Dios, recuerdas, al menos en mi caso, los diez mandamientos de la Iglesia Católica o biografías de distintas personas que vivieron con sentido y dejaron armonía entre los hombres, esforzándonos en comprendernos como humanos, evitando dañar a otros y en hacer el bien. Esto es pensar, sentir y actuar sanamente.

Hoy en día, vemos con facilidad las drogas, el alcohol, las ganas de vivir experiencias que no corresponden a las edades. Para mi teniendo en cuenta el pensamiento de San Agustín puedo pensar que se asocia con la “Ausencia de Dios”. Quizás la Iglesia se mantuvo rígida y se olvido de adaptarse a las edades, a las distintas épocas y a las realidades. Entonces, esa ausencia de Dios hoy se hace presente porque las personas perdieron el interés de buscar lo bello, lo sano, lo bueno y lo verdadero, confundiéndose y creyéndose mejores cuando rompen las reglas de la moral y la ética. A falta de presencia de Dios, la inseguridad y el temor reinan en cada persona y son muy pocos los que se atreven a mantenerse firmes y coherentes en su vida diaria.

¿Cómo sería nuestro país, nuestra sociedad, las profesiones, si todos pensáramos en el otro y dejáramos de pensar solo en nosotros mismos? Yo creo que el mundo en el que vivimos sería honesto, decente, lleno de paz y armonía.

“La Ciudad de Dios” y la “Ciudad terrena”, presente ya desde la Edad Media, explica la lucha entre el bien y el mal durante la historia. Esto nos muestra que en todas las épocas el hombre, siendo descendiente de Adán y Eva, tiene que esforzarse por elegir el camino del bien, siempre que sea un buscador de la Felicidad.

San Agustín de Hipona, para muchas personas, incluyéndome, fue un maestro de vida. Buscador de la paz y felicidad en la humanidad, con una vida consciente cerca de Dios. Dejo muchos aportes, escritos, libros, que ayudan a los seres humanos a darse la oportunidad de una pausa en sus vidas, reflexionar y transformarse en personas impecables, inteligentes y sabias. Aprender a elegir lo que es bueno para uno y a disfrutar de cada decisión consciente que se tome, porque finalmente trasciende a otras personas.

Actualmente todos seriamos más sensibles y empáticos, si nuestra cultura no fuera tan analítica, materialista y competitiva.