TEMA DE LA DIGNIDAD DE LA PERSONA.

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“Todo cuanto quieran que les hagan los hombres, háganselo también ustedes a ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas”

En otras palabras ha cambiado la orientación de prohibición se paso a un mandamiento, es decir se pasa de la prohibición del mal al compromiso por el bien.

LOS PADRES DE LA IGLESIA Y LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

La Biblia nos proporciona principios de acción que deben orientar nuestra vida: dignidad, justicia, solidaridad, amor, etc. Estos principios nos vienen desde el inicio de la humanidad y se mantendrán hasta el final. Lo difícil de estos principios no será conocerlos sino aplicarlos, dado que la realidad va cambiando. Es ese ejercicio de discernimiento de ¿qué hacer con esos principios?, ¿cómo aplicarlos correctamente hoy? que tendremos que realizar cada vez en forma renovada.

Este ejercicio no es nuevo ya se hacía en los tiempos de Jesús. Luego de estas primeras comunidades, los padres de la iglesia cumplieron con el mismo papel. Llamamos padres de la iglesia a esos teólogos y pastores de la Iglesia Antigua que guiaron con sus homilías y enseñanzas a la feligresía, exponiéndoles las exigencias del seguimiento de Jesús en su época.

TEMAS CENTRALES EN LA ENSEÑANZA DE LOS PADRES DE LA IGLESIA

Los Padres de la Iglesia se preocupan en primera instancia por la dignidad. De esta dignidad, adquirida por ser creados a imagen de Dios, deriva el respeto que se le debe a cada uno así como la solidaridad, por ser cada uno parte de ese género humano compartido. La humanidad es uno todo pertenece a todos.

- LA LIMOSNA – LA COMUNICACIÓN DE BIENES – LA RIQUEZA

Este mandato de la limosna viene antes que los demás mandatos sociales, como no matar.

Si uno adquiere algo por su propio trabajo, en realidad no tiene derecho de decir que esa propiedad es exclusivamente suya. Tiene que compartirla con el necesitado; sin embargo la limosna no es para mantener a un ocioso que no quiere trabajar, sino para ayudar al que realmente lo necesita.

La comunicación de bienes quiere decir que todos los bienes son para todos. Si mi prójimo es necesitado debo socorrerlo con lo que tengo porque lo que tengo no es en verdad solo mío.

En realidad todo pertenece a todos, todo debe servir a todos. Hasta los animales reconocen eso, menos los hombres avaros.

Los Padres no critican la riqueza como tal sino contra el mal uso de etas riquezas.