UN TRABAJO MONOGRAFICO PRESENTADO PARA APROBAR LA ASIGNATURA DE PANORAMA ANTIGUO TESTAMENTO I
Enviado por Antonio • 28 de Noviembre de 2018 • 7.546 Palabras (31 Páginas) • 456 Visitas
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INTRODUCCIÓN
El libro de Eclesiastés o "El Predicador” es único en las Escrituras. No hay ningún otro libro como éste, porque es el único libro en la Biblia que refleja un punto de vista humano, en lugar de divino. Esto puede llevarnos al error de que no es un libro inspirado o puede que esto haga que algunas personas se sientan confundidas y crean que la biblia tiene errores, pero hay que dejar en claro que cuando se expresan los conceptos equivocados de los hombres, la Biblia habla claramente acerca del error, es decir la Biblia siempre apunta el error que se presenta y deja claro que es un error, como en el caso de este libro.
Debido a su carácter extraordinario, Eclesiastés es el libro al que más se le da un mal uso y es el libro preferido de los ateos y de los agnósticos incluso hay muchas sectas a las que les complace citar los puntos de vista equivocados de este libro, dando la impresión de que son bíblicos, y que son palabras divinas respecto a la vida.
Pero este libro dice en su introducción con toda claridad que lo que se dice en él no es la verdad divina, presentando solo el punto de vista humano. Esto es algo con lo que nos encontraremos una y otra vez en todo el libro del Eclesiastés, repitiéndose en él una frase: "bajo el sol”. Todo se examina solo según las apariencias y es el punto de vista que tiene el hombre de la realidad, totalmente exclusiva de la revelación divina. Como tal, el Eclesiastés resume muy exactamente lo que piensa el hombre.
Es por esto que el libro de Eclesiastés considera a Dios como lo hacen los hombres en general, como si no fuera algo de demasiado interés en la vida, no hay una comprensión de Dios como un Señor vivo y vital, como una autoridad en la vida con el cual es posible mantener una relación personal.
Desde el “lado cristiano” El libro de Eclesiastés ha sufrido variadas críticas, que dependen exclusivamente de citar fuera de contexto y en forma aislada algunas de sus afirmaciones. Así, se lo ha acusado de pesimista, escéptico y epicúreo.
Estos así llamados "errores" desaparecen cuando se contempla al libro de Eclesiastés en el marco de la sociedad, la religión y la filosofía de su época, ya que el libro se adapta muy bien a la doctrina hebrea de aquel tiempo y a los principios éticos y morales del judaísmo sin contradecirlos en nada.
Es muy frecuente que desde posturas cristianas se critique la falta, en el Eclesiastés, de un sentido de la trascendencia de la vida más allá de la muerte, pero aquí también se cae en un error ya que el dogma cristiano de la inmortalidad del alma no forma parte de las creencias del judaísmo originario.
CAPITULO 1
ASPECTOS GENERALES E HISTORICOS DEL LIBRO
El Libro del Eclesiastés (griego εκκλησιαστης, Ekklesiastés, hebreo קֹהֶלֶת, Qohélet, "eclesiasta", "asambleísta" o "congregacionista"), a veces conocido como el "Libro del Predicador", es un libro del Antiguo Testamento de la Biblia, y también del Tanaj, perteneciente al grupo de los denominados Libros Sapienciales, o de enseñanzas. En el Tanaj judío se ubica entre los Ketuvim (o los "escritos"). El autor se llama a sí mismo Qohélet (קֹהֶלֶת) que significa literalmente "el hombre de la asamblea" o "el representante de la asamblea", el vocero, un tribuno de la asamblea del pueblo, que cansado de las ideas dominantes, se decide a tomar la palabra.
En el Tanaj קֹהֶ֣לֶת (Qohélet) es el nombre que se da al libro. La Septuaginta griega lo traduce como ἐκκλησιαστής (Ekklesiastés), que significa “miembro de la congregación" o de la asamblea (ecclesía), y de ese título se deriva el título español Eclesiastés. Qohélet ha sido traducido a partir de Lutero como "el predicador" (Der Prediger) o mejor aún "el orador -(persona que expone un tema ante una audiencia)". Sin embargo, una traducción más aproximada de Qohélet es "el congregador.
Eclesiastés es un libro postexílico, cuyo autor se llama a sí mismo "hijo de David" y "rey en Jerusalén", atribuido tradicionalmente, al igual que el Libro de Proverbios, al rey Salomón.
Actualmente su autoría se considera un misterio. Varios círculos de eruditos niegan la autoría salomónica. Comentan que se atribuía a Salomón cualquier obra de tema filosófico eminente de la que se desconocía el autor y que el estilo literario y el uso de la lengua lo ubica en tiempo de los persas de Ciro. Otro argumento es que el autor dice explícitamente en Eclesiastés 1:12 que en el momento de escribir el libro ya no era rey " fui rey en Jerusalén". Sin embargo, quienes defienden la autoría salomónica sostienen que esta última idea presenta oposición histórica pues Salomón fue el hijo de David que llegó al trono, y que su comentario "fui" puede ser una figura retórica o poética.
Actualmente la mayoría de los eruditos comentan que conocer la fecha y autoría del libro con certeza es imposible por falta de evidencias históricas. El círculo de comentaristas a favor de la autoría salomónica lo sitúan en su vejez, cuando su filosofía había sido enriquecida por filosofías foráneas.
El autor parece un hombre incuestionablemente ilustrado. El autor conoce lo que pasa fuera de las fronteras de Israel, ha viajado y ha estado en profundo y prolongado contacto con el helenismo. Aunque esto es claro, mucho más difícil resulta establecer con cuál de las tres grandes corrientes de pensamiento helénico comulga o simpatiza: no se sabe si fue cínico, epicúreo o estoico.
Algunos eruditos sostienen que el libro estaría compuesto por una base original a la que se han ido añadiendo diversas partes. Ya el epílogo, por el modo en que menciona al autor, sería de redacción posterior. Otros refranes que usan cierta métrica muestran quizás la intervención de otro autor. Sin embargo, los indicios no son suficientes todavía como para afirmar con certeza la diversidad de autores.
La lengua del escrito es ya fuertemente arameizante, con términos que provienen del lenguaje común de la calle o el mercado y con algunos préstamos del persa, en tanto que las reflexiones corresponden más bien a un fondo helénico
CAPITULO 2
CANONIZACION
El libro de Eclesiastés es parte de la tercera división del canon hebreo llamado "los Escritos". También es parte de la
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