“AGRESIONES SEXUALES A NIÑOS Y NIÑAS EN LA CIUDAD DE SANTA CRUZ

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Hoy en día los padres; ambos, mamá y papá suelen trabajar fuera de casa, y dejan a los niños ya sea en guarderías, con familiares cercanos, con amistades e incluso con vecinos para que se encarguen del cuidado de ellos; sin tomar las debidas previsiones, exponiendo a los niños y niñas a situaciones de riesgo contra su integridad física y psicologica.

Según Jill Starishevsky, fiscal neoyorquina especialista en casos de abuso infantil y crímenes sexuales y autora del libro "Mi cuerpo me pertenece" dice que el primer paso para resguardar la salud sexual de tu niño es que los padres rompan con sus propios tabús sobre el hablar de sexo, sexualidad y salud sexual a sus niños y den el paso de conversar con ellos sobre el abuso sexual como una extensión del tema.[1]

Dejar a los niños con personas extrañas, es una de las frecuentes fallas que lamentablemente termina siendo una causa para que exista la oportunidad de un abuso sexual.

La falta de prevención es en realidad la principal causante de esta problemática, los padres suelen creer que los abusos sexuales no son frecuentes en niños y niñas y dejan abierta posibilidades para que se den este tipo de agresiones. Otra conducta erronea es creer que el niño no tiene la suficiente edad para habarle sobre el cuidado de su cuerpo y los riesgos a los que se expone estando fuera de casa, por temor a asustarlos no se les platica sobre lo que en la actualidad esta ocurriendo, haciendo que el niño desconozca este tipo de problemas, el niño estará indefenso ante cualquier persona que desee abusar de el.

CAPITULO II

2. Realidad a la que estan expuestos los niños /as en Santa Cruz

“El ochenta y tres por ciento de los niños, niñas y adolescentes en Bolivia son castigados física y psicológicamente. Tres de cada diez niños son víctimas de maltrato psicológico y seis de cada diez de maltrato físico y 4 de violencia sexual. Muchos casos quedan sin ser denunciados. (UNICEF 2008).”[2]

2.1. La Pedofila

En general, el abuso sexual infantil ocurre dentro del entorno familiar de la víctima o en los grupos de referencia familiar. Se trata de los amigos de los padres, maestros; todos personajes y protagonistas donde el niño puede hacer una transferencia familiar y de su vida cotidiana.

2.2. Pornografia Infantil

En la ciudad hay más de 300 sitios. Según la investigación de El Día, por inmediaciones del mercado Los Pozos, La Ramada y el Campus Universitario, se encuentran sitios de pornografía camuflados de puntos de llamadas y café Internet. Son cuartos oscuros instalados en la parte posterior de los inmuebles y en su interior los equipos de computación están divididos por cortinas y mamparas. Para ingresar no se necesita ser mayor de edad, sólo se cancela el costo de la hora de internet, que fluctúa entre Bs 3 y Bs 1,50, dependiendo de los equipos a utilizar. Allí los potenciales consumidores son menores de edad comprendidos, entre los 11 y 18 años. En la ciudad se estima que hay más de 300 sitios de oferta de pornografía infantil, según el propietario de una red de servicios, que no quiso identificarse.

Un estudio revelador. De acuerdo a un estudio realizado por la Escuela de Economía de Londres encargada por la Fundación Ricky Martin, existen más de 100.000 páginas de pornografía infantil en la red. Nueve de cada 10 niños, entre las edades de ocho y 16 años, han visto accidentalmente pornografía en Internet cuando hacen sus asignaciones y tareas. El estudio también sostiene que uno de cada cinco menores de edad ha recibido un acercamiento sexual o solicitud agresiva en línea. Los niños, niñas y adolescentes en Bolivia, según la Felcc (Fuerza Especial de Lucha Contra la Corrupción, a través de su Dirección de Trata de Blancas y Unidad de Víctimas Especiales en Internet), no están libres de esta amenaza.

El sexólogo René Calvimontes, sostiene que la pornografía infantil, conocida también como escenas pedófilas, es una adición al sexo. Son imágenes de menores de edad que condicionan la excitación a la erotomanía en los pedófilos. “Los púberes se vuelven adictos a la pornografía y en esa adicción tienen rasgos sexopáticos”, explica. En criterio de Calvimontes urgen leyes que controlen la circulación y consumo de la pornografía infantil en la Internet, así como falta educación sexual en la familia, las escuelas y la sociedad. De hecho, la psicóloga Rosario Soliz, advierte que el consumo excesivo de imágenes obscenas conlleva a la destrucción sexual y moral de los adolescentes que a la larga se convierte en una adicción hiperactiva.

CAPITULO III

3. Haciendo frente al abuso sexual de un niño/a

Los niños que son víctimas de explotación sexual sufren de traumas físicos y emocionales. Son vulnerables a ser manipulados y terminan realizando actos que no desean hacer.

En consecuencia, pierden toda la confianza en los adultos y sus promesas. Creen que la sociedad los abandona y rechaza, y no conocen a nadie a quien acudir para recibir apoyo.

La explotación sexual tiene un impacto negativo sobre el estado físico de los niños. Al forzarlos a tener relaciones sexuales, están en riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual y el virus del SIDA. Además, las jóvenes pueden quedar embarazadas. Si ocurriese esto, generalmente no tienen a nadie a quien acudir para recibir ayuda. Más aún, el embarazo a una edad tan temprana constituye una auténtica amenaza a la salud de la madre y del bebé.

Consecuencias a largo plazo[3]

- Físicas:

- Dolores crónicos generales.

- Hipocrondria o trastornos psicosomáticos

- Alteraciones del sueño y pesadillas recurrentes.

- Problemas gastrointestinales.

- Desórdenes alimentarios, especialmente bulimia.

- Conductuales:

- Intentos de suicidio.

- Consumo de drogas y alcohol.

- Trastorno disociativo de identidad.

- Emocionales:

- Depresión.

- Ansiedad.

- Baja autoestima.