Ant Física La modificación corporal

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Prosiguiendo con lo anteriormente dicho, podemos proseguir a responder la primera pregunta que generamos:

¿Cuáles son algunas de las modificaciones existentes en los pueblos o sociedades más interesantes? (claramente delimitándolo hasta cierto punto, puesto que no nos sería posible exponer todas aquellas alteraciones que los pueblos pueden realizar y aplicar en el cuerpo).

Tatuaje:

El primero abordaremos, vertiente de modificaciones corporales, es el tatuaje, que consiste en “la aplicación de un dibujo, que puede ser tanto temporal como permanente, realizado en la piel mediante la intervención y el uso de pequeñas agujas que inyectan pigmento” (Mercado Peñaloza, 2009).

Otra definición que toma Josefina Bautista es la siguiente:

“Esta práctica se puede definir de manera muy general como la modificación del color de la piel, la cual se logra rompiendo el tegumento para introducir sustancias colorantes en las heridas” (Bautista Martínez, 2002, p.4).

Estos dibujos que se presenten sobre la piel mediante la ayuda del tatuaje en algunos casos resultan muy vistosos y muy elaborados, teniendo un significado único y muy profundo, dependiendo del individuo que lo presentara, del grupo cultural, así como de la posición social a la que perteneciera. Esto se ve claramente en pueblos Mesoamericanos en México, principalmente en dentro de la cultura maya y, posteriormente, por los aztecas, y así precedido por una serie de otras culturas que se presentaron en este lugar a lo largo del tiempo. Los pigmentos para dar color a los tatuajes eran obtenidos por medio de plantas específicas, así como mediante el uso de minerales, por ejemplo, el carbón.

Sus tatuajes giraban en torno a una cosmovisión que tomaba a la naturaleza y la hacía parte de sí mismos, expresados en una serie de simbología, que comúnmente abarcaban en contexto espacial y material que se encontraba en su entorno, por ello es que sus tatuajes iban desde animales (en el caso de los mayas, jaguares, murciélagos, etc., y en el caso de los aztecas, águilas, serpientes, entre otros) hasta elementos de la naturaleza y de su vida (astros, la tierra, el agua, el viento, la paz, la guerra, etc.).

Así pues, a esta cosmovisión se le aunaba un contexto o sentido social por el cual se realizaba dicha modificación corporal.

El principal factor que propiciaba que un individuo poseyera tatuajes dependía de un rango social elevado e importante (como fue el caso de los gobernantes, sacerdotes y guerreros). Dependiendo entonces de la posición social que tuviese una persona sería, tanto la cantidad de tatuajes que éste presentaba en su cuerpo, así como lo que se plasmaba, es decir, las imágenes tomadas, en torno a un significado del por qué las utilizó.

Cabe señalar que estas acciones fueron observadas por Fray Diego de Landa que dentro de un apartado de su narración, la Relación de las cosas de Yucatán, describe un poco acerca de cómo se realizaban los tatuajes en la cultura maya:

“Labránse (tatúanse) los cuerpos y cuanto más (por) tanto más valientes y bravos se tenían, porque el labrarse (tatuarse el cuerpo) era gran tormento. Y era de esta manera: los oficiales (especialistas) de ello labran la parte (del cuerpo) que querían con tinta y después sacábanle (cortábanle) delicadamente (en) las pinturas y así, con la sangre y la tinta, quedaban en el cuerpo las señales; y que se labraban poco a poco (las partes del cuerpo) por el gran tormento que era, y también se (ponían) malos porque se les enconaban (infectaban) las labores (tatuajes) y supurábanse (escurriendo pus) y que con todo esto, (los indios tatuados) se mofaban de los que no se labraban (tatuaban)…” (Landa, p.115).

Es interesante mencionar que a pesar de notar por todo lo que pasaba una persona que se tatuaba, debido a los bajos conocimientos acerca de higiene, esterilización del material a utilizar y salud ( que se debió de haber aplicado dentro de la recuperación de las personas después del tatuaje, limpieza, cuidados y prevención de posibles infecciones), comprendiéndose también que “al principio, el tatuaje fue simplemente ornamental y decorativo; después sirvió para distinguir a los miembros de una familia, de una tribu, de un pueblo, a la vez que de adorno, caracterizando así tipos étnicos, para poder ser después un signo de posesión. El tatuaje debió comenzar, o al menos así se concibe, en un principio solamente en la cara y extenderse después al resto del cuerpo.” (Bautista Martínez, 2002, p.5).

Algunas culturas, sus materiales con los que se tatuaban y pintaba y el significado tenían para ellos:

Pueblo o cultura.

Materiales y finalidad.

Acaxes de Durango y Sinaloa.

Se pintaban la cara, los brazos y las piernas de amarillo o negro, con hollín que tomaban del fondo de los comales. Y cuando volvían vencedores y traían la cabeza de un vencido, en la fiesta que hacían se agujereaban el labio inferior y pasaban por él un hueso como de cuatro centímetros de largo, y se hacían tantos agujeros como hombres habían matado.

Tehuecos de Sinaloa.

Se pintaban la cara y el cuerpo con colores brillantes y se adornaban la cabeza con plumas de guacamayo.

Los aztecas.

No sólo se pintaban con motivo de sus fiestas guerreras, sino que también lo hacían cuando algún acontecimiento les llenaba de regocijo.

Tobosos de Coahuila y Nuevo León.

Se pintaban y tatuaban en la muerte de alguno de sus parientes, se pintaban la cara figurando una calavera con lágrimas en las mejillas para simular el pesar que les causaba su pérdida.

Mayas.

Los guerreros mayas se pintaban la cara y el cuerpo de varios colores, con el fin de espantar a sus enemigos. A la gente del pueblo no se le permitía tatuarse.

Se dice que se grababan en el cuerpo toda especie de dibujos y de figuras de animales.

Así pues, las mujeres mayas se labraban el cuerpo de la cintura para arriba, a excepción de los senos, con labores más finas que las de los hombres y que el guerrero joven comenzaba con una o dos figuras, y por cada nueva víctima que hacía, pedía una nueva