Democracia Representativa y El Rol De Los Grupos Históricamente Excluidos.
Enviado por John0099 • 18 de Marzo de 2018 • 3.434 Palabras (14 Páginas) • 413 Visitas
...
Para controlar el poder legislativo, primer poder del Estado según la nueva concepción, la burguesía estableció el nombramiento de representantes por parte de una ciudadanía todavía restringida, sobre una base electoral sumamente estrecha que solo concedía derechos políticos a los grandes propietarios del género masculino.
La burguesía, por medio de este mecanismo, se convirtió no solo en la clase económicamente dominante sino en la clase políticamente gobernante. Por tanto, la burguesía más que demócrata fue liberal, luchó por una democracia que representara únicamente sus intereses económicos, una democracia directamente funcional a la acumulación capitalista.
Fruto de largos procesos de luchas populares, se ampliaron los derechos políticos al conjunto de la población, sin ninguna exclusión por dinero, sexo o grado de instrucción. Pero, la extensión de la ciudadanía es un fenómeno relativamente nuevo que se inició en la segunda mitad del siglo XIX y que se ha generalizado en el siglo XX en aquellos estados donde ha regido, con algún grado de permanencia, la democracia representativa, pese a las interrupciones dictatoriales. [5]
Con el sufragio universal, la representación política de los intereses y objetivos de la clase capitalista se vuelve más compleja, pues ya no tiene asegurado el control y el manejo del cuerpo político. Se abre, por tanto, un nuevo espacio de lucha cuyo objetivo es alcanzar la adhesión del pueblo a las propuestas políticas de los partidos y a los discursos políticos de sus líderes.
La hegemonía a través de la lucha de las ideas se vuelve fundamental. De manera que la existencia y sobre todo la ampliación de la democracia representativa ha suscitado otro fenómeno moderno de crucial importancia: el nacimiento y el desarrollo de los partidos políticos. [6]
En un principio, los partidos de la burguesía representaron los intereses y objetivos globales de la clase capitalista casi sin competencia cuando el voto estaba restringido a quienes tenían un importante patrimonio.
Luego, cuando se ha ampliado la democracia representativa, la mejor forma de representar los intereses globales y los objetivos fundamentales de la clase capitalista por parte de sus partidos políticos ha sido tratar de articular subordinadamente los distintos intereses y objetivos de otras clases y grupos sociales, pues solo así se volvía posible generar una hegemonía ideológica sustentable y mantener el control y manejo del poder político de manera estable. Por supuesto, este es el mejor mundo posible para la clase capitalista, factible de realizarse cuando se llega a armonizar, en un difícil equilibrio, una sostenida acumulación capitalista y una constante incorporación de las demandas populares. [7]
Tal es el caso del llamado Estado benefactor, ocurrido después de la segunda guerra mundial, que ha tenido su expresión más alta en algunos países de Europa, sobre todo en los países escandinavos, y que, por la resistencia de los pueblos de Europa, todavía se mantiene, aunque por cierto debilitado por la embestida de corrientes capitalistas más netamente liberales o conservadoras.
La dominación política de una fracción de la clase capitalista basada en la hegemonía ideológica no ha llegado a plasmarse en América Latina, donde un capitalismo defectuoso, dependiente, atrasado, rentista y sistemas de opresión, sobreexplotación, discriminación y autoritarismo heredados desde la colonia, han retardado la existencia de una democracia representativa ampliada a toda la población y donde la coerción ha tenido claro predominio sobre débiles y fugaces intentos de asentar el dominio sobre proyectos económicos nacionalistas y de integración interna que hubieran permitido una hegemonía ideológica y una estabilidad política.
En nuestros tiempos, y concretamente a partir de la década de los ochenta, el nuevo impulso dado a la democracia representativa en América Latina se ha ido debilitando cada vez más por los muy estrechos límites de un modelo neoliberal impuesto por los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros, modelo que ha producido enorme pobreza a nuestros pueblos.[8]
En teoría, el titular del poder político es el soberano, es decir, el pueblo, pero no lo ejerce por sí mismo, tal como en la democracia directa, debido a las enormes dificultades que entrañaría para las naciones, constituidas por millones de personas, que todos y cada uno de sus ciudadanos se desempeñara efectivamente como actor político ante el Estado, de modo que se crea la figura de la representatividad, la cual debe ser sometida a la decisión de las mayorías, para lo cual se activan los mecanismos de la democracia para elegir, entre una serie de candidatos, aquellos ciudadanos que se encuentren mejor capacitados para representar al pueblo ante las diferentes instancias del Estado, principalmente a nivel de poder ejecutivo, en las presidencias, gobernaciones y alcaldías, y de poder legislativo, en congresos, cámaras o asambleas.[9]
La votación se aplica como mecanismos para que los sistemas democráticos representativos pueda investir de legitimidad a los representantes elegidos para actuar, hablar y tomar decisiones en nombre de sus representados (el pueblo).
Ventajas y desventajas de la democracia representativa.
La democracia representativa, como cualquier otra forma de gobierno, tiene sus pros y sus contras. Entre sus ventajas cabe destacarse el que la toma de decisiones es mucho más sencilla que en el caso de la democracia directa, puesto que sólo cuenta la opinión de unos pocos expertos y no de los millones de personas que componen un país.
Por otra parte, aunque en la democracia representativa el poder está en manos del pueblo, éste delega su ejercicio a los ciudadanos más preparados y con más experiencia a la hora de tomar decisiones. Y, además, al no ejercerse el poder de forma personal, los objetivos que se buscan satisfacer son siempre en pos del beneficio común.
Pero la democracia representativa tiene también una serie de desventajas, como por ejemplo, el hecho de que al estar el poder en manos de unos pocos , resulte más fácil manipularlo buscando satisfacer determinados intereses. Los casos de corrupción suelen hacer aparición en mayor medida en este tipo de sistemas representativos, ya que en ocasiones muchos políticos anteponen intereses de grupos económicos poderosos frente al bien común, llegando incluso a perjudicar al pueblo que, en teoría, debe defender.
Grupos Históricamente Excluidos:
Los grupos excluidos históricamente han sido de una
...