Desvalorización de las Artes Plásticas.
Enviado por Kate • 21 de Marzo de 2018 • 2.712 Palabras (11 Páginas) • 509 Visitas
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Les aseguro que si el arte contara con el mismo presupuesto que el fútbol, Chile definitivamente tendría más alegrías que decepciones. Es fácil darse cuenta de la monotonía que consume a la población, es cosa de abrir los ojos y comenzar a ver. Somos títeres manipulados desde la cuna por los Mass Media. Títeres criados lamentablemente con un pensamiento avaro, pobre. Cuántas veces he escuchado a un adulto “aconsejar” a un adolescente diciéndole: “Sé doctor, gana plata, no seas tonto.”; pero esto realmente no es aconsejar, es envenenar, manipular la mente de otra persona. En Chile la sociedad está movilizada por el dinero, donde haya más trabajo me voy aunque me apasione algo completamente diferente. Es fundamental estar bien física y económicamente, pero ¿quién nos asegura un bienestar psicológico?. Esa felicidad, esa alegría, ese estado de armonía que solo puede brindar el arte a aquellas personas que son más sensibles ante el mundo, sensibilidad que en Chile es vista crudamente como una estupidez, como algo inútil. Siempre es un “Haz algo en lo que no te mueras de hambre” que en otras palabras sería “Sé infeliz haciendo algo que no te gusta, pero un infeliz bien alimentado”. No he escuchado nunca a un adulto diciendo “Si amas el arte, dedícate a eso y haz un cambio.” O “Haz lo que te haga más feliz”. Las personas que tienen este pensamiento, son personas que realmente valen la pena, personas que saben que lo importante es amar lo que uno hará por el resto de su vida y no bañarse en dinero con algo que nos haga desgraciados. El verdadero mediocre y estúpido es aquel que reprime sus sentimientos cegado por el dinero, entrando en el círculo vicioso más peligroso del mundo, del cual nunca podrá salir, se los aseguro.
¿Cómo quieren seguir avanzando si ignoran el arte? ¿Si encadenan las posibilidades de un artista a más no poder?
Chile no es un país preparado para ver crecer artistas. Un claro ejemplo de esto es que un 80% de los egresados de disciplinas relacionadas al campo artístico, se encuentran desempleados, o recibiendo salarios bajísimos, o simplemente trabajando en un rubro totalmente diferente. Estos artistas se sienten completamente reprimidos, contenidos en una sociedad que no les corresponde, una sociedad que lo único que hace es despreciarlos, hasta más no poder, sin ver el potencial que tuviese ese artista emergente. No le dan relevancia a los artistas chilenos, y es así como muchas de las carreras universitarias de estos rubros han sido canceladas porque no cuentan con los recursos necesarios del querido Gobierno de Chile.
El ministerio de cultura cada año apoya económicamente a distintos proyectos de fomento al Arte en la Educación (Fondo FAE), también existe el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, además existe el Fondo Nacional de desarrollo de las artes (Fondart) y se entrega el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile, el Premio Nacional de Artes Musicales de Chile, y el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile; los cuales reemplazaron en 1992 al Premio Nacional de Arte entregado desde 1944. La única forma de enterarse de todo esto es por mera curiosidad, hay que entrar a investigar. Ya que los medios masivos de comunicación nacional carecen de información cultural, prefieren hablar del mundo farandulero que no tiene nada de relevancia, de los múltiples asaltos en Santiago, de la persona de India que puede tocarse la nariz con la lengua, de Santiago nuevamente; en fin, de todo, menos de cultura. ¿Cómo puede enterarse una familia de escasos recursos –pero que paradójicamente tienen televisor- de estas iniciativas? Si es que los noticieros, o los programas nacionales llegan a mencionar ámbitos culturales, se dan en el espacio de “entretención” y no duran más de diez minutos, porque es sumamente importante hablar de que le pasó a Luli en algún carrete del pasado año. Es así, los medios de comunicación no le toman peso al arte, son espacios vacíos, manipulados por los multimillonarios del país. La única forma de informarse es averiguando por cuenta propia, pero esto es sumamente difícil si partimos teniendo un mal ejemplo desde pequeños.
En la actualidad, un niño nace, se le da la nacionalidad Chilena, el niño desde el primer segundo que abre los ojos comienza a ser influenciado por los demás. Ese niño cuando crezca va a ver a su familia ir a trabajar y llegar a la casa, una y otra vez, consumidos por la rutina, todos los días de la semana. Probablemente vea a sus padres estar horas en sus teléfonos móviles y frente a un televisor, y los mismos progenitores pondrán al niño frente a un monitor, ignorando lo que significa ser un buen padre, lo que significa pasar tiempo de calidad con su hijo, enseñándole a contar, a leer, a aprender los nombres de los animales o saber cómo se llaman las partes del cuerpo. Le dejarán esta tarea a una serie de caricaturas animadas, que pasarán a ser (por muy cruel que suene) los verdaderos padres del niño. Envuelven a la criatura en su futura perdición, este comenzará a ser indiferente con todo lo que se encuentre a su alrededor, un verdadero insensible, uno más del montón. “Sólo los peces muertos siguen la corriente” dicen por ahí, y la sociedad actual es un desmesurado cardumen de peces muertos. Esta es la base de la sociedad chilena actual, el niño nace, se corrompe, muere infeliz y no hace ningún cambio por el mundo. Muchos de esos niños pueden ser mentes brillantes en algún tipo de ciencia o de arte, unos verdaderos genios de la humanidad. Pero como nacieron en Chile, no van opción que arreglárselas por si solos.
Chile le cierra las puertas a los artistas, y la única opción de estos al no ser valorizados por la tierra que los vio nacer, es irse de Chile. Principalmente se van a Países Europeos donde la población se enriquece con la cultura día a día, donde no ven el arte como un “hobby” o un “pasatiempo”, sino que lo ven como un estilo de vida. Son países desarrollados, con cultura y valores diferentes. Países en los que el artista Chileno se siente comprendido y acogido como nunca se hubiera sentido en su país natal. La nacionalidad pasa a segundo plano, encuentran un trabajo, se dan cuenta que su arte es valorado, se empapan completamente con esa exquisita nueva cultura, de una cultura que llega como una gran lluvia a limpiarlos profundamente y mostrarles un camino limpio, puro, el camino del verdadero arte; y es por eso que la mayoría, decide no volver. Si Chile no les dio nada, ¿Por qué tendrían alguna obligación de volver? Su alma sentimentalista se encuentra en paz, su ser está finalmente en armonía.
Muchas veces ha pasado que un artista Chileno se hace famoso
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