El Mercado: ¿Un ente libre? Evolución Histórico Cultural de las Organizaciones
Enviado por tolero • 1 de Marzo de 2018 • 2.231 Palabras (9 Páginas) • 438 Visitas
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Un suceso que demuestra lo fabuloso de la economía (en el sentido de fábula de género literario), es el escrito del ganador del pseudo Premio Nobel de Economía, Don George Joseph Stigler. Este economista en su libro ““El economista como predicador y otros ensayos” habla que la fuerza del interés propio es el único aspecto humano que lleva a una eficiencia económica y que ayuda a los trabajadores a ser más diligentes en sus labores. Esta fuerza del interés propio llevaría a fijar naturalmente precios en el mercado, tal y como si de fuerza gravitacional se tratara. Tristemente para los economistas (y paradójicamente para las naciones más ricas en recursos naturales), no se ha demostrado que esta fuerza egoísta lleva a eficiencia económica, pues, y de hecho así es, la realidad ha confirmado que el interés propio solo ha llevado a daños sociales y ha traído consigo ineficiencia económica para los afectados por este egoísmo. Tal es el ejemplo de la lucha de EEUU por el petróleo iraquí: el presidente Bush, en su afán economicista egoísta, vio que ese petróleo le serviría para traer eficiencia económica a los EEUU, no obstante la manera de obtenerlo era dejando en la miseria a Irak, o sea acarreando consigo una ineficiencia económica para el país de medio oriente.
Todo lo mencionado anteriormente demuestra lo falso de la Teoría Económica y cómo los economistas se han creído que esta disciplina es tan natural como la gravitación. De hecho, podríamos seguir páginas y página adelante dando ejemplos de dónde la Teoría Económica se desmiente, no obstante, creemos que basta con un breve ejemplo que contrasta esta teoría con la realidad para demostrar a cualquier persona la falsedad de los economistas liberales.
Las hormigas son conocidas por su perfecta organización natural basada en estratos sociales donde trabajan todas juntas sin importar su nivel social para sacar adelante la inmensa colonia que se ha formado durante generaciones. En este contexto crecen, viven y mueren las hormigas, así todas sus familias durante millones de años sin verse dañada su configuración social por nada del mundo. No existe ningún tipo de intercambio de bienes ni de negocios, solo el trabajo duro en equipo para el bien común, nada de interés propio ni de deseo de ascender ni de ser el líder.
Tras la creación de la idea de Teoría Económica el ser humano ha creído que para subsistir debe pasar por sobre los intereses comunes y sólo privilegiar los personales. Argumentando incluso algunos expertos que este comportamiento es completamente natural y universal y que de hecho el velar por el bien común va contra las leyes universales. No obstante, basta con observar un poco el entorno natural y nos daremos cuenta que vivir y moverse para el bien común, sin hacer caso a la Teoría Económica, sí se encuentra presente de forma natural y que no altera el fluir normal de la vida (por ejemplo las hormigas). De hecho con esto podemos plantear la existencia natural y eficiente para la sociedad de una teoría que ha sido fuertemente rechazada por los economistas, una teoría que se basa en la organización de labores y caminar para el bien común, nos referimos a la Teoría Administrativa.
Limitaciones y posibilidades de una Teoría Administrativa
Limitaciones
La teoría Administrativa estableció conceptos como la unidad de mando, la delegación de autoridad, los lineamientos de control y la división departamental para explicar su funcionamiento. Se determinó que el rol de un administrador era planear, dirigir, controlar y organizar. La teoría cuenta con ciertos aspectos muy limitantes, existe una escasez de trabajos experimentales, los modelos que sugiere utilizar muchas veces no se llevan a la práctica.
También existen otras limitaciones, no se consideran los aspectos psicológicos y maneja a los seres humanos como seres que actúan por simple sentido común y no existen autores que desarrollen con mayor profundidad el aspecto psicológico del ser humano. Además, considera que al mover ciertas variables dentro de la empresa, se obtendrán tales resultados pero no se consideran otros factores y se da por hecho que por aplicar una teoría ocurrirá un determinado suceso, esto limita la teoría pues no se toma en cuenta todos los diversos sucesos que pueden ocurrir al aplicarla, pues no se pueden manejar todas las variables.
Posibilidades
Frederick Taylor fue promotor de la organización científica del trabajo. Este personaje asignó a cada trabajador la tarea más elevada posible, de acuerdo a sus aptitudes.
Ford siguió a Taylor, y se concentró en la motivación de los trabajadores. Desarrolló ideas sobre el funcionamiento de las organizaciones. Observó las cadenas de montaje y vio que se necesitaba de trabajadores especializados para poder elevar la calidad de trabajo y hacer que todo fuese de la manera más óptima posible. Pero en esos tiempos el trabajo era barato, esto implicaba que la rotación de trabajadores cada vez era más alta, por tanto los salarios eran insuficientes para poder vivir decentemente. Viéndolo desde el modelo de oferta y demanda: Si la oferta aumenta, la demanda baja, por tanto el precio baja. Si la situación continúa, generan pérdidas hasta el punto de llegar a la quiebra, produciendo un problema nacional, generando el efecto maná: como en el caso de la película “la ira de las uvas”, donde hubo una mala especulación de la deuda de Alemania. Ford entonces quiso cambiar las cosas. Podemos ver la aplicación de estos nuevos métodos en el caso de la película “Misión”, en donde el monje organiza a los guaraníes y mejora su calidad de vida, mediante una correcta administración en cuanto a los tiempos y recursos, mejorando significativamente su calidad de vida.
Analizando que, para que exista un mercado donde los productores y consumidores estén satisfechos, el estado debe intervenir: “Hay un tercer actor, aparte del oferente y el demandante...el Estado”. Esto va en contra de los postulados de Smith, los cuales dicen que para que el mercado funcione debe autorregularse, sin necesidad de terceros. Retrocedamos a 1789, donde existían gremios que regularizaban por ejemplo construcciones, antes de que se pusieran en venta, debían pasar por el consejo de gremios. Hasta que en 1971 con el decreto Dallard, se promulgó la libertad de contratación, y el consejo de gremios ya no podía actuar, desde ahí la contratación es directamente de empresario a trabajador. Podemos sacar en conclusión que debido a este acto, los obreros trabajaban en pésimas condiciones, con salarios bajos y mala calidad de vida. Hoy en día
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