“El estado actual del folklore”

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Dese entonces se designa con esta palabra a las tradiciones, costumbres y música de los pueblos.

Para que un hecho pueda ser considerado folklórico debe cumplir con cuatro condiciones fundamentales:

- Que haya sido producido entre el pueblo, en el anonimato y por el aporte colectivo de la gente

- Que haya arraigado en el pueblo superando la prueba del tiempo.

- Que sea característico de una región.

- Que se haya transmitido oralmente.

- La mercantilización de la cultura:

Se trabajará este tema considerando que, en la actualidad se observan los saberes y costumbres tradicionales de manera distorsionada, ya que han sido cosificados como si fuese una mercancía.

Para ello vamos a requerir del texto “Cuestiones del Folklore” de José Alfonso de Guardia de Ponté

Se comenzará entonces por definir el proceso de “Mercantilización de la cultura”.

A continuación se argumentará cómo los saberes y costumbres tradicionales que constituyen la cultura de un determinado pueblo, se ven afectados por los cambios e innovaciones que introducen la industria del comercio. Se dará un ejemplo de esto relacionado particularmente al folklore.

Por último se expondrá nuestra conclusión del análisis realizado sobre el tema, en el cual se concluye que “Las mercancías culturales (costumbres, saberes, creencias, etc) han pasado a ser propiedades de un espectáculo o un show, y en la mayoría de los casos no tienen nada que ver con la cultura de una región determinada”.

- La influencia de los medios de comunicación sobre el folklore:

Los medios masivos de comunicación como la radio, televisión y más recientemente internet, ejercen gran influencia en las creencias, actitudes y conductas de grandes sectores de la población.

Para abordar este apartado se recurrirá al texto “Folklore: Derecho a la cultura propia” de William Tamayo, apartado “El folklore y los medios de comunicación”.

A partir del mismo se argumentará brevemente cómo influyen los medios de comunicación en la cultura popular (sus consecuencias), y se concluirá afirmando que “Los medios de comunicación han ido modificando en gran medida el modo de vida de muchas familias, creándoles necesidades artificiales -tanto materiales como "culturales"- desnaturalizando simultáneamente su relación con las culturas nativas que perduran en el folklore”

- La importancia de la protección del patrimonio cultural intangible:

Para trabajar este cuarto y último apartado, partimos de la base de que es necesario proteger y revalorizar el patrimonio cultural, para que este perdure a través de las generaciones.

Para fundamentar la misma emplearemos el texto “Revalorización del patrimonio tradicional argentino y tiempo libre”.

A partir del mismo se intentará dar respuestas a los interrogantes ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Para qué? Y en definitiva ¿Para quién proteger el patrimonio cultural?

La conclusión con respecto a este apartado de la ponencia será el siguiente: “En el caso de las prácticas folklóricas se evidencia en la actualidad un resurgimiento de las mismas. No ya como parte de la vida cotidiana, sino como una actividad cultural – recreativa que se produce en espacios sociales los cuales fomentan estas prácticas y hasta son creados con el objetivo de difundir y revalorizar la música y las danzas tradicionales”

Conclusión:

A lo largo del trabajo hemos podido comprobar que en la actualidad la cultura es considerada una mercancía. En este marco las costumbres saberes y creencias han pasado a ser un show o un espectáculo, y en la mayoría de los casos no representan las tradiciones de una región (Pág 3. Apartado 2).

Además comprobamos que los medios de comunicación influyen de manera considerable en la cultura de las familias, contribuyendo a crear “necesidades artificiales” en las mismas, y esto tiene repercusiones negativas en sus relaciones con las culturas nativas que perduran en el folklore (Pág 3. Apartado 3).

También hemos podido verificar que las prácticas folklóricas en la actualidad son consideradas una actividad cultural y no como parte de la vida cotidiana. (Pág 3. Apartado 4)

Finalmente,